LIBRO TRIGO TRONZADO (La represión franquista 1936 en San Fernando –
Cádiz)
Autor: JOSE CASADO MONTADO
DECINO Y UNDECIMO FUSILAMIENTO
DÉCIMO FUSILAMIENTO
Mito oscuro de intangible fama, Que en sideral frontera se derrama. El
olvido es la eternidad en el vacío.
Cerón
Ya estaba España sentenciada,
dividida en dos, el terror rojo en la
zona republicana, según nos decían, y el terror blanco en esta zona que
estábamos viviendo, viendo y sufriendo. Fallaron los políticos europeos, falló
la propuesta francesa de “no
intervención”, falló el gobierno Giral, incapaz de sofocar la rebelión militar
en sus comienzos, falto de muchas precauciones y otras medidas… pero este no es
el caso de estas crónicas, no debo lanzarme a un análisis crítico y político
del gobierno republicano que, sería duro e interminable. Con los medios de que
dispongo pretendo referirme principalmente lo acaecido en La Isla, aunque para
aclarar situaciones deba hacer comparaciones y referir hechos ocurridos en otros
lugares.
Si, el día diez de septiembre de
ese mismo año trágico, 1936, que no glorioso, como pretendieron hacernos creer,
tratando de tergiversar los hechos y darnos gatos rabiosos por conejos
inocentes, ese día, repito, fueron despertados brutalmente brutamente, doce
personas, doce hombres, para ser
fusilados; así de fácil, así de brutal e inexorable, del Penal de la Casería,
aproximadamente a las seis de la mañana. Fueron los siguientes:
❖ Manuel Barea Varo.
❖ Domingo Moreno Martínez.
❖ Horacio Rodríguez. Marinero de
segunda.
❖ José López Hermoso.
❖ Miguel Blanco Ferrer. Pastor
protestante. Secta irlandesa. Se negó a confesar y a ser bautizado. Vivía en la
calle San Servando.
❖ Manuel
Varela Herrera.
❖ Félix Hernández Coco.
❖ Leocadio Fernández Alama. Natural de
Guijo en Córdoba. 41 años. Casado con
Adelaida Blanco Silva. Hijo de Domingo y
Sebastiana. Dejó tres hijos, el último, Leopoldo, póstumo. Vivía en la calle
Hernán Cortés.
❖ Antonio Pérez Heredia.
Concejal. Confesó antes de morir, devolvió el escapulario de la Virgen
del Carmen y se negó a recibir la absolución.
❖ Ramón Campos Chaves. Vivía calle
Rosario, 37. Cádiz.
❖ Francisco Marchante Noria.
❖ Antonio Girón Casulla. Soltero.
Maestro Nacional.
Una vez más quedaron al
descubierto aquellos esbirros y sus perfidias, asesinando a un modesto y
sencillo pastor protestante sin causa ni razón. No cabía explicaciones
aditivas, se habían saltado a la torera los slóganes que tanto c acareaban y
que pretendían usar como tapadera a sus ignominias, contra los comunistas,
socialista, masones, judíos, etc., porque el pastor era un señor respetable, muy conocido y no
pertenecía a ninguna de esas banderas.
Fue víctima de la locura desatada por aquellas hordas, impostores, verdugos,
inquisidores ferinos… “Abominable jurisprudencia la de sostener la religión por
medio de verdugos”, frase esta de Voltaire, dicha allá por el año 1768,
aplicable, tristemente, a aquellos días, meses y años de terror franquista.
Imperaba la misma psicosis
destructiva que en 1492. el escritor I. Ehremburg decía: “Pero los bárbaros que
adaptaron el cristianismo la mezquita de Córdoba no eran niños, eran unos
degenerados. Odiaban el espíritu mundial de la mezquita. Cegados por el dogma
eran enemigos de la razón. Eran fanáticos por su conducta, sabían destruir
mezquitas y quemar herejes, pero carecían de la inspiración de los fanáticos,
en su fuero interno, estos fracasados envidiaban seguramente la pericia de los arquitectos árabes que habían levantado
la Mezquita que ellos afeaban”.
