HOMENAJE A LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA 1936-1964
El S.O.V. de
Puerto Real llevó a cabo en la última semana de septiembre los Actos
Conmemorativos en Homenaje a la Guerrilla Española entre los años 1936 a 1964.
Un número monográfico de la revista A Proa, editada por el sindicato, recogía
el resultado de la investigación sobre el tema realizada por los propios
militantes, a saber:
Que durante
muchos años se ha silenciado y olvidado el sacrificio de tantos compañeros y
compañeras que dieron sus vidas por construir un mundo mucho más libre, justo y
humanitario.
Que si bien la labor y
contribución de otros grupos de resistencia al fascismo en Europa fue
reconocida, la de los españoles fue abandonada y marginada, a pesar de haber
contribuido en gran medida a la liberación de Francia y a la evacuación de
miles de soldados y civiles europeos.
Que como pago por los
“servicios prestados” recibieron de parte de las potencias vencedoras (Francia,
Inglaterra y EE.UU.) el apoyo vergonzoso de éstas al régimen del dictador
Franco, lo que dio paso a la tortura y asesinato de miles de hombres y mujeres
antifascistas.
Que como colofón, los
partidos políticos artífices de la Transición “democrática” y la Constitución
de 1978 acordaron sin asomo de vergüenza la supresión del referente histórico
de la Guerrilla Española, con el fingido propósito de “no alterar la
convivencia futura”.
Para rescatar nuestra
memoria histórica el sindicato organizó una charla-debate sobre la Guerrilla
Española, que contó con la participación del compañero Eduardo Pons Prades,
ex-guerrillero, periodista y escritor, el cual compartió con el numeroso
público asistente sus propias vivencias en torno a la represión franquista
durante la guerra civil, y posteriormente, cuando la dictadura vencedora se
decide a eliminar todo resto de oposición al régimen.
Los testimonios de este
veterano cenetista pusieron de manifiesto cómo los combatientes republicanos
refugiados en Francia al término de la guerra fueron recluidos en una simple
playa, con el mar por un lado y una alambrada por el otro, custodiada ésta por
un escuadrón de la legión extranjera que ni siquiera hablaban francés,
esperando los franceses sencillamente a que se murieran de hambre, frío y
enfermedades. Junto a este “campo de muerte” colocaron un campamento de Cruz
Roja, equipado con comodidades, alimentos y medicinas, pero sólo utilizable por
aquellos que permitieran voluntariamente ser repatriados a España.
Explicó también cómo la
traición al bando republicano perpetrada por las “democracias” occidentales, Inglaterra
a la cabeza, fue debida precisamente a la obra constructiva de la Revolución
Española, puesta en marcha fundamentalmente por militantes de la CNT, puesto
que las expropiaciones y colectivizaciones realizadas sobre empresas inglesas
“no era del agrado del gobierno de su graciosa majestad”.
Dos militantes del sindicato
local presentaron el acto, donde se dieron también calurosas intervenciones por
parte de los asistentes, y expresaron la voluntad de rescatar para la memoria
histórica colectiva el ejemplo de tantos hombres y mujeres masacrados por creer
en la libertad, independientemente de su filiación política.
Al día siguiente se
descubrió una placa Homenaje a la Guerrilla Española 1936-1964, colocada sobre
la fachada del sindicato, en un emotivo acto que fue seguido por muchas
personas. El texto de la placa glosa así:
“Vosotros
hermanos, compañeros sencillos.
Que
con la palabra, con lanza y escudo.
Os enfrentasteis a la barbarie con
dignidad.
Vosotros
quijotes olvidados,
Defensores
de la equidad,
Forzados
al ostracismo.
Por propios y extraños”.
Puerto Real 27 de Septiembre 2001
Como colofón, el tercer día se proyectó la película sobre
el maquis español “Silencio roto”, dirigida por Montxo Armendáriz, un relato
muy fiel a la realidad que supuso el exterminio sistemático de los guerrilleros
y sus contactos perpetrado por la Guardia Civil en el periodo de 1944 a 1948.
La acción se centra en un pequeño pueblo de montaña, donde
el miedo se impone sobre todo intento de resistencia al régimen, con
represalias sobre familiares de los huidos a la montaña, y donde el amor de una
muchacha, surgida de la admiración por el valor de un joven herrero que se echó
al monte por defender sus ideas, consciente de arriesgar su vida, se ve
truncado por el implacable terror impuesto por los vencedores.
Puerto Real Septiembre
2001
Sindicato de Oficios
Varios CNT-AIT Puerto Real
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