El ‘valle de los caídos´ del PP
• Si finalmente Mariano Rajoy ha aceptado que en la Ley de Memoria Histórica el Valle de los Caídos se convierta en un monumento civil, el líder del PP ya posee también su propio Panteón de Hombres (y Mujeres) Ilustres que dieron su carrera política por las ideas conservadoras y ahora han quedado ‘aparcados’ o ‘congelados’.
Reportaje por: Federico Utrera
Fue uno de los propios diputados del Partido Popular quien, viendo la suerte que habían corrido tras el congreso del partido muchos de sus compañeros, acuñó para ellos el nombre de “El valle de los caídos” por el modo en que fueron alejados del poder. El primero en emprender a la velocidad del sonido su paso a la vida civil fue el actual delegado de Telefónica para Europa, el abogado alicantino Eduardo Zaplana. No esperó siquiera al congreso de su partido y dejó el coqueto sueldo de portavoz parlamentario en el Congreso (6.000 euros al mes) por el más apañado de un millón de euros al año que conlleva su nueva condición de miembro del consejo de administración de Telefónica, O2 Europa y Telefónica O2 República Checa. Además, ha constituido Decuria Consulting, sociedad limitada para asesoramiento de empresas y fundaciones. Tiene la sede en el domicilio familiar de Zaplana, en el madrileño Paseo de la Castellana, que le costó 1,62 millones, y figura como administrador de la empresa con su nombre completo: Eduardo Andrés Julio Zaplana Hernández-Soro.Así, recorre el mismo camino que antes convirtió al abogado y doctor en Economía Rodrigo Rato también en asesor independiente, además de director general senior de la banca Lazard, con despacho en Londres y Madrid y dependencia directa de su presidente, Bruce Wasserstein, quien gestiona las fortunas de afamados españoles, como el ex presidente del Real Madrid Florentino Pérez. Rato es el ejemplo que todos quieren seguir. Su cargo y sueldo de tres millones de euros al año lo simultanea con otros similares: asesor de Emilio Botín y miembro del Consejo Asesor Internacional del Banco Santander (200.000 euros anuales) y presidente del Consejo Asesor de Criteria Caixa Corp, a petición de Ricardo Fornesa e Isidro Fainé, hombres fuertes de la Caixa. Vinculados al Santander como consejeros ya estaban antes los ex dirigentes populares Isabel Tocino y Abel Matutes, pero el prestigio de Rato es mayor y cobra 70.000 euros por conferencia, mientras que José María Aznar, consejero de Centaurus Capital, de News Corporation (Grupo Murdoch) y de J. E. Roberts (inmobiliarias), las tasa en 90.000, que factura a través de su sociedad limitada Famaztella (Familia Aznar Botella).El hijo político de Rato, Juan Costa, amagó con disputar el liderato a Rajoy, pero finalmente se amilanó. Este abogado especializado en asesoramiento jurídico de empresas, ex consejero del FMI y ex ministro, ya fue presidente de la firma Ernst and Young (un millón de euros al año) y ahora planea retornar a la iniciativa privada y dedicarse a la política local como diputado por Castellón: “Deseo vincularme más en el día a día de la provincia”, declara. Su esposa, Elena Sánchez Álvarez, le ayudará desde su empresa Free Handicap, que fue la adjudicataria de una parte de la organización del último congreso del PP en Valencia y del festival Summercase de Boadilla del Monte (Madrid), donde la oposición, Alternativa por Boadilla, ha denunciado que se le eximió de 400.000 euros en impuestos municipales por su ocupación de suelo público.La reconversión de Ignacio Astarloa, que no ha renovado como responsable de la Secretaría de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del PP, es más problemática. Sin embargo, el antiguo secretario general del Congreso, cargo por oposición más alto e influyente de la Cámara Alta, podrá acomodarse, según uno de sus más feroces detractores, el peneuvista Iñaki Anasagasti: “Astarloa, hijo del profesor de euskera del ‘batzoki’ de Madrid, afiliado al PNV, fue letrado mayor del Parlamento Vasco, de allí pasó a ser letrado mayor del Congreso y ahí le vi yo ir cambiando a una militancia servil con el PSOE. Y cuando este partido perdió las elecciones, fue cambiando paulatinamente y acabó de seguidor de Acebes en los momentos más duros del ‘aznarato’”. De momento, Astarloa ha confirmado que se queda como “diputado de base” en la Carrera de San Jerónimo.A Ángel Acebes, licenciado en Derecho por Salamanca, se le ha visto este verano por Valencia, en la fiesta del Valencia Street Circuit, durante la gran noche de la Fórmula 1 de Briatore y Alejandro Agag, y por Mallorca, cenando con un conocido periodista, con el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz; con un prestigioso hotelero balear y con un empresario del calzado. En ese mismo lugar fue donde el ex presidente balear Jaume Matas consiguió su trabajo fuera del partido: director en Estados Unidos de la cadena Crestline, perteneciente a la hotelera insular Barceló, y consejero de su fondo de inversiones Playa. