Los afectados de la promoción Cala del Sol de Aifos exigen que les entreguen ya sus hogares aunque «no tengan puertas ni ventanas»
Para el primer trimestre de 2007 estaba prevista la entrega de la promoción de viviendas Cala del Sol, situadas en la Ronda del Estero. Han pasado más de año y medio y los aproximadamente 300 propietarios siguen esperando la entrega de llaves. Eso sí, todos ya han depositado los 60.000 euros necesarios para dar el siguiente paso, sin saber cuándo se llevará a cabo ya que, en el mejor de los casos, a uno de los bloques aún le quedan un par de meses de obras, mientras que otro acumula un retraso de un año. Ambas actuaciones están paralizadas.La desesperación de los propietarios la refleja bien Ángel Román, presidente de la asociación Acasol y uno de los primeros que se movilizaron para realizar acciones en contra de Aifos, empresa encargada de la promoción. Ángel recuerda que incluso se hizo con los avales bancarios «con lo cual pagaba más». «Mosqueado» por la falta de documentos, solicitó el nombre del resto de propietarios para formar una plataforma, «pero me lo negaron amparados en la protección de datos; no me quedó otro remedio que ponerme en la puerta del punto de venta y preguntar a quien entraba si estaba interesado en unificar protestas». De esta forma se fue gestando una entidad que actualmente cuenta con sus propios estatutos, además de un administrador para coordinar esfuerzos. Ángel se conoce la problemática de muchos propietarios, como el de «una pareja joven que se iba a casar y esperaba la casa y ya tiene un hijo y aún vive con los padres».Ángel asegura que «lo que queremos es nuestra vivienda e incluso hay quien afirma que se la den ya, como esté, sin puertas ni ventanas». La alarma surgió cuando Unicaja anunció que quería esperar un par de años, hasta que se estabilice la situación, para desbloquear los bloques paralizados. «Da la sensación de que especulan con nuestras casas», afirma.A juicio en diciembreBenito González, otro de los afectados más reivindicativos, se enfrentará en juicio a Aifos el próximo 16 de diciembre por incumplimiento de contrato. Pero la lucha pasa factura, ya que se encuentra en tratamiento al padecer depresión y tener «los nervios a flor de piel, porque mi intención era hacer frente a los 60.000 euros con otro préstamo que no llega y ya no sé cómo hacer frente a las deudas». Benito afirma que «cada afectado tiene su historia» y recuerda el de «un joven militar que fue a Bosnia para conseguir la entrada y ahora está metido en otra hipoteca». En la mayoría de casos se repite la historia: «Padres que realizaron hipotecas puentes para darle un lugar donde vivir a sus hijos, pero siguen viviendo con ellos y endeudados».María Dolores Núñez intentó vender la casa antes de que surgieran todos los problemas, pero «Aifos ya tenía un mal nombre y no lo conseguimos hacer a pesar de que regalábamos incluso un viaje a Tenerife para una semana con todos los gastos pagados en un hotel de cuatro estrellas. Ni con esas logramos que alguna persona se interesara por la vivienda».El propio Ángel quiso «permutar el contrato con otra vivienda de Aifos y me dieron a elegir entre dos promociones de Málaga y Almería. Pues bien, cuando fui a verlas había propietarios que me la vendían mucho más barata que la promotora al tener la categoría de segunda residencia, por eso preferí quedarme como estoy».
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