Nuestra concepción de la dignidad
nace de nuestras convicciones, no de ningún condicionante legal o político, que
no son más que imposiciones orientadas a cosificar nuestras vidas y a
adecuarlas a los intereses económicos de una minoria dictatorial.
Ni el Estado ni las leyes ni
ningún orden económico o político, pueden cambiar nuestras ideas y aspiraciones
de desarrollar una sociedad digna de ser llamada sociedad.
No
necesitamos regular legalmente nuestras herramientas de lucha, pues tenemos la
capacidad legítima y ética de cambiar todo aquello que consideramos injusto. La
huelga indefinida, el boicot, las iniciativas autogestionarias en el plano
económico, sanitario y educativo, las reapropiaciones de espacios y la
expropiación de empresas, deben ser nuestros aliados y medios de acción directa
para empezar a crear una sociedad justa e igualitaria.
Frente
al desviacionismo ideológico y práctico, seguimos defendiendo la acción sin
intermediarios en todos frentes de la lucha emancipatoria. Cuando despiden a las
personas de sus trabajos, cuando las personas denominadas dependientes son
arrojadas a la miseria, cuando los menores tienen hambre, cuando los jóvenes no
pueden trabajar, cuando expulsan a las personas de sus hogares, y cuando pasan
tantas y tantas injusticias, es el momento de la accion directa y el
anarcosindicalismo, y ha llegado ese momento.
Para
practicar la acción directa debemos romper las cadenas dialécticas de la moral
imperante, que no es más que la justificación del sometimiento de una mayoria a
una minoria sin escrúpulos, como así lo constatan los numerosos casos de
corrupción y todos los actos de ese tipo minimamente reconocidos y condenados
por la justicia del poder.
En el actual circo político ha irrumpido un
nuevo actor, llamado Podemos, que viene adecuando sus iniciales
reivindicaciones al juego político que cada vez asume con mayor intensidad,
alejandose así de los fines que decía defender en un primer momento. Esta es la
inevitable consecuencia de asumir las herramientas burguesas de la pseudolucha
social y económica.
Que no nos vengan con cuentos posibilistas
sobre las reformas legales, políticas y económicas. El reformismo no será nunca
un medio de lucha emancipatorio, y pretender embarcar a la sociedad en un
proceso de cambio parcial legalizado y pautado, no es sino someter a la
sociedad a los nuevos condicionantes y exigencias que el orden actual irá
desarrollando frente a quienes intentan cambiarlo asumiendo su existencia como
inevitable.
Las causas de la miseria
España recapitalizó a la banca privada con
cerca de 100.000 millones de euros, después de haber firmado el Memorándum de
Entendimiento, siguiendo las directrices políticas la Comisión Europea, el
Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la "Troika".
La deuda pública llegó este año al 99,8 por 100 del PIB, unos 900.000 millones
de euros.
La devolución del rescate, que es deuda
pública, conlleva ciertas políticas antisociales, y ninguna va encaminada a
subsanar el hecho de que España sea uno de los Estados de la UE con mayor
fraude fiscal identificado, que alcanzó en 2012 el 6 por 100 del PIB, y del que
las grandes empresas concentran el 72 por 100.
Como todos sabemos, el Consejo de Ministros
aprobó en marzo de 2012 el Proyecto de Ley Orgánica de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que establece la obligatoriedad
para todas las Administraciones Públicas de que el llamado déficit estructural
sea igual a cero o tenga superávit en 2020, y de que el nivel de deuda pública
en esa fecha no sea superior al 60 por 100 del PIB, lo que equivale a disminuir
el gasto en cerca de 400.000 millones de euros en 2020.
Así pues, los presupuestos sociales del
Gobierno de este año redujeron un 36 por 100 la partida destinada a los
servicios sociales, entre los que se incluyen los servicios regulados mediante
la Ley de Dependencia, cuya partida presupuestaria disminuyo en 1.029 millones
de euros. A nadie debe sorprender a estas alturas esta práctica de
pauperización de los colectivos poblacionales más desfavorecidos, pues el
capital vive del capital, y gobierna para el capital.
Paralela a esta distribución antisocial de las
partidas presupuestarias, encontramos toda la retahíla de leyes aprobadas para
complementar la práctica del pago del rescate, muchas de las cual fueron
pactadas entre el Gobierno y los llamados agentes sociales.
Precariedad laboral y juventud
Recordemos que el 25 de enero de 2012, CEOE,
CEPYME, UGT y CC OO firmaron el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación
Colectiva 2012-2014, que fijó una subida salarial siempre menor a la inflación
de los precios. Aun teniendo en cuenta la brutal destrucción de empleo que
venimos padeciendo, lo que se traduce en que nuestros mayores vengan soportando
ser el pilar económico de sus familiares, la reforma de las pensiones que
propone el comité de "expertos" del Gobierno plantea que los
pensionistas no ganen poder adquisitivo hasta 2019, y siempre que la economía
crezca entre el 2 y el 2'5 por 100.
