Mi casual encuentro con José Luis
García Rúa
(El hombre de los cuatro acentos)
Cómo comenzar y expresar lo que siento sin
que mi corazón se acelere y mis lágrimas desterradas fluyan sin poder
evitarlas.
Cómo contener la rabia que me ocupa.
Recuerdo con emoción contenida la primera vez que, tuve el honor
de conocer a José Luis García Rúa. Corría el año 1979, cuando organizamos en
Puerto Real, la primera Semana Cultural Libertaria. Como cierre de las
Jornadas, celebramos un Mitin en la Plaza del Ayuntamiento donde intervenimos:
J.L. García Rúa, Pepe Bondía, J. Luis Coronado y el que subscribe. Aquél puñado
de militantes (entre los que me incluyo), quedamos absolutamente impresionados
y conmovidos, sobre todo, con la actuación de J. Luis García Rúa que, nos colmó
de satisfacción y orgullo por su sapiencia y oratoria a la que, por
infrecuente, no estábamos habituados. Muchísimos trabajadores del Astilleros
que asistieron al acto, la mayoría afiliados a otros Sindicatos, quedaron
gratamente sorprendidos de que nuestra Organización dispusiera de militantes
con tanta capacidad y experiencia. Ya se sabe la propaganda denigrante
contraria a la CNT que practicaban y practican los Sindicatos, palafreneros del
Sistema. Fue éste sin duda el principio anhelado de respeto, con el que desde
entonces, percibimos de la clase trabajadora de Puerto Real.
Desde aquél instante, la relación de nuestro Sindicato con José
Luis, más que un flechazo, fue un trancazo en toda regla a nuestra débil
consciencia. Un entender y comprender en toda su magnitud, el profundo
significado del Anarcosindicalismo, cuyos principios, tácticas y finalidades
son un todo, soldado al ideal superior del Anarquismo y su ética, como
salvaguardia del caudal transformador y participativo, contrapuesto al
Sindicalismo reformista que, curiosamente, se autodefine como “Revolucionario y
de Masa.“ No sé sinceramente lo que pretenden, con lo de Sindicalismo de
“Masa.” Tal vez, la de formalizar Federación de Cooperativas Panaderas, sea la
razón última de tal ímpetu Revolucionario.
Tener un padre consecuente, un hermano consecuente y sobre todo un
compañero infatigable, un maestro obrero, un enseñante inconmensurable, honrado
y coherente hasta la médula, es invalorable.
Cenando un surtido de pescados fritos en Las Golondrinas y después
de grata tertulia, me ofreció su primer regalo. Pepe, me dijo, (con esa calma
que le caracteriza) con su mano sobre mi hombro: si militas en la
Confederación, crece con ella; es duro, muy duro pero, crece con ella y lucha
con ella; no te detengas, no te rindas, no hagas oídos a los que, vencidos y
derrotados por el sistema, aducen la necesidad de acomodar la Organización a
los nuevos tiempos. Tras estas palabras ocultan torcidas intenciones. Si un día
te vences y dices “No puedo más y aquí me quedo”, marcha con dignidad y no
formes parte de los que, quieren adaptar la CNT a sus chapuceros y personales
intereses, sin importarles pervertir los ideales más básicos del
Anarcosindicalismo. Su segundo y principal regalo: Su amistad que ya
nos dura casi cuarenta años.
Las Semanas Culturales Libertarias que hemos organizado desde
1979, no se habrían podido realizar, sin la inestimable colaboración de José
Luís García Rúa. Gracias al profundo respeto que por él siente el mundo de la
cultura fuimos capaces de darle un notable contenido de calidad a las Jornadas.
Los documentales, películas, exposiciones, conferencias, cantautores etc.
Fueron magistral y desinteresadamente expuestos y desarrollados entre otros
por: J.L. García Rúa, Agustín García Calvo, Labordeta, Hugo Gómez, Javier
Sádaba, Moncho Alpuente, José Luis Morales, Concha Serrano, Isabel Escudero, El
Cabrero, Javier Ruibal, Basilio Martin Patino, Andrés Sopeña, López Campillo,
González Duro, Gutiérrez Molina, Puente Ojea, Emilio García Wiedemann, García
Maroto, Pons Prades…
En estos casi cuarenta años, su cariño hacia nuestro Sindicato se
extendió a nuestro pueblo, que él sentía y disfrutaba como propio. Los variados
y diversos conflictos donde la CNT jugó, a veces un papel principal, modesto en
otras muchas ocasiones, siempre contaron con su inestimable aliento,
solidaridad y consejos. A todo ello hay que añadir, las decenas de magistrales
y variadas conferencias que nos dispensó. Es imposible concebir la fundación,
desarrollo y consolidación de la CNT en Puerto Real, sin el valioso apoyo de
José Luis García Rúa: el hombre de los cuatro acentos.
