Una carga policial ha terminado por disolver en torno a las
nueve de la noche de este miércoles la altura de Cuatro Caminos una
manifestación de tres decenas de personas que, en solidaridad con los detenidos
durante la huelga general del 29 de marzo y a pesar de no contar con
comunicación ni autorización previa, había recorrido varias calles del centro
de Cuenca como la Avenida República Argentina lentificado el tráfico e incluso
impidiéndolo en algunos momentos.
Los sucesos se desencadenaron cuando según el relato de los manifestantes y de testigos presenciales ajenos a la protesta, un autobús de transporte público urbano arrancó sin detenerse ante un grupo de cuatro o cinco personas que estaban impidiendo su circulación. En ese momento, también según los manifestantes, éstos intentaron quitar el control del volante al conductor molestándole y tratando de acceder a través de las ventanillas. Fue entonces cuando los agentes que se seguían a unos metros la evolución de la manifestación bajaban de los vehículos policiales e intervenían con sus porras y escudos para liberar la calle en una carga que no duró más de dos minutos.
Tras la carga, y ya con los protagonistas de los hechos en la
acera, uno de los manifestantes fue apartado e identificado por la Policía
mientras sus compañeros increpaban a los agentes con insultos y recrimaban su
actitud, además de solicitarles sus números de placas. También trataban de
impedir verbalmente que se les hicieran fotografías en las que se les pudiera
reconocer.
Ningún servicio sanitario tuvo que acudir al lugar de los hechos
y no se registraron aparentemente heridos de consideración. Los participantes
en la protesta avanzaron su intención de presentar una denuncia contra el
conductor del autobús implicado en los hechos.
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