2015 en crisis: ¡ni con militares
ni con políticos, el rumbo es autogestión!
Ante la crisis económica, social,
política y moral que hoy afecta a Venezuela, dejamos asentada la opinión y
propuesta de quienes participamos en El Libertario:
1) Rechazamos la pretensión que existe, tanto en sectores del
chavismo como de la oposición, en cuanto a que los militares sean los actores
resolutorios de la crisis, o en confiar para ello en un líder mesiánico surgido
de las filas castrenses. Los anarquistas, como antimilitaristas consecuentes,
hemos condenado y condenaremos todo cuartelazo, sea con el tradicional
despliegue de tanques en la calle y obesos uniformados en el palacio
presidencial, o con el estilo siglo XXI que se disimula tras subterfugios constitucionales
y renuncias "sin querer queriendo". Es una ficción que los cuadros
militares altos y medios, hoy oportunistamente "socialistas",
garantes del contrabando de gasolina y alimentos a gran escala, beneficiarios
del acceso a dólares a precios preferenciales y del tráfico de minerales
estratégicos y drogas, tengan alguna virtud para conducir el país, vía
autogolpe, a mejores situaciones para las mayorías. Sería como el
"fujimorazo" peruano, una asonada tipo Bordaberry en Uruguay o la deposición
de Isabelita y López Rega en la Argentina de los 70, que en nada cambiaría la
situación del país.
2) Repudiamos el paquetazo económico en marcha promovido por
Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, el cual descarga el coste de la crisis en
las costillas de la colectividad. Mientras hay impunidad para los traficantes
de la boliburguesía que recibieron más de 20.000 millones de dólares para
empresas fantasma, los asalariados somos castigados con escasez e
hiperinflación en alimentos y medicinas, el deterioro brutal de los servicios
básicos y la imposición de tributos neoliberales como el Impuesto al Valor
Agregado.
3) Condenamos con energía que hoy padezcamos la creación de un
Estado policial, sustentado en un entramado jurídico autoritario, con la excusa
de la guerra económica y mediática, pero que a corto, mediano y largo plazo
será usado para reprimir las luchas y protestas colectivas. Este Estado
policial se expresa en el Sistema Popular de Protección para la Paz, una ley
que fuerza a la ciudadanía a convertirse en "patriotas cooperantes"
(eufemismo para denominar a soplones y delatores); en las zonas de seguridad
donde se prohíbe el derecho a huelga y a manifestación; en los "cuerpos de
combatientes"; en los Batallones Hugo Chávez; en la Resolución número
8.610 de Min-Defensa; y en el uso de grupos paramilitares contra la población.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia ha establecido que la
posibilidad de manifestarse públicamente depende de la autorización
gubernamental y no se concibe como derecho.
4) Reprobamos absolutamente los negocios de la jerarquía
"bolivariana" con el capital transnacional mediante la creación de
empresas mixtas y la aprobación de las llamadas Zonas Económicas Especiales,
territorios colonizados para las maquilas e inversión de los imperialismos ruso
y chino con todas las garantías. Así mismo señalamos el proceso de legitimación
de capitales de la boliburguesía que, ante la posibilidad de perder la
hegemonía política, hoy realiza fabulosas inversiones secretas, como la adquisición
de medios de difusión masiva, bienes raíces y equipos deportivos, por no hablar
de sus escondrijos en paraísos financieros como Suiza, Panamá y algunas islas
del Caribe.
5) Denunciamos la existencia de la hegemonía comunicacional estatal
tras la adquisición de medios de comunicación privados por parte de testaferros
anónimos que actúan como emisarios de boliburgueses y militares en el poder.
Los principales afectados no son la oposición político-partidista, que cuenta
con acceso a Internet y a medios internacionales, sino los sectores populares
en lucha.
6) Calificamos a la oposición político-partidista del país como
falsa alternativa, herederos de las exclusiones e injusticias del pasado,
negociadores de los principios que dicen defender y portadores de un proyecto
populista y desarrollista petrolero que poco se diferencia del chavo-madurismo.
Basta con revisar el programa petrolero de Leopoldo López para entenderlo como
el mismo rentismo y extractivismo. En cuanto a la MUD, su casi total silencio
sobre estos temas es elocuente, en cuanto a que no pretenden nada muy distinto
a lo que hay. En este año electoral, prometerán villas y castillas, ante lo
cual insistimos en que solo merecen desprecio y abstención.
Como activistas antiautoritarios
trabajaremos por la profundización de la crisis de representatividad de los
diferentes partidos políticos, tanto el PSUV como la MUD y sus derivados,
abordando las luchas de calle como vía para la recuperación del espacio
público, la autonomía y acción directa, impulsando la expansión de todas las
prácticas de solidaridad y apoyo mutuo fuera y en contra del control de los
políticos. Promoveremos iniciativas de economía cooperativa y autogestión como
respuesta inmediata a la crisis, así como experimentos para el ejercicio de la
democracia directa y asamblearia. Participaremos en plataformas colaborativas
de comunicación y en redes sociales donde se ejerza la libertad de opinión e
información, respaldando las luchas de la gente contra los poderes autoritarios
establecidos.
Finalmente, llamamos a luchar en
contra de este modelo político y económico, enfermo en todos sus recovecos de
corrupción, autoritarismo y militarismo.
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