EN
RECUERDO DE KIKE GAVIÑO, MILITANTE DE LA
CNT-AIT DE PUERTO REAL, A LOS 31 AÑOS DE
SU MUERTE
El día 27 de Marzo de 1992 a las 22
horas dejó de existir uno de los más jóvenes militantes de nuestra organización
confederal, compañero Kike Gaviño Mosteiro, nacido en Puerto Real y con 21 años
de edad y cuatro años de militancia activa en el sindicato de Puerto Real, fue
Secretario de Prensa y Propaganda del Comité Regional Andalucía de CNT-AIT
(Octubre 90 – Octubre 91) destacando como militante con una fuerza moral
inconmensurable.
Compaginaba a la vez su afición al
teatro con las labores cotidianas de la Federación Local. He aquí nuestro más
fraternal recuerdo a este gran compañero:
Aquella mañana primaveral y
forzosamente festiva parecía no faltar nadie. En cambio, se respiraba
consternación, impotencia, irresistible angustia, profunda tristeza, dolor a
rabiar y, sobre todo, ausencia, una terrible y hueca sensación de vacío que se
resistía tercamente a sacarnos de ninguna manera de lo que nos había reunido allí
a los que insospechadamente conversábamos en casa aquel último domingo del mes
de Marzo, como si de una secta misteriosa que guardara en celoso secreto el
asunto que les congregaba allí se tratara. Era el final de un mes, el último
día de la semana. El cambio horario había acelerado aun mas esa sensación de
despedida que humeaba en la habitación: de nuestras conversaciones se
descifraba, ineludible, la palabra “adiós”. El comienzo de la primavera se
había traslucido en un repentino, chocante desenlace: la estación de las flores
apenas había durado una semana: fue el 28 de Marzo cuando el tiempo sufrió una
palabra desoladora que nos dejó atónitos y nos quitó el sueño….
Te has marchado. Quizás debería
comenzar maldiciendo el motivo que hoy nos impulsa a escribir estas líneas,
porque jamás me había resistido tanto a reconocer algo que cae por su propio
peso…. Dijiste que te ibas de camping. Y ciertamente te fuiste, sin llevarte
equipaje. Saliste de casa dando un estruendoso portazo, algo inhabitual en ti.
Tu mochila colgaba vacía en el armario, ¿Quién te llamaba que ni siquiera
tuviste el tiempo de descolgarla? Nos ha dado con la puerta en las narices y
eso no se le hace a los amigos: nos quedamos ensordecidos, anonadados y, la
verdad, un tanto enojados contigo: ni un comentario, ni siquiera un breve
saludo…. Nada. ¿por qué no dijiste “hasta luego”, “nos vemos” o “me abro tíos”,
e incluso “¡mierda¡”, “¡cabronazos¡” “¡la leche¡”? Habríamos intuido el momento
minutos o segundos antes de que llegara. Pero nada, te quedaste mudo y para
siempre.
Tú que rebosabas bondad por los cuatro
costados. Amigo Kike, entrañable compañero. Eras, como un día de si mismo dijo
el poeta, en el buen sentido de la palabra, bueno. Bondad que se presiente casi
sin querer: tus colegas, tus compis del sindicato a quienes soportaste una y
mil bromas y de quienes, no es broma, recogiste el verdadero significado de
palabras tan universales como Solidaridad, Libertad, Justicia Social, conceptos
que tu llevabas ya muy dentro, acurrucados en tu corazón, inmenso corazón,
enorme como tú mismo. Nos quedaras tal como eras, pleno de entusiasmo en las
tareas del sindicato, compañero incansable de viajes e infinitas reuniones, sin
peros ni nones….. y los niños. Los niños también lloraron por ti, compañero.
Tus ultimas horas las dedicaste a
ellos, para quienes trabajar contigo era seguir jugando, seguir soñando, con
ese niño grandote que les inspiraba amistad y protección. Nos quedará tu
apesadumbrado, vacilante caminar, tu sonrisa fácil e inocente… y un gran vacío.
Pues sí. Aquella mañana ya casi de
Abril te echábamos de menos a ti: eras tú nuestro misterioso secreto, un
secreto a voces, a gritos, a horas enteras de silencio llanto. La puta tramposa
había cogido por un atajo para llegar más pronto a ti. Había escondido un as
debajo de la manga para darse cuenta, ya tarde, que desconocías las reglas del
póker…. Querido Kike, amado compañero, la parca contigo se ha tirado un farol.
Te ha ganado la partida, nos ha vencido a todos. De un fugaz, certero zarpazo,
cruel como ella misma, te arrancó tu luz, porque “no sabe andar despacio y
acuchilla/ cuando menos se espera su turbia cuchillada” (Miguel Hernández).
Es esta una hora triste y quizás, por
qué no, esperanzadora para los que nos quedamos aquí alimentando tu recuerdo.
En nuestro universo interior brillará incesante una lucecita, signo inequívoco
de que te mantendrás siempre vivo en nuestros corazones.
Con la primavera te fuiste, compañero,
En tu primavera nos dejaste,
compañero,
Compañero del alma, compañero.
Que la tierra te sea leve.
Siempre
estarás en nuestros corazones
Sindicato
Oficios Varios CNT-AIT y Biblioteca “José Luis García Rúa”
Puerto
Real Marzo 2023
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