MANIFIESTO ANARCOSINDICALISTA CONTRA LAS SUBVENCIONES
A CNT siempre ha estado contra las subvenciones a Partidos
Políticos, Sindicatos, Patronal, Iglesia Católica o cualquier otra secta
religiosa.
En estos momento de
crisis económica en los que la clase trabajadora está padeciendo los recortes
salariales y sociales más graves desde la transición política a la
“democracia”, con un aumento del paro sin precedentes y un nivel de pobreza
alarmante cuando muchas familias trabajadoras están sufriendo una situación
desesperada, es precisamente en estos momentos cuando resulta más indignante e
insoportable el mantenimiento de las subvenciones y de los indecentes
privilegios de estas organizaciones, que es un fiel reflejo de la corrupción
política institucionalizada de la que siempre ha sido victima el pueblo
español.
Las subvenciones
siguen costando al erario público miles y miles de millones de euros; resulta
sangrante que mientras se reducen los salarios, las pensiones y el subsidio del
paro, se implanta el copago sanitario y se generaliza los recortes de todas las
prestaciones sociales, se sigan manteniendo la mayor parte de las subvenciones
a estas organizaciones.
Los responsables de
la acuciante situación económica que padece España y especialmente de la clase
obrera, son, por un parte la crisis económica del capitalismo a nivel nacional
e internacional y por otra la corrupción política y empresarial, a lo que hay
que sumar la corrupción de las burocracias sindicales a su servicio.
Las subvenciones a
los sindicatos no son ayudas sociales, son la recompensa por los servicios
prestados al Estado y a la Patronal, por la traición permanente a la clase
obrera. Son ante todo una tremenda injusticia, un robo a los ciudadanos y
fuente de privilegios y de corrupción.
Estas organizaciones
subvencionadas deberían financiarse con sus propios recursos, o sea con las
aportaciones de sus propios socios o afiliados y no a costa de todos los
ciudadanos por medio de subvenciones directas o indirectas y a través de la
prestación de cursillos del SAE o la elaboración de informes y publicaciones,
etc como pretexto de la formación de los trabajadores. La realidad es la
captación ilegítima de fondos públicos, para mantener sus miles de liberados,
profesionales del sindicalismo burocratizado que son en gran medida
responsables de la precaria situación que padecemos, la drástica disminución de
nuestro poder adquisitivo y la pérdida de derechos como consecuencia de la
firma de pactos sociales y acuerdos enormemente restrictivos para los
trabajadores.
Las subvenciones van
contra los intereses de los trabajadores y contra los principios del
anarcosindicalismo, como deja muy claro la AIT en sus estatutos. Ninguna
organización subvencionada puede llamarse sindicato, y mucho menos
anarcosindicalista, pues los anarcosindicalista somos independientes y nos
sostenemos con las cuotas que pagamos como afiliados, garantía contra la
corrupción.
No podemos olvidar
las subvenciones a las organizaciones religiosas y principalmente a la Iglesia
Católica, que disfruta de exenciones fiscales e innumerables privilegios
incompatibles con un Estado laico o aconfesional, y la sangría económica y el
despilfarro que supone el mantenimiento de una institución absolutamente inútil
como es la Monarquía española.
Si a las subvenciones
le sumamos el saqueo generalizado de los fondos públicos por parte de la clase
política, como ha puesto de manifiesto los miles de casos de corrupción
política, nos da como la desastrosa situación económica y social que padecemos
actualmente.
Tenemos que acabar de
una vez por todas con esta lacra social, con esta injustica y convertir en un
clamor popular la eliminación total de las subvenciones.
Los
anarcosindicalistas rechazamos los comités de empresa y las subvenciones del
Estado y la Patronal y así mantenemos nuestra independencia. Los que decidimos
como los trabajadores afiliados, sin directrices políticas, sin liberados y sin
comités profesionales del sindicalismo.
POR LA ELIMINACIÓN
DEL 100% DE LAS SUBVENCIONES A LA IGLESIA CATÓLICA,A LOS PARTIDOS POLÍTICOS, A
LA PATRONAL Y SINDICATOS.
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