Teresa
Claramunt
El 12 de abril de 1931 muere en Barcelona
(Cataluña) la obrera textil, militante anarquista, anarcosindicalista y
feminista Teresa Claramunt y Cruces. Había nacido en una familia obrera el 4 de
junio de 1862 en Sabadell (Vallès Occidental, Cataluña) y como trabajadora del
ramo textil participó en la «Huelga de las siete semanas» de 1883, que movilizó
miles de obreros y de obreras del textil en Sabadell para reivindicar un
aumento de sueldo, la jornada de ocho horas y mejoras laborales. Claramunt
organizó un grupo anarquista en el barrio el 1884, influida por el ingeniero
Tárrida del Mármol. El 26 de octubre de 1884 las obreras del textil de
Sabadell, reunidas al Ateneo Obrero, deciden integrarse en la Federación de
Trabajadores de la Región Española y eligen Teresa como secretaria. En 1885
asistió en Barcelona en el Congreso Comarcal de Cataluña. Entre 1888 y 1889
tuvo que exiliarse en Portugal. A principios del año 1891 se instala en el
barrio barcelonés de Gràcia. En 1892, con Ángeles López de Ayala y Amàlia
Domingo, creará la Sociedad Autónoma de Mujeres de Barcelona, primera sociedad
feminista del Estado. El 1896, pero, vivía con su marido Antoni Gurri en
Camprodon donde se habían trasladado por razones de trabajo.
El 7 de junio de aquel año estalla una bomba
al paso de la procesión de Corpus por la calle Cambios Nuevos de Barcelona,
atentado que causa 12 muertos y unos 35 heridos. Como consecuencia de este
hecho, Claramunt y su compañero son detenidos, torturados y juzgados, junto con
otros anarquistas, en el llamado proceso de Montjuic. Conmutada la pena de
muerto por la de destierro, Teresa Claramunt y Antoni Gurri marchan exiliados
en Londres y después en París y a Roubaix. En 1889 la hija de Claramunt y Gurri,
Proletaria Libre, morirá --Teresa fue madre cinco veces, pero todos los niños
murieron poco tiempo después de nacer. Devuelven en Cataluña a comienzos del
1898. Los años siguientes Teresa Claramunt, con su nuevo compañero Leopoldo Bonafulla,
residen en Gràcia donde consta que tuvieron domicilio en la calle Bonavista, en
la calle Argüelles, número 11 (hoy Teruel), y a Mariana Pineda, 5. A la villa
desarrolla numerosas actividades de cariz feminista, sindicalista, de libre
pensamiento y anarquista. Entre otros entidades colabora con Amalia Domingo Soler
en el Círculo Espiritista «La Buena Nueva» de Gràcia. El año 1901, junto con su
compañero Leopoldo Bonafulla, funda el periódico El Productor, y colabora en
varias publicaciones (La Anarquía, La Tramontana, La Revista Blanca, El Rebelde,
El Porvenir del Obrero y, incluso, en la inglesa Freedom). En el gran mitin
obrero del Circo Barcelonès del 16 de febrero de 1902 hizo un llamamiento de
solidaridad con los huelguistas de ramo metalúrgico, que fue uno de los
factores básicos de la gran huelga general de Barcelona entre el 17 y 24 de
febrero de 1902.
Este año hizo una grande gira propagandística
por Andalucía, que acaba con su detención en Ronda y posterior expulsión de
Málaga. Durante los años sucesivos participó en numerosos mítines, giras de
propaganda, etc., mostrando siempre su gran capacidad de convocatoria y de
movilización. Detenida de nuevo con motivo de los hechos de la Semana Trágica
el 1909, se la confina en Zaragoza, donde contribuye a organizar el movimiento
anarcosindicalista aragonés. Destacó en la organización de la huelga de 1911
que supuso su condena de prisión. Muere
de las palizas durante los años de prisión, se le declaró una parálisis
progresiva. Su residencia se convirtió en lugar de peregrinación para la
juventud anarquista y ejerció una fuerte influencia sobre los integrantes del
grupo Grisol-Solidarios. Posteriormente vivió en Sevilla, con el apoyo de
Antonio Ojeda los hijos del cual educaba, con la esperanza que el clima
mejorara su salud, manteniendo a la vez su activismo realizando mítines. Ya muy
enferma, después del atentado contra el cardenal Soldevila el 4 de junio de
1923 en Zaragoza, la policía registra su casa, pero no la cama donde yace, que
es el escondrijo de las armas.
Volvió a
Barcelona en 1924, donde vivió un tiempo en casa de Francesca Saperas, muy
afectada pero por la parálisis, que lo alejó de la vida pública hasta la muerte
--en 1929 fue la última vez que participó en un mitin. Su entierro, el 14 de
abril, que coincidió con la proclamación de la II República española, fue
ocasión para una gran manifestación anarquista en Barcelona y el primer día que
ondeó la bandera republicana libremente a la ciudad lo hizo a media asta por
Teresa Claramunt. Propagandista y activista de primera fila de las ideas
anarquistas, fiel al anarquismo puro e intransigente, contraria al sindicalismo
negociador y a los trapicheos de la clase política, escribió el libreto La
mujer. Consideraciones generales sobre su estado ante las prerrogativas del hombre,
publicado a Ladrillo por El Porvenir del Obrero en 1905, donde reivindica el
derecho de las mujeres a participar en la vida social, política y económica;
también es autora del mundo que muere y el mundo que nace, obra teatral
estrenada en Barcelona el 1896. Escribió por numerosas revistas y periódicos
anarquistas de la época: La Alarma, Buena Semilla, El Combate, Cultura
Libertaria, Fraternidad, Generación Consciente, El Porvenir del Obrero, El
Productor, El Productor Literario, El Proletario, El Rebelde, La Tramontana,
Tribuna Libre, etc. Una anécdota curiosa es que durante el franquismo los
censores no fueron tan perspicaces como para darse cuenta del nombre de la
calle que Teresa Claramunt tiene cercano al puerto de Barcelona.
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