Aquí en La Isla hay algunos que
temen tanto a a la verdad histórica como a la crueldad que ellos mismos
ejercieron durante muchos años, porque la conocen bien. Recientemente, Rosa
Castelló, del Instituto Genus, en la revista “Interviú”, nº 32, págs. 23-29,
dijo que la iglesia crea enfermos mentales o psíquicos. Yo no lo creo así, pues
los enfermos mentales no saben defenderse tan bien ni vivir sin producir el
material necesario para sostener la vida, dejando a los demás que se lo
produzcan, a no ser que haya querido referirse al rebaño domesticado, obediente
y productor.
UNDÉCIMO FUSILAMIENTO
Como emblema del olvido, espinas sólo han brotado donde los han
enterrado. Ninguna flor ha crecido donde yacen, olvidados, los restos de los
vencidos. Cerón
Aquel día 18 de septiembre, un
corresponsal decía que: “La adopción de la bandera rojo y gualda por parte de
las tropas nacionalistas frente a la tricolor republicana, patentiza la
existencia de “dos España” que luchan cada una bajo su propia bandera. Esta
división hacha de España se acentúa con el reconocimiento por parte de algunas
naciones, de la Junta de Defensa de Burgos como el legítimo gobierno de España,
mientras que otras naciones sólo reconocen a la República como verdadero
gobierno. En enfrentamiento no puede ser, pues más claro. “Al mismo tiempo el
cardenal primado de España, Pla y Daniel, declaraba en Salamanca que: “La
guerra es una cruzada contra los hijos de Caín”, con lo cual legitimaba el
alzamiento de la nación en armas. De este modo la iglesia se situó claramente
del lado nacionalista.
Mientras tanto, por aquí, la
fiera desatada estaba en su apogeo criminal y aquel mismo dieciocho de
septiembre organizaron otra de sus ejecuciones colectivas. Como drogados con el
síndrome de abstinencia, pero esta vez de sangre y muertes. Eran unos seres
malvados e irrecuperables.
La selección fue de madrugada y
se componía de hombres jóvenes e inocentes, que fueron llevados al lugar ya
mencionado, cerca del Penal de La Carraca y allí acribillados a balazos junto
al caño.
Ninguno de ellos confesó ni se
dejó convencer de que confesándose estarían mejor en la otra vida, así que el
cura y su presencia resultó de la más
absoluta inutilidad ante aquellos mártires, minutos antes de morir.
Fueron ejecutados los siguientes:
❖ Ramón Dehesa Morales. Cabo de Radio de
la Armada.
❖ José M. Fernández Lafón. Marinero de
segunda. En Cádiz tenían un tío, José Lafón Sánchez, en calle A. de Castro
13-3º. Vivía en Linares (Jaén),
❖ César López Mosquera. Marinero de
segunda.
❖ José Antonio Moreno Jaspe. Cabo
primera. Natural de El Ferrol. 30 años. Casado con Casilda Aspiasun. Hijo
de Antonio y María del Carmen.
Tenía hijos. Vivía en Fuenterrabía (Guipuzcoa).
❖ Avelino Ortas Valdés. Marinero
fogonero.
❖ Modesto Parada Ruiz. Soldado de
Infantería de Marina.
❖ Baldomero Cerezuela Galván. Marinero
de segunda.
Fueron enterrados en San Fernando
pero una vez más no hay indicio del lugar. Podría haber sido en el cementerio
militar que estaba situado en los Mixtos, por la vuelta afuera, o en fosa
clandestina. Una vez más no puedo creer que hubiera motivos para su
fusilamiento. Había que imponer el terror y a aquellos les tocó servir de
cabeza de turcos: ¡Pobres hombres, que trágico destino!
