LA IGLESIA
¡Pueblo detente! No entres a la Iglesia
Donde moran el lujo y la
riqueza
Donde vive borracho de
grandeza
Un hombre que predica la
humildad
¡Pueblo detente! Porque allí se incuba
Bajo el calor de una moral
insana
Entre el ancho nidal de la
sotana
¡El vicio, la mentira y la
maldad!
¡Pueblo detente! No entres a la Iglesia
Infecto lodazal en donde
el cura
Remueve la inmundicia más
impura
Salpicando con ella en
derredor
¡Ay! A veces las cándidas conciencias
Suele manchar cual virus venenoso
El horrendo contacto
contagioso
Del que llaman ministro
del Señor
¡Aléjate de allí! Pueblo, si quieres
Que no mueran tan grandes rebeldías
Que allí intentan vencer
tus energías
Con el aruna traidora de
la fe.
La fe; ¿sabes lo que
es? Es la ignorancia
Que infunden los frailes
sin sonrojos
Negra venda que cae sobre
los ojos
Del creyente infeliz que
nada ve.
Yo quisiera morir, ¡Oh,
pueblo mío!
Antes que verte manso y
reducido
Y cual débil rebaño
conducido, al que han dado a llamar templo de Dios
Cuando es solo altar de
las mentiras
Antro horrible de pútridas
pasiones
Que enardecen los viles
corazones
En esos que fingen ir al
cielo en pos
La Iglesia es la serpiente
oscura, bicho inmundo
Gigantesco reptil que da
la vuelta al mundo.
GUERRA JUNQUEIRO
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