Angel C. Gómez de la Torre, de Puerto Real
Esta carta es mi homenaje a la memoria de Federico García Lorca, asesinado en la madrugada del día 18 de agosto de 1936. Fue uno de los crímenes de la guerra civil española. El titulo de la carta es igual al de un documental donde se habla de su muerte y de sus responsables. Es recomendable que lo vean por sus impresionantes conclusiones. El título es también un extracto de su poema “Asesinato”: “¿Cómo fue? Una grieta en la mejilla. ¡Eso es todo! Una uña que aprieta el tallo. Un alfiler que bucea hasta encontrar las raicillas del grito. Y el mar deja de moverse. ¿Cómo? ¿Cómo fue? Así. ¡Déjame! ¿De esa manera? Si. El corazón salió solo. ¡Ay, ay de mi!”.Durante más de cuarenta años nada se supo de su muerte, pero a partir de mediados de la década de los setenta se empezó a investigar y a escribir. El biógrafo y la teoría más aceptada es la de Ian Gibson, sus conclusiones son una prueba más de la capacidad humana para el horror. Federico García Lorca era un hombre capaz de no desprenderse del niño que quizás todos por falta de coraje nos desprendemos, no tenía miedo a la guerra. No era apolítico, aunque no era capaz de afiliarse a ningún partido sus ideas eran revolucionarias, como su obra. Estaba en la línea del socialismo de Fernando de los Ríos, su maestro.Federico era principalmente tres cosas: un gran poeta, un homosexual y un hombre de izquierdas. Cuentan que cuando se encontraba al filo de la fosa donde lo iban a enterrar, soltó un grito: ¿Dónde está mi luna?. La respuesta de sus asesinos no se hizo esperar, le dieron un culatazo en la cabeza y cayó a la fosa. Desde arriba le escupieron, le dispararon y le insultaron: ¡Rojo! ¡Maricón! Solo les falto insultarle de gran poeta. Tenía todas las papeletas de ser una de las víctimas, la homofobia es fascista. En su muerte confluyen muchos factores: odio a su familia por problemas de tierras, ya era muy conocido por sus obras por lo cual era envidiado al ser de izquierdas y es curioso que de las tres familias más adineradas de la vega de Granada, una era la de García Lorca y las otras dos, los Roldan y los Alba, que fueron posteriormente de Falange.El principal responsable de su muerte fue Ramón Ruiz Alonso, quien puso su primera denuncia, después vendrían las bendiciones de Queipo de Llano y de Jose Valdés, el gobernador militar en Granada tras el golpe de estado. Ramón Ruiz Alonso fue un oportunista político que provecho aquella situación para ganar puntos en la nueva Falange. La Falange eran cuatro gatos, pero después del golpe serian miles. Se afiliaron miles de oportunistas, unos para cubrir su pasado de izquierdas, otros para enriquecerse y algunos por venganza. Muy pocos idealistas. Y en manos de estos nuevos afiliados se puso la represión que se llevo a cabo. Se cometieron muchos crímenes por ajustes de cuentas, envidias y asuntos de tierras. Por la ambición política de Ramón Ruiz Alonso murió el hombre más importante de Andalucia. Se te quitan las ganas de creer en la sociedad y en la política, porque la vida del hombre más importante de España en aquellos días murió por la ambición política de una persona que no representaba, ni representó, ni representará absolutamente nada: Ramón Ruiz Alonso.Su asesinato fue uno y es uno de los grandes enigmas de la guerra civil. Aun sin resolver. Y por el egoísmo de su familia está enterrado en el mismo lugar donde fue torturado y asesinado. Sigue tirado como un perro en una cuneta. Uno de los hombres más importantes de la historia de Andalucía se encuentra en la misma cuneta de aquella madrugada del 18 de agosto de 1936.
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