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha solicitado a Miguel Blesa, director general de Caja Madrid, que coloque a Acebes como consejero del holding financiero Cibeles, que tiene previsto salir a bolsa en noviembre, pero éste se resiste.Para María San Gil, ex presidenta del PP vasco, el futuro laboral es más complicado. A esta filóloga, que fue asesora de Gregorio Ordóñez en el Ayuntamiento de San Sebastián y estaba junto a él cuando le asesinaron, le están organizando sus amigos un homenaje público en Madrid este mes de septiembre como “desagravio” a su situación. De momento, ella ha anunciado que va a entregar su acta de diputada vasca, que está en el mercado buscando un hueco y que quiere vivir y trabajar en San Sebastián. Ha declinado ser tertuliana en varios medios de comunicación y a una periodista vasca le ha asegurado con ironía que colgaría un anuncio por palabras en un diario con la leyenda: “Se ofrece veterana política para trabajo digno”.Gabriel Elorriaga, el ex portavoz del PP sustituido ahora por el valenciano Esteban González Pons, tiene asegurada su plaza como inspector fiscal por oposición, aunque continuará en su escaño por Madrid. Aquel que se atreviera a declarar por escrito en un artículo que “Rajoy no está en condiciones de ofrecer un liderazgo renovado, sólido e integrador” se quiere volcar en su nueva portavocía parlamentaria de Ciencia e Innovación frente a la ministra Cristina Garmendia, aunque con una mirada puesta en la Comunidad de Madrid tras su apoyo público a Esperanza Aguirre y haciendo un reciclaje intensivo hacia otros asuntos, sobre todo sanitarios.Al abogado del Estado Manuel Pizarro, afamado empresario que fichó entre laureles para figurar en las listas madrileñas del PP al Congreso pero que se desinfló inesperadamente tras su primer –y único– debate televisivo con Pedro Solbes, le han buscado acomodo como portavoz de la Comisión Constitucional del Congreso, un cementerio de elefantes que preside Alfonso Guerra y que se reúne pocas veces al año. En su última cita, celebrada este verano, tuvo que ceder su intervención a otros dos diputados, Juan Carlos Vera y Celso García, por indicación de la nueva portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría. Y eso que Pizarro ya ha dicho que no quiere regresar a las finanzas y está a la espera de tiempos políticos mejores: Bolsas y Mercados Españoles (BME) ya le ha nombrado sustituta, Mercedes Vérgez, como consejera independiente, y sus 18,4 millones obtenidos de Endesa como indemnización tras su cese le garantizan un retiro sosegado en esta comisión parlamentaria.Caso contrario es el del ingeniero Francisco Álvarez-Cascos, ex vicepresidente y ex ministro de Fomento, que logró colarse como delegado en el congreso del PP en Valencia entre las filas madrileñas de Esperanza Aguirre, ya que su pretensión fue frustrada en su Asturias natal por las huestes de Ovidio Sánchez, nuevo responsable regional, cercano a Rajoy. En Valencia enmendó la ponencia política por considerar “imprecisa e inconexa” la nueva ideología centrista del PP y reclamó suprimir el Comité Autonómico del partido. Ninguna de las dos sugerencias fue aceptada. Las decepciones le han hecho volcarse en la empresa privada como asesor de constructoras y de arte, esta última actividad a través de Aqualium, la empresa que administra María Porto, su tercera esposa. Con las primeras, opera por medio de Spineq Europe en compañía del ex secretario de Estado Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia. También ha formado parte de otras empresas, como Tecnas, dedicadas a urbanismo, ingeniería y arquitectura, y Servicios Integrales de Procesos Informáticos, dedicada a la construcción.Vicente Martínez Pujalte, el diputado popular más dicharachero, ha olvidado sus antiguas algaradas, se ha afeitado el bigote y aunque ha sido desposeído de sus influyentes cargos en la Cámara Baja como portavoz adjunto y económico, se lo ha tomado con humor y ha prometido hacer los deberes con Rajoy, dispuesto a cambiar y portarse bien: “Cada uno tenemos nuestro viaje a Ítaca”, ha señalado. El suyo pasa por la Universidad, pues tras haber disuelto su empresa Omarest, dedicada a la promoción inmobiliaria, ha vuelto a los pupitres y se ha doctorado en la Facultad de Ciencias Económicas de Valencia, donde ya fue profesor, con una tesis sobre “La financiación de las autonomías”. Además ha escrito un libro colectivo titulado Apuesta por España y prepara otro.
