Carta a los anarquistas españoles
- Nestor Makhnó (1931)
Queridos compañeros Carbó y
Pestaña:
Trasmitid a nuestros amigos y
compañeros españoles y, a través de ellos, a todos los trabajadores, mis ánimos
para que no desfallezcan en el proceso revolucionario iniciado, así como para
que se apresuren a unirse en torno a un programa práctico, trazado en un
sentido libertario. Se debe evitar a toda costa la ralentización de la acción
revolucionaria de las masas. Por el contrario, debemos esforzarnos por
ayudarlas a presionar (mediante la fuerza si fuera preciso) al actual gobierno
republicano, que está obstaculizando y desviando la revolución con sus absurdos
decretos, para que desista de tales esfuerzos dañinos.
El proletariado español (obreros,
campesinos y trabajadores intelectuales) debe unirse y desplegar la mayor
energía revolucionaria para dar lugar a una situación en la que la burguesía no
tenga oportunidad para oponerse a la conquista de la tierra, las fábricas y de
las libertades completas; situación que cada vez sería más amplia e
irreversible. Es crucial aplicar todas las energías para garantizar que los
trabajadores españoles entiendan y tengan en cuenta que si permanecieran
inactivos y limitándose únicamente a aprobar resoluciones sin ningún buen
resultado, estarían haciéndole el juego a los enemigos de la revolución,
dejándoles ir a la ofensiva, dándoles tiempo y, como corolario, dejándoles
sofocar la revolución en marcha.
A tal fin, se hace necesaria la
agrupación de las fuerzas anarquistas, especialmente con la fundación de un
gran Sindicato del Campo que debería federarse en la Confederación Nacional del
Trabajo y dentro del cual los anarquistas deberían trabajar denodadamente. Es
también de vital importancia que ayuden a los trabajadores a instaurar, en su
momento, órganos de autogestión económica y social, así como fuerzas armadas
para la defensa de las conquistas sociales revolucionarias que inevitablemente
serán impuestas una vez que se hayan hecho con el control de la situación y roto
con las cadenas de su esclavitud. Sólo de este modo y mediante tales métodos de
acción social las masas revolucionarias serán capaces de golpear mientras el
hierro está caliente contra todo intento de un nuevo sistema de explotación por
descarrilar la revolución en curso.
A mi parecer, la federación
anarquista (1) y la Confederación Nacional del Trabajo deben considerar esta
cuestión seriamente. A tal fin, deben formar grupos de acción en cada
localidad. Del mismo modo, no deben temer a asumir en sus manos la dirección
estratégica, organizativa y teórica del movimiento popular. Obviamente deben
evitar unirse con los partidos políticos en general y con los bolcheviques en
particular, ya que imagino que los bolcheviques españoles serán buenos
imitadores de sus colegas rusos. Seguirán los pasos del jesuita Lenin o incluso
los de Stalin, no dudando en establecer su monopolio sobre todos los resortes
de la revolución, de cara a establecer el poder de su partido sobre el
territorio, los efectos de lo cual nos son familiares por el vergonzoso ejemplo
de Rusia: el silenciamiento de todas las tendencias revolucionarias y el fin de
la independencia de las organizaciones de los trabajadores. Ya que se ven a
ellos mismos como dueños absolutos del poder y en posición de controlar todas
las libertades y derechos de la revolución. De modo que inevitablemente
traicionarán tanto a sus aliados como a la propia causa revolucionaria.
La causa de la revolución
española es la causa de todos los trabajadores del mundo y en esta tarea es
imposible trabajar conjuntamente con el partido que, en nombre de su dictadura,
no tendría ningún reparo en burlar al pueblo y concentrar en sus manos todos
los resortes revolucionarios, para emerger como los peores déspotas y enemigos
de la libertad y las conquistas del pueblo.
Que la experiencia de Rusia sea
un aviso para vosotros. ¡Ojalá que la desgracia del bolchevismo ruso nunca
arraigue en el suelo revolucionario de España!
¡Larga vida a la unión de los
obreros, campesinos y trabajadores intelectuales de toda España!
¡Larga vida a la revolución
española, que se dirige hacia un nuevo mundo de cada vez mayores conquistas
emancipadoras bajo la bandera del anarquismo!
Con mis mejores deseos
fraternales.
Nestor Makhnó
29 de Abril de 1931
Probuzhdeniye, N°23-27,
Junio-Octubre de 1932, pp. 77-78.
Nota del traductor:
1. Se refiere a la Federación
Anarquista Ibérica (FAI).
Traducido por Jordi Rey y
corregido por MG, con referencia a la versión revisada.
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