Ada Martin – escritora, periodista y anarquista
El 1 de julio de 1915
nace en Barcelona (España) la escritora, periodista e intelectual anarquista
María de la Concepción Martín Fuster, más conocida como Ada Martín. Nacida en
una familia de clase media catalana, estudió psicología y fue alumna del médico
anarquista Félix Martí Ibáñez. En estos años de estudiante, formó parte del
grupo de afinidad libertario y de la escuela racionalista «Los Idealistas
Prácticos», fundado por Martí Ibáñez, y fue una destacada militante de la
Federación Estudiantil de Conciencias Libres (FeCl), a Además de frecuentar los
círculos independentistas catalanes. Intelectual cultísima, vivía en Poblesec
de Barcelona, en una habitación llena de libros. Escribía en catalán y en
castellano, conocía profundamente importantes filósofos y escritores
(Kierkegaard, Schopenhauer, Nietzsche, Unamuno, Freud, Reich, Romand Rolland,
Gide, Rabelais, etc.) Y se cartearse con Pío Baroja, a quien consideraba su
maestro. Durante los hechos revolucionarios de octubre de 1934, fue herida
cuando defendía, junto con el independentista Jaume Compte Canelles, la sede
del Centro Autonomista de Dependientes del Comercio y de la Industria (CADCI).
Entre abril y octubre de 1936 publicó dos relatos de la
serie «La Novela ideal», publicada por las ediciones de La Revista Blanca. Fue
una asidua de las tertulias que todas las tardes se celebraban en el cuarto
piso de la «Casa CNT-FAI», organizadas por Rodolfo González Pacheco y en las
que intervenían destacados libertarios (Simón Radowitzki, Vicente Tomé, Antonio
Casanova Prado, Dolores Cascante, José María Lunazzi, etc.). En estas tertulias
se enamoró de Lunazzi, entonces miliciano de la «Columna Durruti», con el que
rompió la relación tajantemente el día que lo vio vestido de militar. Participó
activamente en los "Hechos de Mayo" de 1937. En julio de ese año
participó en el Pleno Local Anarquista de Barcelona ya finales de año fue
delegada por Barcelona en el Congreso de la FeCl celebrado en Valencia donde se
fundó, con el apoyo del Sindicato de Profesiones Liberales de la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT), la Federación Ibérica Estudiantil Revolucionaria
(Fiera), que publicó la revista Fuego, la cual dirigió. Se enfrentó a Serafín
Aliaga, del Comité Peninsular de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
(FIJL), porque ella consideraba que la Fiera no debía circunscribirse sólo a la
teoría y que tenía que jugar un papel importante en la práctica de la FIJL.
Durante toda la guerra colaboró asiduamente con
"Mujeres Libres», ocupó la corresponsalía de Fragua Social en Barcelona y
fue reportera en el frente de la revista Nosotros, además de dirigir Evolución.
Participó en los Institutos Obreros, que tenían como objetivo facilitar los
estudios superiores a los jóvenes obreros, aunque su tarea no fue fácil debido
al alistamiento de estos. Durante los años bélicos colabora en diferentes
publicaciones libertarias, como Acracia, El Amigo del Pueblo, Criticón, Días de
Fuego, Esfuerzo, Estudios, Evolución, Fragua Social, Fuego, Libre-Studio, Mi
Revista, Mujeres Libres, nosotros, Ruta, Tierra y Libertad, etc. Mantuvo
posiciones anticolisión colaboracionista, por lo que fue nombrada Piel Roja, y
criticó la deificación de determinados militantes (Durruti, Ascaso, etc.). En
1939, con el triunfo franquista, pasó a Francia y fue recluida en el campo de
concentración de Argelès. Durante la II Guerra Mundial llevó una vida nómada y
semiclandestina, ayudando como pudo los refugiados españoles concentrados en
los campos desde varias agrupaciones y sin participar en la Resistencia
francesa que consideraba demasiado nacionalista. Por su independencia, en 1946
su reingreso en la CNT se le negó, a pesar de los incondicionales avales de
Antonio García Birlán y de Gastón Leval. Unió sentimentalmente con un profesor
y escritor danés, del que, en febrero de 1948, tuvo un hijo, Federico, y en
septiembre de ese mismo año se divorció, obteniendo la tutela del hijo a pesar
de la oposición del padre.
En los años cincuenta
se instaló en París y vivió con el librero ruso Boris, con quien en 1953 tuvo
una hija, Claudia, pero quien finalmente la abandonó. Después de varios amantes
y de dejar sus hijos en un pensionado, vivió como pudo vendiendo libros de
ocasión (bouquiniste) junto al Pont Neuf del Sena. Problemas de salud
(deficiente alimentación, insomnio, etc.) Y problemas vitales (penurias
económicas, alejamiento de los hijos, imposibilidad de dedicarse a la
literatura, etc.) La sumió en una creciente depresión. El 29 de agosto de 1959
murió su hijo Federico, que no se recuperó de la anestesia de una intervención
quirúrgica de poco riesgo. Tras dejar a su hija en un pensionado de monjas,
intentó en varias ocasiones suicidarse.
Ada Martín murió el 1
de diciembre de 1960 en París (Francia) a causa de una sobredosis de
somníferos, después de una noche de insomnio, delirios y ansiedad, y fue
enterrada el 6 de diciembre en el Cementerio Parisino de Thiais (Isla de
Francia, Francia). Su hija acabó en un convento de monjas, sin que los
compañeros libertarios pudieran impedirlo.
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