• Si finalmente Mariano Rajoy ha aceptado que en la Ley de Memoria Histórica el Valle de los Caídos se convierta en un monumento civil, el líder del PP ya posee también su propio Panteón de Hombres (y Mujeres) Ilustres que dieron su carrera política por las ideas conservadoras y ahora han quedado ‘aparcados’ o ‘congelados’.
Reportaje por: Federico Utrera
Fue uno de los propios diputados del Partido Popular quien, viendo la suerte que habían corrido tras el congreso del partido muchos de sus compañeros, acuñó para ellos el nombre de “El valle de los caídos” por el modo en que fueron alejados del poder. El primero en emprender a la velocidad del sonido su paso a la vida civil fue el actual delegado de Telefónica para Europa, el abogado alicantino Eduardo Zaplana. No esperó siquiera al congreso de su partido y dejó el coqueto sueldo de portavoz parlamentario en el Congreso (6.000 euros al mes) por el más apañado de un millón de euros al año que conlleva su nueva condición de miembro del consejo de administración de Telefónica, O2 Europa y Telefónica O2 República Checa. Además, ha constituido Decuria Consulting, sociedad limitada para asesoramiento de empresas y fundaciones. Tiene la sede en el domicilio familiar de Zaplana, en el madrileño Paseo de la Castellana, que le costó 1,62 millones, y figura como administrador de la empresa con su nombre completo: Eduardo Andrés Julio Zaplana Hernández-Soro.Así, recorre el mismo camino que antes convirtió al abogado y doctor en Economía Rodrigo Rato también en asesor independiente, además de director general senior de la banca Lazard, con despacho en Londres y Madrid y dependencia directa de su presidente, Bruce Wasserstein, quien gestiona las fortunas de afamados españoles, como el ex presidente del Real Madrid Florentino Pérez. Rato es el ejemplo que todos quieren seguir. Su cargo y sueldo de tres millones de euros al año lo simultanea con otros similares: asesor de Emilio Botín y miembro del Consejo Asesor Internacional del Banco Santander (200.000 euros anuales) y presidente del Consejo Asesor de Criteria Caixa Corp, a petición de Ricardo Fornesa e Isidro Fainé, hombres fuertes de la Caixa. Vinculados al Santander como consejeros ya estaban antes los ex dirigentes populares Isabel Tocino y Abel Matutes, pero el prestigio de Rato es mayor y cobra 70.000 euros por conferencia, mientras que José María Aznar, consejero de Centaurus Capital, de News Corporation (Grupo Murdoch) y de J. E. Roberts (inmobiliarias), las tasa en 90.000, que factura a través de su sociedad limitada Famaztella (Familia Aznar Botella).El hijo político de Rato, Juan Costa, amagó con disputar el liderato a Rajoy, pero finalmente se amilanó. Este abogado especializado en asesoramiento jurídico de empresas, ex consejero del FMI y ex ministro, ya fue presidente de la firma Ernst and Young (un millón de euros al año) y ahora planea retornar a la iniciativa privada y dedicarse a la política local como diputado por Castellón: “Deseo vincularme más en el día a día de la provincia”, declara. Su esposa, Elena Sánchez Álvarez, le ayudará desde su empresa Free Handicap, que fue la adjudicataria de una parte de la organización del último congreso del PP en Valencia y del festival Summercase de Boadilla del Monte (Madrid), donde la oposición, Alternativa por Boadilla, ha denunciado que se le eximió de 400.000 euros en impuestos municipales por su ocupación de suelo público.La reconversión de Ignacio Astarloa, que no ha renovado como responsable de la Secretaría de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del PP, es más problemática. Sin embargo, el antiguo secretario general del Congreso, cargo por oposición más alto e influyente de la Cámara Alta, podrá acomodarse, según uno de sus más feroces detractores, el peneuvista Iñaki Anasagasti: “Astarloa, hijo del profesor de euskera del ‘batzoki’ de Madrid, afiliado al PNV, fue letrado mayor del Parlamento Vasco, de allí pasó a ser letrado mayor del Congreso y ahí le vi yo ir cambiando a una militancia servil con el PSOE. Y cuando este partido perdió las elecciones, fue cambiando paulatinamente y acabó de seguidor de Acebes en los momentos más duros del ‘aznarato’”. De momento, Astarloa ha confirmado que se queda como “diputado de base” en la Carrera de San Jerónimo.A Ángel Acebes, licenciado en Derecho por Salamanca, se le ha visto este verano por Valencia, en la fiesta del Valencia Street Circuit, durante la gran noche de la Fórmula 1 de Briatore y Alejandro Agag, y por Mallorca, cenando con un conocido periodista, con el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz; con un prestigioso hotelero balear y con un empresario del calzado. En ese mismo lugar fue donde el ex presidente balear Jaume Matas consiguió su trabajo fuera del partido: director en Estados Unidos de la cadena Crestline, perteneciente a la hotelera insular Barceló, y consejero de su fondo de inversiones Playa. