En defensa de una libertad de
expresión para todos
Desde el sindicato de Artes
Gráficas, Comunicación y Espectáculos de Madrid de CNT queremos mostrar nuestra
repulsa y horror ante el atentado sufrido por los trabajadores del semanario
francés Charlie Hebdo. Silenciar las plumas con la violencia es el recurso
eterno de autoritarios e intolerantes.
El asesinato de estos compañeros
se ha convertido en otra advertencia, esta vez más cercana, de las
monstruosidades en las que desembocan los fanatismos religiosos. Y decimos
“religiosos” en plural porque nos negamos a focalizar exclusivamente en el
Islámico como vociferan estos días aquellos interesados en prender la mecha del
enfrentamiento entre civilizaciones.
Hay que recordar el silencio e
incluso la justificación velada de muchos de los que ahora claman al cielo,
ante el artefacto explosivo que integristas católicos colocaron en los
camerinos del humorista Leo Bassi en 2006 (quien aquella época representaba en
el Teatro Alfil de Madrid “La Revelación”) o las bombas colocadas en clínicas
abortistas por “yihaidistas de la cruz” en diferentes ocasiones. Por la
similitud de los hechos, recordamos
también que los terroristas religiosos de la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista),
que atentaron contra la revista El Papus en 1977, nunca fueron llevados ante la
justicia.
Denunciamos la defensa interesada
que políticos, periodistas y autoridades del régimen hacen estos días de la
“libertad de expresión”. Causa indignación y asco ver que, por citar dos
ejemplos especialmente sangrantes, medios como ABC o La Razón se convierten en
abanderados de las libertades de una sociedad que configuran en torno a la
mentira del “nosotros” y “ellos”. Mentira necesaria para establecer las bases
morales “del miedo y del odio al otro” que justifiquen el “todo vale” en esta
nueva cruzada europea. Los mismos medios que hace poco no dudaban en cargar
contra los compañeros de la revista Mongolia por usar la imagen de la Virgen de
la Macarena en una sátira de la semana Santa o contra el semanario satírico El
Jueves por la portada en la que aparecían los entonces Príncipes de Asturias
haciendo el “trenecito”. Ejemplar al que se le retiró su derecho a la “libertad
de expresión” y cuya venta fue prohibida por la Audiencia Nacional bajo el
delito de injurias a la Corona.
De igual manera se nos indigestan
las declaraciones de nuestros políticos patrios en pro de la defensa de las
libertades, mientras la Audiencia Nacional imputa a Facu Díaz, director y
presentador del programa de televisión Tuerka News, por el gag “El PP se
disuelve”.
Desde el sindicato de Artes
Gráficas, Comunicación y Espectáculos de CNT, seguiremos luchando en defensa de
la libertad de expresión y justamente por eso, nos negamos a alinearnos junto a
los políticos, los empresarios, los periodistas y los jueces que apuntalan y
justifican un viejo régimen que recorta día a día nuestros derechos y
libertades. Un sistema que encarcela a activistas sociales por defender los
derechos conquistados por el pueblo, como en el caso de Alfon; que encarcela a
personas por ser anarquistas, como en el caso de la reciente operación Pandora;
que enjuicia a sindicalistas por defender el derecho a la huelga, como en el
caso de nuestros compañeros de CNT Logroño; que aprueba leyes predictatoriales,
como la conocida Ley Mordaza; …
Existe un mundo infinito entre el
apoyo a la libertad de expresión y la islamofobia. Ese mundo de comprensión y
apoyo mutuo entre la clase trabajadora venga de donde venga y tenga el color de
piel que tenga, es el mundo que queremos habitar nosotros y nosotras.
Vaya pues, en estos duros momentos, todo
nuestro afecto y solidaridad para las familias y amigos de los asesinados y
nuestra condena ante este tipo de acciones, y también la denuncia contra
quienes hacen del legítimo dolor un arma populista que exculpa a los verdaderos
responsables de los problemas causados por las políticas neoliberales.
Sindicato de Artes Gráficas,
Comunicación y Espectáculos de Madrid - CNT
Tfno.: 628 367 594
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