A la entrada del concierto de €xtremoduro el pasado día 31 de octubre en La Laguna. En el tránsito hacia la comisaría, golpean violentamente a uno de los detenidos.
Dentro de su campaña de denuncia contra la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) por su política de represión cultural, un grupo de afiliados a la CNT se concentró en un piquete informativo a la entrada del concierto que el grupo Extremoduro daba el pasado día 31 de octubre en La Laguna, siendo detenidos dos de sus afiliados por lo que consideran "un atentado contra la libertad de expresión".
La CNT informa que lo debería haber sido un acto pacífico, “como los otros muchos que se han realizado hasta ahora, se convirtió por obra y genio de la UIP (Unidad de Intervención Policial) en un acto de represión de la libertad de expresión”.
El sindicato informa que la UIP, conduciéndose de manera violenta, se presentó en el piquete informativo y, sin mediar palabra, intentó retirar la pancarta informativa, cosa que no lograron ante la negativa de los componentes del piquete a permitir que inculcaran su libertad de expresión.
Ante esta situación, y sin mediar provocación alguna por parte de los afiliados de la CNT, deciden los miembros de las Fuerzas del Orden del Estado aplicar su propia ley, empujando, dando golpes a diestro y siniestro y tirando al suelo a varios de los concentrados.
A través de un comunicado la CNT explica que ante la resistencia de sus militantes a ser avasallados y golpeados, sabiendo a ciencia cierta que no estaban cometiendo ninguna ilegalidad, la UIP desplegará una fuerza policial desmesurada procediendo a detener de manera arbitraria a dos miembros del Sindicato al tiempo que retienen al resto de los concentrados.
“Pero, como si esto no fuera suficientemente grave, en el tránsito hacia la comisaría, varios números de la policía deciden tomarse la justicia por su mano, golpeando y torturando violentamente a uno de los detenidos, dejándole evidentes marcas de los golpes en su cara y parte del cuerpo. El talante de estos supuestos servidores del pueblo quedó de manifiesto cuando nos acercamos a la Comisaría para interesarnos por el estado de nuestros compañeros, en donde nos estuvieron engañando y mintiendo, diciéndonos que habían sido trasladados a un Centro Médico cercano, cuando la realidad era que estaban en los calabozos. Así estuvieron durante más de dos horas hasta que finalmente, ante la insistencia del Sindicato por conocer el estado de sus afiliados, decidieron informarnos que los detenidos, efectivamente, estaban en los calabozos de la comisaría”.
Tras pasar la noche en los calabozos, los miembros de la CNT son trasladados a los Juzgados de Guardia en donde ante su sorpresa se les informa de que habían sido acusados de resistencia y atentado contra la autoridad “como si nosotros nos hubiéramos conducido de manera violenta y nos hubiéramos dedicado a golpear con nuestras cabezas, los puños y porras de la UIP”.
Puestos en contacto con la Delegación de Gobierno, se les informa que se les había impedido ejercer su libre derecho de expresión “pues estábamos alterando el orden público e impidiendo el paso a más de 300 personas al concierto, como si 6 personas pudieran parar a esa cantidad de gente, cuando la realidad era que mucha gente no entraba porque no quería y buena parte de los mismos permanecían en torno al piquete informativo mostrando su solidaridad con el mismo”.
CNT denuncia que este grave atentado contra la libertad de expresión, que recuerda a los peores momentos de falta de libertad, en donde las fuerzas policiales estaban por encima de cualquier ley, no puede quedar impune pues supone aceptar de hecho la imposición de una dictadura inculcando los derechos fundamentales de todos los habitantes de este país. Por parte de la CNT se reserva ejercer las medidas que considere oportunas para denunciar públicamente tal situación de represión.
La CNT informa que lo debería haber sido un acto pacífico, “como los otros muchos que se han realizado hasta ahora, se convirtió por obra y genio de la UIP (Unidad de Intervención Policial) en un acto de represión de la libertad de expresión”.
El sindicato informa que la UIP, conduciéndose de manera violenta, se presentó en el piquete informativo y, sin mediar palabra, intentó retirar la pancarta informativa, cosa que no lograron ante la negativa de los componentes del piquete a permitir que inculcaran su libertad de expresión.
Ante esta situación, y sin mediar provocación alguna por parte de los afiliados de la CNT, deciden los miembros de las Fuerzas del Orden del Estado aplicar su propia ley, empujando, dando golpes a diestro y siniestro y tirando al suelo a varios de los concentrados.
A través de un comunicado la CNT explica que ante la resistencia de sus militantes a ser avasallados y golpeados, sabiendo a ciencia cierta que no estaban cometiendo ninguna ilegalidad, la UIP desplegará una fuerza policial desmesurada procediendo a detener de manera arbitraria a dos miembros del Sindicato al tiempo que retienen al resto de los concentrados.
“Pero, como si esto no fuera suficientemente grave, en el tránsito hacia la comisaría, varios números de la policía deciden tomarse la justicia por su mano, golpeando y torturando violentamente a uno de los detenidos, dejándole evidentes marcas de los golpes en su cara y parte del cuerpo. El talante de estos supuestos servidores del pueblo quedó de manifiesto cuando nos acercamos a la Comisaría para interesarnos por el estado de nuestros compañeros, en donde nos estuvieron engañando y mintiendo, diciéndonos que habían sido trasladados a un Centro Médico cercano, cuando la realidad era que estaban en los calabozos. Así estuvieron durante más de dos horas hasta que finalmente, ante la insistencia del Sindicato por conocer el estado de sus afiliados, decidieron informarnos que los detenidos, efectivamente, estaban en los calabozos de la comisaría”.
Tras pasar la noche en los calabozos, los miembros de la CNT son trasladados a los Juzgados de Guardia en donde ante su sorpresa se les informa de que habían sido acusados de resistencia y atentado contra la autoridad “como si nosotros nos hubiéramos conducido de manera violenta y nos hubiéramos dedicado a golpear con nuestras cabezas, los puños y porras de la UIP”.
Puestos en contacto con la Delegación de Gobierno, se les informa que se les había impedido ejercer su libre derecho de expresión “pues estábamos alterando el orden público e impidiendo el paso a más de 300 personas al concierto, como si 6 personas pudieran parar a esa cantidad de gente, cuando la realidad era que mucha gente no entraba porque no quería y buena parte de los mismos permanecían en torno al piquete informativo mostrando su solidaridad con el mismo”.
CNT denuncia que este grave atentado contra la libertad de expresión, que recuerda a los peores momentos de falta de libertad, en donde las fuerzas policiales estaban por encima de cualquier ley, no puede quedar impune pues supone aceptar de hecho la imposición de una dictadura inculcando los derechos fundamentales de todos los habitantes de este país. Por parte de la CNT se reserva ejercer las medidas que considere oportunas para denunciar públicamente tal situación de represión.
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