El asalto de Iñaki Urdangarín y sus socios a las arcas públicas de Baleares no se limitó a los 2,3 millones de euros que el Gobierno de Jaume Matas pagó al Instituto Nóos por la organización de dos congresos sobre deporte y turismo. El duque de Palma también se embolsó presuntamente más de 500.000 euros de fondos públicos por su mediación en 2003 entre el Ejecutivo autonómico y la empresa Abarca Sports S. L., propiedad de José Miguel Echávarri -artífice de los cinco Tours ganados por Miguel Induráin- para que el equipo ciclista Banesto pasase a llamarse Illes Balears, según han asegurado a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación que dirige el juez José Castro.
En el verano de 2003, poco después de que Urdangarín tomase las riendas del Instituto Nóos, primero como administrador de la sociedad y más tarde como presidente, el yerno del Rey tiró de su principal contacto en el Ejecutivo de Baleares, José Luis Ballester, para sondear la posibilidad de que Matas se convirtiese en el nuevo patrocinador del equipo Banesto, sucesor del Reynolds y ahora bajo bandera de Movistar. Ballester, ganador de la medalla de oro en la clase Tornado de vela en Atlanta 96 y familiarmente conocido como Pepote, era por entonces director general de Deportes del Gobierno autonómico, además de íntimo amigo de la infanta Cristina de Borbón.
Urdangarín habló primero, a través de uno de sus socios en el Instituto Nóos, Juan Pablo Molinero, con los propietarios de Abarca Sports S. L., Echávarri y Eusebio Unzué, dueños a su vez del Banesto, a los que trasladó la idea de relanzar el equipo mediante un patrocinador que inyectase nuevos fondos en el combinado ciclista. El marido de la infanta Cristina se puso luego en contacto con Ballester -imputado por el juez Castro en el caso Palma Arena- y con Juan Carlos Alía, gerente de Ibatur -el organismo público responsable de promoción turística-, que dimitió un año más tarde por haber cargado a las cuentas públicas sus gastos en el Rasputín, un club erótico de Moscú.
21 millones de euros
Urdangarín, Ballester y Alía, con el beneplácito de Matas, diseñaron la estrategia para patrocinar al equipo ciclista de Echávarri y Unzué, que entre 2004 y 2007 pasó a llamarse Illes Balears. El objetivo era promocionar el archipiélago como destino turístico mediante un equipo del UCI World Tour -la champions league del ciclismo-, y la herramienta utilizada fue la Fundación Illesport, un ente público del Gobierno autonómico encargado de promover el binomio turismo-deporte en las islas. El coste de la operación, según las fuentes consultadas, fue de 21 millones de euros, a razón de siete millones por cada una de las tres temporadas.
Unzué reconoció ayer a El Confidencial la mediación del Instituto Nóos en las negociaciones entre Abarca Sports S. L. y el Gobierno de Matas, y añadió que su interlocutor no fue Urdangarín, sino Molinero. El juez Castro, instructor del caso Palma Arena -presunto desvío de fondos públicos en la construcción de un velódromo en la capital balear- y de las ramificaciones del sumario que han salpicado al yerno de Don Juan Carlos, ha incluido a Molinero en la lista negra de personas investigadas, en la que también están el propio Urdangarín y sus principales colaboradores en Nóos, entre ellos Antonio Ballabriga, actual jefe de Responsabilidad y Reputación Corporativas del BBVA.
El Ejecutivo autonómico del socialista Francesc Antich, que desalojó del poder a Matas en las elecciones de 2007, se negó a renovar el contrato con Abarca Sports S. L., y el equipo ciclista de Echávarri y Unzué tuvo que buscar un nuevo patrocinador: primero fue Caisse d'Epargne y, desde este año, Movistar, gracias al acuerdo alcanzado entre Unzué -Echávarri ya se desvinculó de la empresa- y la filial de la compañía que preside César Alierta. Sin embargo, la ruptura entre Abarca Sports S. L. y el Gobierno balear acabó en los tribunales, ya que este último se negó a abonar una partida pendiente de casi 600.000 euros que Matas debía por el patrocinio del Illes Balears.
fuente: elconfidencial
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