Nuestro Alcalde, Don Cayetano
Roldán, seguía preso en la cárcel del mismo ayuntamiento y el bandido rebelde
que lo reemplazó por la gracia de Olivera Manzorro. Capitán Isasí, estaba en su
esplendor, nunca había soñado siquiera ser alcalde de una ciudad de cincuenta
mil almas. Flotaba de vanidad cuartelera por tantas reverencias recibidas,
tantos “buenos días, Sr. Alcalde”, y tanto pelotilleo a su servicio… para
salvar a España y a la cristiandad, nos decía hasta atosigarnos y añadían que
en la otra zona, los rojos, estaban
matando sin parar, mientras que en la nuestra, “gracias a Dios”, no ocurría
nada de esas cosas, características en exclusiva de los rojos malos, ¿Qué va!,
por aquí sólo les daban, muy tempranito, una tasa de Maggi, que estaba muy de
moda por aquellos años.
Se apoderaron de todo, aquella
banda de pelotilleros, capillitas, chupatintas e inútiles, y así nos fue la
cosa. Nos convertimos en un pueblo apático, sin dinamismo, insensible, herido
en nuestro centro, sangrando y debilitándose lentamente, temeroso y, como
regla, odiando los recuerdos dolorosos que nos dejaron y si no hubiésemos sido
así, no seríamos personas humanas, seriamos salvajes, como ellos.
En aquellos primeros días del
alzamiento, el buque escuela “Juan Sebastián Elcano”, se encontraba en La
Carrasca. Formaron en cubierta y el Comandante ordenó que pusiéronse aparte los
que querían seguir fieles a la República y como la radio, entre noticias a
favor de los golpistas y marchas militares, daba vivas a la República a la que
habían jurado fidelidad, que de todas formas era lo mismo, aparentemente, que
defendían los rebeldes, puesto que vitoreabanla. Así que, una vez seleccionados
por el mandamás aquel, ordenó ingresarlos en el Penal del Arsenal y días
después fueron todos fusilados.
El cañonero “Canovas del
Castillo” también estaba en el muelle del Arsenal y, relativamente cerca, del
también cañonero “Lauria”, que se encontraba fondeado en el lugar denominado
“La Clica”. Este buque permaneció fiel a la República y su Constitución y no se
entregaba. Entonces ordenaron disparar contra él al “Canovas”, pero la
tripulación se negó. Entraron fuerzas rebeldes en este último buque y
seleccionaron a los que fueron llevados días más tarde al paredón tras pasar
por Cuatro Torres. Luego, ya se sabe, dispararon contra el “Lauria”, sobre la línea
de flotación, hundiéronlo y, a la dotación la llevaron a… confesar sus faltas,
primera etapa para acaba r fusilados después…
Ya he mencionado el célebre
“marqués de las coliflores”, fusilador torpe y fanfarrón, amigo y camarada de
otro tipo imbécil e indeseable, Catañeda, célebre también por sus bravatas y amenazas en el Café donde paraba,
“San Diego”, y, con sus camaradas, en “La Mallorquina”, nido de víboras en
aquellos tiempos.
Estoy dando a conocer hechos y
acaecimientos de mi Isla mártir, cometidos por un puñado de isleños salvajes y
crueles, tratando de hacerlo con ecuanimidad, valiéndome de mi bolígrafo y mi
memoria, principalmente, aunque para asegurarme de ello haya recurrido a
algunos de mis amigos, de mi edad, que me han confirmado estas informaciones
y mi
buena memoria. No pretendo nada. Ni destapar la olla podrida que han
tratado de ocultar durante tantos años, ni,
por supuesto, hacerle la competencia a los historiadores locales. Trato
de descargar mi mente de tantos malos recuerdos, consecuencia de tantos malos
ratos e injusticias cometidas y que ahora, hasta ahora y aún en estado de
democracia, nadie ha osado contar. Quero dar a conocer algo de esa triste
historia para que se cumpla el dicho de
que… “el pueblo que no conoce su Historia está obligado a repetirla”. No, ¡por
favor!, que no se vuelva a repetir.
Continua……
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