Cuando me disponía a envolverme de cotidiana rutina, recibí una
llamada de mi compañero Paco Aragón que me heló la sangre.
- Dime Paco.
- Pepe, he recibido un correo de Granada que dice que José Luis ha
fallecido.
¿Cómo? ¡Y una mierda! Esa fue mi primera y atropellada reacción.
No lo creía, ni lo quería creer, ni lo debía creer. Pasados unos minutos y
apresado el aire que uno puede apresar no nos quedaba otra que organizarnos y
junto a otros compañeros partir hacia Granada. Desconcertados y tristes,
marchamos en silencio sin rumbo cierto. Sobre la marcha, nos reunimos Paco,
Kranke, Manuel, Juanjo, un compañero de Algeciras y yo. Sin tener nada claro,
aún confusos, decidimos elegir el itinerario que nos guiara al Cementerio San
José. No osamos llamar a su familia porque asumimos, la lógica de sus
ocupaciones y desvelos, y, sobre todo, el temor de que nos confirmasen la
inesperada noticia. Puesta la dirección en el Tom Tom de los cojones
emprendimos las casi cuatro horas de viaje hasta Granada…
… terminamos perdidos por calles veteranas y apretadas hasta que,
por azar, encallamos en la Calle de Elvira. Mi asombro, desconcierto e
incredibilidad se vio justificado, al entrever, sentado en la terracita del bar
“El Enano Rojo y Negro” a José Luis, degustando unos churros y un café con
leche. Con su sombrero de alas anchas derivado levemente hacia la izquierda de
su rostro. Su mirada perdida, rebelaba el fluir de serenas e inquietas
reflexiones.
Perplejo y confuso, me acerco y, como siempre le doy, más que un
saludo, un bocinazo. Dios picha, José Luis, qué casualidad. Qué bien te veo; un
abrazo cojones míos. Quién me iba a decir que, perdido en Granada te iba
descubrir, tomando el solecito en la terraza de un bar.
Hola Pepe, qué sorpresa. Cómo estás… y tus hijos… Hola Paco, y tú
y tu familia…y tú, tú eres Kranke el tesorero ¿verdad? Qué hacéis por estos
lares y sin que…
Bueno…la verdad es que nos dirigíamos hacia la Alhambra y nos
hemos perdido…
Ya, ya… De acuerdo, pero… la próxima me avisáis ¿vale?
Como siempre, degustando su templada presencia y un cortado
descafeinado, acometemos la labor inestimable de compartir recientes
experiencias. Aprovechando esta inesperada y valiosa ocasión, (superada la
imprevista sorpresa por el error cometido) le solicito me precise, cuestiones
subyacentes en nuestra Organización que, pienso, son contrarias al
Anarcosindicalismo. Viene al caso el despropósito de fingidas y sesgadas
interpretaciones (absolutamente fuera de lugar y de contexto) sobre,
municipalidad y ciudadanismo: justificado y practicado por militantes y comités
de la CNT.
Pepe, ya conoces el desánimo y confusión en la que nadan las
ideas. En la Revista de pensamiento y crítica anarquista Adarga correspondiente
al mes de Enero de 2013, y con el título de: Nace lo que renace. El horizonte de la CNT,
contiene una serie de artículos meritorios que, contestan a tus inquietudes de
forma clara y contundente.
De todas maneras y muy sumariamente te apuntaría varias
evidencias:
El actual sistema capitalista necesita regenerarse de tantos años
de bipartidismo, fomentando y dando cabida al ciudadanismo que, con nuevos
nombres y aparente renovación estética, prescindan y desnaturalicen las
movilizaciones populares y rehabiliten la socialdemocracia y aquéllas
ideologías revolucionarias fracasadas.
El ciudadanismo fortaleció los intereses del PSOE, para debilitar
la derecha del PP, que gobernaba ya durante ocho años. Los movimientos y actos
masivos contra la globalización, el Prestige, la guerra de Iraq quedaron
cercenados con la vuelta al poder del PSOE. Una vez instalados y apoltronados
en las instituciones del sistema (Municipios y parlamentos) ¿Qué fue del 15M?