Tras las ultimas reformas laborales la negociación
colectiva viene sufriendo un absoluto deterioro, los convenios de empresa
priman sobre los de tipo colectivo, el despido libre o llamado objetivo se ha
disparado, la negociación autónoma se impone a los trabajadores frente a la
cohesión de la clase obrera en lo tocante a la reivindicación de sus derechos
etc. etc.
Estas situaciones de legalización de la
precaridad laboral inciden en mayor medida en la juventud, y es a la juventud a
quienes queremos recordar cuáles son algunos de los principales males del
mercado de trabajo que les ha diseñado el Gobierno, la patronal y los
sindicatos mayoritarios.
El 28 por 100 de los jóvenes que trabajan lo
hacen a tiempo parcial. Los contratos de prácticas y formación encubren esta
temporalidad, y han incrementado un 55,72 por 100 su tasa interanual para los
menores de 30 años, siendo esta situación especialmente dramática en Baleares,
La Rioja y Canarias, en donde los contratos de prácticas y formación han
aumentado en un 119,80 por 100.
Solo el 20 por 100 de los tipos de contrato
anteriormente reseñados termina siendo un contrato de duración indefinida. Esto
conlleva que un joven deba dedicar 61,5 por 100 de su sueldo a la compra de una
casa o un 52,1 por 100 para alquilarla (esta es la realidad socioeconómica de
la juventud).
El gobierno ha dejado sin becas a un 12 por
100 de los estudiantes becados, embolsándose así mas de 100 millones de euros,
que son destinados a pagar el rescate financiero de la banca y que conllevan el
que la juventud solo pueda acceder a sectores laborales en los que las
irregularidades contractuales son especialmente destacables, como el sector
servicios.
La precariedad laboral se traduce tambien en
muertes, recordemos que entre enero y abril de 2014 han muerto 186 trabajadores
en accidentes laborales, sobre un total de 154.400 accidentes laborales con
baja, lo que supone un aumento de la mortandad del 2.7 por 100 respecto a 2013.
En el sector servicios fallecieron 68 trabajadores hasta abril, en la industria
se produjeron 32 accidentes mortales, en la agricultura murieron 24
trabajadores, y en la construcción perdieron la vida 22 trabajadores.
Tantos y tantos males podríamos referir y
documentar…
Llamamiento a la juventud
Tras lo expuesto hasta ahora queremos llamar a
la reflexión sobre algunas cuestiones. Padecemos una realidad económica
impuesta, legalizada e ineludible. Las nuevas opciones de renovación política y
democrática deben incidir sobre estas cuestiones y plantear unas "hojas de
ruta" claras y que visibilicen el nivel estructural en el que se van a
desarrollar, contemplando la jerarquía legal del sistema en el que se mueven.
Lanzar mensajes posibilistas genera ilusiones de cambio poco realistas, y reflejan
muy bien lo que es el parlamentarismo, un medio de manipulación de masas.
Debemos plantearnos además cuál es el modelo
de sociedad que queremos, si queremos volver al contexto socioeconómico de los
80, o si nos planteamos una crítica y un cambio integral de la sociedad.
Incluso las nuevas opciones de cambio legal y
democrático plantearon en su momento su apertura a la lucha sindical
organizada, bien debido al interés por fraguar una mayor movilización social
favorable, o bien porque realmente se entiende que el sindicalismo es útil para
afrontar una lucha de tipo económico y social. Solo diremos en este punto que
el anarcosindicalismo sigue siendo el modelo de organización social más idóneo
para afrontar una lucha económica, como así lo demuestran sus prácticas, en las
que no ha lugar para la traición a la voluntad de la clase obrera y sus
intereses.
Por todo lo expuesto, llamamos a la juventud a
reflexionar sobre la escasa existencia de estructuras sociales autogestionarias
y emancipadas que satisfagan realmente las necesidades sociales actuales, a
todos los niveles.
-Llamamos
a la juventud a organizarse en un anarcosindicato, y a organizarse de
manera solidaria afrontando todos los frentes de la lucha emancipatoria.
-Llamamos
a la juventud a organizarse al margen de los modelos de la renovación
política y democrática, a que no claudique en sus objetivos ni fines, y a que
valore si las posibilidades de cambio que se vienen difundiendo últimamente por
diversos medios son realistas o meros discursos que caerán en el entramado
legal del que ya son parte.
-Llamamos
a la juventud a integrarse en la organización anarquista específica, a
desarrollar sus propias inquietudes y capacidades sin someter nunca su
sentimiento de justicia y valores humanos y sociales a ningún tipo de populismo
reformista.
-Llamamos
a la juventud a luchar por lo que considere que debe ser una vida digna y
un bien social.
Grupo Acción Directa
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