Ejecuciones en Montjuïc
El 21 de mayo de 1894, en los fosos de
la fortaleza de Montjuïc de Barcelona
(Cataluña), son fusilados, a los gritos
de «¡Viva la Anarquía»,
seis anarquistas: Josep Codina Juncà, Mariano Cerezuela Subies, Jaume Sogas
Martí, Josep Bernat Cirerol, Manuel Archs Solanellas
(Pelado) y Josep Sabat
Oller. Todos habían
sido condenados, tras duras
torturas, a muerte en consejo de guerra por el atentado en el teatro Liceo de Barcelona el 7 de noviembre del año anterior y, de rebote, por haber fabricado la bomba que
fue lanzada por Paulí Pallàs
contra el general Martínez Campos
el 24 de septiembre del mismo año
en la Gran Vía barcelonesa. En el consejo de guerra fueron condenados a cadena perpetua otros cuatro militantes anarquistas: Rafael Miralles,
A. Mir, Joan Carbonell y Villarrubias. La
detención el 2 de enero de 1894
del verdadero autor del atentado del Liceo, Santiago Salvador, puso en evidencia tanto las actuaciones
policiales como los medios
para conseguir las confesiones. El mismo día fue guillotinado
en París el militante anarquista Émile Henry.
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