El ciudadanismo y el actual municipalismo, no acepta la lucha de
clases ni la transformación social y económica que devaste el capitalismo. Su
idea transversal y consumista de la sociedad los aparta de cualquier estímulo
transformador. Atemperar los excesos del capitalismo es su meta. Sus armas:
puro teatro estético y, la frustración de votantes y consumidores de la clase
media, sus razones.
-Verdad José Luis, llevas toda la razón.
Hace bastante tiempo que, militantes y secretarios de los actuales
comités de la CNT, se dedican a promover Foros como plataforma para la creación
de partidos políticos en nombre de la Municipalidad. El hecho de que un
secretario del sindicato forme parte como consejero de un partido en una
empresa municipal ya prueba el sentido pseudo revolucionario y transformador
del Municipalismo y su falso anarcosindicalismo. Al mismo tiempo se dedican,
por puras cuestiones bancarias, a expulsar y desfederar Sindicatos que durante
tantos años contribuyeron con su sufrimiento y esfuerzo a su constitución y
defensa. Ya exponen su verdadera faz, hipócrita y sin razón. Que mantengan el
discurso (no deseado por ellos) de no participar en las elecciones sindicales
y, sí promover las elecciones municipales, nos parece, además de una necedad,
la más grave contradicción y agresión, al sentido común más elemental. La meta
de ésta gente: Acabar con el Anarcosindicalismo en el nombre del
Anarcosindicalismo. ¡Manda huevos!
-José Luis, cuando nos dimos cuenta de tu presencia, observé que
estabas muy pensativo, como…no sé…
-Ciertamente. Ya sabes que, cuando nos hacemos mayores, tendemos a
recordar pasajes de nuestra niñez. Este lugar lo visito asiduamente, rememorando
tiempos pasados. Recuerdo como si fuese ayer las visitas que mi padre, conmigo
de la mano, hacíamos a esta taberna. Entonces se llamaba la Taberna Colectiva.
Su dueño, Juanito de Málaga, era uno de los mejores amigos y compañero de mi
padre. Juanito sabiendo de la militancia y luchas de mi padre, lo invitaba
todos los meses de Julio a pasar unos días en su casa. Juanito
anarcosindicalista desde su juventud, ya se bregó en las luchas mineras de
Asturias. Más que un bar, era un Ateneo Libertario. Junto a los barriles una
coqueta biblioteca, y bajo ellos y dándole continuidad a los mismos, una
preciosa tarima donde los trabajadores de distintos gremios, exponían sus ideas
y reflexiones. La poesía, el debate y la lectura de comunicados llamando a la solidaridad
eran frecuentes. Recuerdo la intervención de un estudiante de Antropología, más
tarde doctorado en Ciencia de la Manipulación con el título: CÓMO CARGARTE TU
PROPIA ORGANIZACIÓN Y CREERTE MARAVILLOSO. Definitivamente sibilino y
pretencioso; de torcida mirada, arquetipo de aquéllos que, en la CNT y en
nombre de lo superior, devastan el ideal más hermoso. Entusiasta de Ángel
Pestaña, machaconamente sustentaba su discurso, en el positivismo ideológico y
de acción, tan necesario en la Ley del Número. Siempre aplaudido y secundado
por su eterno acompañante, un hombre mayor de impreciso y obscuro conocimiento
y de un verbo ciertamente difícil de digerir y sobrellevar. Frecuentemente
ocuparon cargos políticos en el Partido Sindicalista. Juanito los despreciaba
con inusitada intensidad. Siempre se repetía con aquello de: ¡Roma no paga a
los traidores!... Ya ves Pepe, nada nuevo bajo el Sol.
Pero hoy estaba especialmente doliente y ocupado en ordenar mi
memoria. Tenía entonces trece años y sentía un gran aprecio por Las Manolas.
Ellas, habituales clientes de la Tasca, me prestaban atención y cariño además
de contarme historias maravillosas, sobre los Escritos Carmesí y los amores de
Boabdil y Morayma en La Alhambra.
Aquellos días de Julio de 1936 los recuerdo con infinita tristeza.
En primer lugar porque mi padre, que ya sabía del posible golpe por los
sediciosos, marchó con urgencia hacia Gijón para preparar la probable defensa
de la ciudad, ya que, amén de un revolucionario, era el Secretario Local de la
CNT. Previniendo la dificultad y peligrosidad de la empresa, le confió mi
custodia a Juanito quien, cerrada su Taberna, se dirigió a su ciudad natal,
Málaga, a sabiendas de que si lo detenían lo asesinarían. Una de sus cuñadas se
encargó de mi custodia y seguridad. El hecho de ser una mujer súper católica y
su marido conservador, garantizaba en gran medida mi estancia en la ciudad.
