Una clienta denuncia vejaciones en El Corte Inglés al
obligarla ilegalmente a desnudarse tras una falsa acusación de robo
Carmen H.M. acudió el martes por la tarde a comprar al
centro comercial ubicado en la calle María Auxiliadora cuando al salir fue
requerida por la seguridad privada al sospechar que había sustraído ropa.
Mostró sus bolsillos sin prenda alguna, pero la llevaron a un cuarto donde la
obligaron a desnudarse sin presencia policial, como establece la normativa
vigente. "Me sentí totalmente humillada y vejada, como en una cárcel de
Colombia", asegura
Una salmantina ha denunciado ante la Policía Nacional las
presuntas vejaciones sufridas en El Corte Inglés tras ser acusada falsamente de
robo. Así, fue obligada a desnudarse por la seguridad del centro comercial,
hechos que se produjeron sin la presencia policial, como así establece la
normativa vigente y así le han comunicado a la víctima en la Comisaría de
Salamanca mientras interponía la denuncia, a la que ha tenido acceso en
exclusiva SALAMANCA24HORAS.
Carmen H.M. acudió el martes por la tarde a comprar al
centro comercial ubicado en la calle María Auxiliadora. Cerca de la hora de
cierre, a las diez de la noche, se encontraba en la primera planta, en la zona
de lencería, donde decidió dejar dos sujetadores que se había estado probando,
con la intención de regresar al día siguiente por la mañana, ya con más tiempo,
para realizar la compra. En ese momento al salir por la puerta de El Corte
Inglés, un vigilante de seguridad la retuvo, afirmando que había visto algo
sospechoso.
Según relata la víctima, y así lo recoge la denuncia
presentada ante la Policía Nacional, la mujer aseguró que no había cogido nada,
mostrando sus bolsillos para que quedara constancia de que no llevaba prenda ni
objeto alguno perteneciente al centro comercial. Pero el vigilante no la dejaba
salir y avisó a sus compañeros. Entonces llegó un segundo vigilante con un taco
de etiquetas y alarmas, dando por hecho que habían sido robadas por ella.
Carmen insistió en que no había cogido nada, solicitando que miraran las
cámaras de seguridad, pero le afirmaron que se veía cómo cogía prendas.
Entonces fue llevada hasta una habitación, donde se
encontraban tres hombres y una mujer de seguridad de El Corte Inglés. Uno de
ellos le insistió en las acusaciones de robo a partir de las etiquetas y
alarmas de ropa quitadas que habían encontrado, negando Carmen una vez más los
hechos. Aún así, la obligaron a desnudarse, ya sólo en presencia de la mujer,
constatando que no tenía nada. La persona de seguridad comunicó a sus
compañeros que no había encontrado prenda alguna que hubiera sido sustraída,
por lo que, todavía entre acusaciones de robo, la dejaron marchar.
"Al salir me eché a llorar"
Veinte minutos después de iniciarse los hechos, Carmen
Herrera salía de El Corte Inglés. "Al principio me lo tomé un poco a risa
por la incredulidad de ver que me acusaban de algo que no había hecho, pero al
ver que insistían y después pensar que me habían obligado a quitarme la ropa,
me vine abajo y al salir me eché a llorar", relata. "Me sentí
totalmente humillada y vejada, como en una cárcel de Colombia", añade.
Al llegar a casa llamó a la Policía para consultarle si era
legal la situación que había sufrido, explicándole que "era ilegal y
tenían que haber avisado a los agentes para que fueran ellos quienes me
registraran". Por eso, este miércoles por la mañana ha interpuesto una denuncia
en la Comisaría de Salamanca. Además, presentó una hoja de reclamaciones.
"Lo que quiero es que esto no vuelva a pasar y que me pidan disculpas
públicamente, que vean el vídeo bien, porque verán que no cogí nada. Sólo lo
hizo la chica y el vigilante que me paró al principio porque al verme dejar los
sujetadores se equivocó, el otro insistía en que había robado yo la ropa de
esas etiquetas y alarmas que encontraron", concluye.
Versión de la empresa
Por su parte, desde el departamento de prensa de El Corte
Inglés se asegura que en ningún momento se obligó a la clienta a desnudarse,
que fue inspeccionada en una sala de la planta baja y apenas se la retuvo un
minuto.
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