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha solicitado a Miguel Blesa, director general de Caja Madrid, que coloque a Acebes como consejero del holding financiero Cibeles, que tiene previsto salir a bolsa en noviembre, pero éste se resiste.Para María San Gil, ex presidenta del PP vasco, el futuro laboral es más complicado. A esta filóloga, que fue asesora de Gregorio Ordóñez en el Ayuntamiento de San Sebastián y estaba junto a él cuando le asesinaron, le están organizando sus amigos un homenaje público en Madrid este mes de septiembre como “desagravio” a su situación. De momento, ella ha anunciado que va a entregar su acta de diputada vasca, que está en el mercado buscando un hueco y que quiere vivir y trabajar en San Sebastián. Ha declinado ser tertuliana en varios medios de comunicación y a una periodista vasca le ha asegurado con ironía que colgaría un anuncio por palabras en un diario con la leyenda: “Se ofrece veterana política para trabajo digno”.Gabriel Elorriaga, el ex portavoz del PP sustituido ahora por el valenciano Esteban González Pons, tiene asegurada su plaza como inspector fiscal por oposición, aunque continuará en su escaño por Madrid. Aquel que se atreviera a declarar por escrito en un artículo que “Rajoy no está en condiciones de ofrecer un liderazgo renovado, sólido e integrador” se quiere volcar en su nueva portavocía parlamentaria de Ciencia e Innovación frente a la ministra Cristina Garmendia, aunque con una mirada puesta en la Comunidad de Madrid tras su apoyo público a Esperanza Aguirre y haciendo un reciclaje intensivo hacia otros asuntos, sobre todo sanitarios.Al abogado del Estado Manuel Pizarro, afamado empresario que fichó entre laureles para figurar en las listas madrileñas del PP al Congreso pero que se desinfló inesperadamente tras su primer –y único– debate televisivo con Pedro Solbes, le han buscado acomodo como portavoz de la Comisión Constitucional del Congreso, un cementerio de elefantes que preside Alfonso Guerra y que se reúne pocas veces al año. En su última cita, celebrada este verano, tuvo que ceder su intervención a otros dos diputados, Juan Carlos Vera y Celso García, por indicación de la nueva portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría. Y eso que Pizarro ya ha dicho que no quiere regresar a las finanzas y está a la espera de tiempos políticos mejores: Bolsas y Mercados Españoles (BME) ya le ha nombrado sustituta, Mercedes Vérgez, como consejera independiente, y sus 18,4 millones obtenidos de Endesa como indemnización tras su cese le garantizan un retiro sosegado en esta comisión parlamentaria.Caso contrario es el del ingeniero Francisco Álvarez-Cascos, ex vicepresidente y ex ministro de Fomento, que logró colarse como delegado en el congreso del PP en Valencia entre las filas madrileñas de Esperanza Aguirre, ya que su pretensión fue frustrada en su Asturias natal por las huestes de Ovidio Sánchez, nuevo responsable regional, cercano a Rajoy. En Valencia enmendó la ponencia política por considerar “imprecisa e inconexa” la nueva ideología centrista del PP y reclamó suprimir el Comité Autonómico del partido. Ninguna de las dos sugerencias fue aceptada. Las decepciones le han hecho volcarse en la empresa privada como asesor de constructoras y de arte, esta última actividad a través de Aqualium, la empresa que administra María Porto, su tercera esposa. Con las primeras, opera por medio de Spineq Europe en compañía del ex secretario de Estado Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia. También ha formado parte de otras empresas, como Tecnas, dedicadas a urbanismo, ingeniería y arquitectura, y Servicios Integrales de Procesos Informáticos, dedicada a la construcción.Vicente Martínez Pujalte, el diputado popular más dicharachero, ha olvidado sus antiguas algaradas, se ha afeitado el bigote y aunque ha sido desposeído de sus influyentes cargos en la Cámara Baja como portavoz adjunto y económico, se lo ha tomado con humor y ha prometido hacer los deberes con Rajoy, dispuesto a cambiar y portarse bien: “Cada uno tenemos nuestro viaje a Ítaca”, ha señalado. El suyo pasa por la Universidad, pues tras haber disuelto su empresa Omarest, dedicada a la promoción inmobiliaria, ha vuelto a los pupitres y se ha doctorado en la Facultad de Ciencias Económicas de Valencia, donde ya fue profesor, con una tesis sobre “La financiación de las autonomías”. Además ha escrito un libro colectivo titulado Apuesta por España y prepara otro.
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