Solo habría que esperar el momento adecuado, para mi traslado a Gijón.
La represión en Granada fue brutal a igual que en otros muchos
pueblos y ciudades. Pasado casi un mes, y a escondidas, me arriesgué a pasar
por la Taberna de Juan, donde desde el exterior patrullaba uno de sus fieles
compañeros apodado el “Teclo”. Pasadas varias horas me forjé de valor y le
interpelé, no sin antes recibir por su parte una enorme reprimenda por mi
estúpido atrevimiento.
¿Qué les pasa a las manolas que por la calle
de Elvira
caminito de la Alhambra como un manojo de
lilas,
las vi pasar tan contentas deshojando las
esquinas
y, ahora, ensombrecido el día retroceden como
locas,
llorando sal por sus venas trenzando sus
penas negras?
Aventajando a las garzas Interrogué a la
paloma:
si el espejo de la Luna causó cerrojo a su
cita.
Las manolas no contestan sus pañuelos no se
agitan.
Labios mordidos de rabia, brunos cabellos se
arrancan.
La casa de los Rosales donde anidan cinco
flechas
la muerte azul examina la trémula verde rama.
La corola de alta cumbre la más cimera
montaña
Mulhacén de la concordia Everest del Himalaya
-el mismo que las tres aman- como alas de
mariposas
su sangre dorada baja por las tierras de
Granada.
Un vaso de odio y venganza colmado de España
antigua
no soporta la esperanza del gitano que hondo
canta
en la fragua de su vida.
Las tres coquetas manolas no volverán a la
Alhambra
a ofrecer flores redondas.
Las tres y las cuatro solas.
Gracias al Teclo y a la cuñada de Juan, logré llegar a Gijón. El
resto ya lo sabéis: Mi padre muere en la defensa de Oviedo; el exilio y el
campo de concentración en las playas francesas; la vuelta a Gijón, los
estudios; la Universidades y las expulsiones; mi exilio a Alemania, y sobre
todo mi familia y mi militancia en la Confederación.
-Qué te envidio compañero...
Suena el teléfono y me comunica Manuel desde el cementerio que,
impera un desconcierto monumental y me pide que vayamos lo más rápido posible.
Le asiento y ofrezco a José Luis, llevarlo a su casa. Nos contesta que no puede
porque, ha quedado con su hijo y su nieto al que adora
Después de un enorme abrazo, le comprometimos y emplazamos a participar
en el Mitin del Primero de Mayo de 2017, en La Plaza de San Antonio de Cádiz.
Ya en la distancia, una breve parada, para atisbar la figura enjuta y alargada,
del hombre de los cuatro acentos.
Gracias a una persona mayor de Granada que se dio cuenta de
nuestro despiste y pérdida, y que se nos ofreció a servirnos de guía con su
moto, logramos corregir el rumbo. Le quedamos sumamente agradecidos por su
simpatía y solidaridad. Estos pequeños detalles nos confortan y dan cierta
esperanza en nuestra lucha cotidiana.
Alcanzado el cementerio, nos topamos con una escena surrealista.
El difunto velado con una bandera rojinegra, pero con la... ¡diagonal
invertida!, (causa más que probable de la confusión) realmente correspondía a
un militante revolucionario exiliado de Papúa Nueva Guinea.
El que mandó los correos era un tal: Nomeenterodenada@hotmail.com
Cabreados todos los asistentes acordamos por unanimidad exigirle
al Secretariado Permanente del Comité Regional la creación de una comisión
investigadora, que dé lugar a la ubicación de éste individuo y a su inmediata
expulsión de la Organización según estipulan nuestros estatutos. Nos da que
este descerebrado, pueda formar parte del comando por la Defensa del
Anarcosindicalismo.
De vuelta a casa y ya en la autopista, Paco me pregunta de por qué
en varios momentos, he distinguido a Rúa como: el hombre de los cuatro acentos.
La razón, si es que la razón existe, es que, en las variadas y
fructíferas conversaciones, de las que me honro haber compartido con José Luis,
me acentuaba, entre otras, cuatro virtudes o valores irrenunciables, a saber:
El esfuerzo y la voluntad personal por la formación y el conocimiento; la lucha
y el compromiso por la emancipación y la libertad; la coherencia con tus ideas
y, la honradez como principal bandera.
Homenaje a un hombre irrepetible: José Luis García Rúa.
Pepe Gómez
Sindicato de Oficios Varios de la CNT de Puerto Real.
Enero de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario