NESTOR
MAKHNO: UN CAMPESINO ANARQUISTA
Cristián
Vila Riquelme
Tal como
durante los convulsionados días de la Guerra Civil española, cuando en Cataluña
- a pesar de toda la violencia y las dificultades ocasionadas por aquélla - los
aires libertarios mostraban ser más que simples utopías, en la agitada Ukrania
de los años de la Revolución bolchevique, las comunas libres rurales,
organizadas por el movimiento anarquista del campesino Néstor Makhno bajo el
grito de "Tierra y Libertad", daban paso a formas hasta ese momento
inéditas de organización social. Como lo destaca Daniel Guérin en su obra El
Anarquismo:
"La
organización autónoma de las masas campesinas que se constituyó por su
iniciativa inmediatamente después del movimiento de octubre, abarcaba una
región poblada por siete millones de habitantes que formaba una suerte de
círculo de 280 por 250 kilómetros. La extremidad sur de esta zona llegaba al
mar de Azov, incluyendo el puerto de Brediansk. Su centro era Guliai-Polié,
pueblo que tenía entre veinte y treinta mil habitantes. Esta región era
tradicionalmente rebelde. En 1905, fue teatro de violentos disturbios."
Con la
"toma" definitiva de Guliai-Polié a mediados de septiembre de 1918
por parte de los guerrilleros makhnovistas, comenzaron a aplicarse los
principios del comunismo libertario y los campesinos se organizaron en comunas
libres - cuyas unidades de producción estaban federadas en distritos que, a su
vez, se federaban en regiones - y donde cada cual trabajaba según sus
capacidades y sus fuerzas; además, quienes eran elegidos para cumplir tareas
administrativas, una vez terminadas sus gestiones, volvían a sus labores
habituales. De ese modo, en todo ese vasto territorio, la sociedad rural se
organizó según el principio de la autogestión libertaria. Este movimiento fue
conocido por una derivación del nombre de su principal gestor: la
makhnovitchina, sin que por eso cayera en prácticas de tipo autoritario. Tanto
así que, cada vez que los guerrilleros makhnovistas entraban a alguna aldea o
región, colocaban carteles con la siguiente leyenda:
"La libertad de los campesinos y de los
obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde
a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los
dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos […]. Los makhnovistas sólo pueden
ayudarlos dándoles consejos u opiniones […]. Pero no pueden ni quieren, en
ningún caso, gobernarlos."
(en Néstor Makhno, el cosaco de la anarquía;
Alexander Skirda).
Lamentablemente,
y por razones parecidas al ocaso del movimiento anarquista conducido por
Buenaventura Durruti en la Cataluña de los años 30, en plena Guerra Civil, el
movimiento makhnovista hubo de luchar constantemente una guerra de guerrillas
implacable, atacado tanto por el Ejército Rojo de los bolcheviques como por el
Ejército Blanco de los zaristas de Denikin y Wrangel, que le impidió llevar a
buen fin sus proyectos de organización social.
Nacido el
27 de octubre de 1889, Néstor Makhno fue el quinto hijo de una familia de
campesinos pobres originarios de Guliai-Polié, y realizó todos los trabajos
propios de su condición, interrumpiendo su educación escolar - impartida sólo
en invierno - a los doce años. Con la revolución de 1905 adhirió a las ideas
libertarias y participó en diferentes acciones en contra de la reforma de
Stolipin, tales como incendios de propiedades señoriales y de campesinos ricos.
Por la muerte de un comisario de policía fue arrestado en 1908 y condenado a la
pena capital, pena que le fue cambiada por trabajos forzados a perpetuidad a
causa de su edad. En prisión, como ha sido el caso de muchos revolucionarios a
lo largo de la historia, Makhno no sólo completó su formación libertaria,
gracias a un viejo anarquista, Piotr Archinov (autor, posteriormente, de un
libro imprescindible: El movimiento makhnovista), sino que también aprendió
gramática rusa, historia y economía política.
Pronto se
destacó por su irreductible y recalcitrante rebeldía, que expresaba a través de
incendiarios y casi cotidianos panfletos, lo que además lo condujo a pasar la
mayor parte de su estadía en la prisión central de Moscú encadenado o
incomunicado. Apenas liberado como consecuencia de la revolución de febrero de
1917, Makhno regresó a su Ukrania natal para organizar la Unión de Campesinos
de Guliai-Polié, según los preceptos del comunismo libertario.
Incorporados
al Soviet de campesinos y obreros de la aldea, Makhno es elegido presidente de
éste, y a finales de agosto de 1917, dicho Soviet procede al "desarme de
toda la burguesía y a la abolición de sus derechos sobre los bienes del
pueblo", ejemplo seguido rápidamente por los diversos Soviets ukranianos.
Luego de la
revolución de octubre, la consigna bolchevique: La tierra para los campesinos,
las fábricas para los obreros, produjo grandes ilusiones en los medios
anarquistas, pero dichas ilusiones se vienen rápidamente por tierra al surgir
el verdadero carácter del partido bolchevique y de su revolución "de
arriba hacia abajo" - o a través de la Dictadura del Proletariado. Dicha
impostura es denunciada también por Makhno, que se transforma por ello en
"el enemigo que hay que eliminar" y es presentado por los
bolcheviques como un simple y vulgar bandido, fanático y cruel. Lo que no les
impide aliarse en dos oportunidades al movimiento makhnovista para luchar
contra Denikine y Wrangel, y una vez establecida la victoria sobre los
Ejércitos Blancos, eliminarlo, persiguiéndolo incluso más allá de su muerte en
el exilio en París (por la tuberculosis adquirida en las prisiones zaristas),
el 27 de julio de 1934, al tratar de minimizar su importancia histórica dentro
del movimiento social y revolucionario.
Como lo
destaca en esa fecha Pierre Berland, corresponsal de Le Temps - ancestro de Le
Monde - en su artículo necrológico:
"Los
periódicos soviéticos no encontraron un espacio para consagrar al líder anarquista
un artículo necrológico, ni siquiera una línea al pie de su sexta página para
anunciar su muerte… Sin embargo, es una figura bien especial este Néstor Makhno
y ninguna conspiración de silencio podrá hacer olvidar el papel importante que
el popular 'Batko' tuvo durante la revolución rusa, en particular en la lucha
contra Denikine. […] ¿Su programa político? Anarquista, quiso otorgar a los
campesinos la tierra, a los obreros las fábricas, con toda propiedad y les
aconsejó organizarse en federaciones de comunas libres. Es decir vio sus
enemigos en los generales blancos que querían el retorno de los grandes
propietarios rurales. […] Se alió varias veces con los bolcheviques, que
consideraba por el momento como un mal menor. […] Los actos de pillaje, de
terror o de antisemitismo eran severamente castigados por Makhno y sus
compañeros […] y trató de realizar algunas de sus 'utopías', la supresión de
las prisiones, la organización de la vida comunal, las 'comunas libres', los
'soviets de obreros' del cual no excluía ninguna categoría social. [Bajo ese
efímero estado de cosas] la libertad de prensa fue completa, y se permitió
tanto la publicación de periódicos socialistas revolucionarios de derecha y de
izquierda como de órganos bolcheviques junto a publicaciones anarquistas. […]
Está fuera de duda que la derrota de Denikine se explica por las insurrecciones
campesinas que enarbolaban la bandera negra de Makhno, más que por los éxitos
del ejército regular de Trotsky. Las bandas de partisanos del 'Batko' inclinaron
la balanza a favor de los rojos, y si Moscú quiere hoy día olvidarlo, la
historia imparcial lo tomará en cuenta".
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