EL DESTINO DEL ORO DEL BANCO DE
ESPAÑA
Nota de presentación de Luis
Alonso. Ahora que se habla y escribe bastante sobre la guerra civil y al fin se
publican muchas cosas sobre la
intervención rusa y estalinista en nuestro país nos parece interesante reproducir
un documento importante de Indalecio Prieto, ministro de Marina y del Aire en
el gobierno de Negrín, que fue publicado hace años en México por el PSOE. Como
se verá, Prieto resume en pocas páginas cómo operaron los dirigentes del
Partido Comunista francés y que pasó con el oro del Banco de España. El relato
revela una verdad que los dirigentes
estalinistas han tratado de ocultar durante muchos años.
"Afirmo - he dicho
refiriéndome a apoyos que recibimos en el curso de la guerra- que pueden anular
o amortiguar nuestra gratitud los aspectos lucrativos del auxilio de la URSS y
de los partidos comunistas que la secundaban".
Véanse estos ocho puntos que dejé sentados en 1939 y que nadie ha
desmentido:
1.- El Partido Comunista
francés había administrado, para compras de material de guerra, dos mil
quinientos. millones de francos entregados por Negrín, sin que la
administración de tan enorme suma la hubiese controlado, poco ni mucho, ningún
funcionario del Estado español.
2.- El Partido Comunista francés había retirado para sí, quizá como
beneficios de intermediario, cantidades considerables del dinero entregado por
Negrín.
3.- La propaganda, pública primero y clandestina después, del
Partido Comunista francés se costeaba con dinero así extraído del Estado
español, pues los auxilios de la III Internacional eran nulos y el producto de las cotizaciones
distaba muchísimo del gasto enorme de esa propaganda.
4.- Avido de dinero, el Partido
Comunista francés, rectificando constantemente sus liquidaciones por nadie
examinadas, reclamaba con frecuencia mayores sumas a los señores Negrín y
Méndez Aspe, (este último, ministro de Hacienda).
5.- El espléndido diario comunistoide "Ce Soir", remedo
del triunfante "París Soir “, se
sostenía con fondos de los suministrados por Negrín
6.- La flota, compuesta de doce buques, perteneciente a la France Navigation, era propiedad de
España, pues con dinero español se compraron todos los barcos, no obstante lo
cual los comunistas franceses, administradores de dicha Compañía, se negaron a
devolverlos, considerándolos suyos.
7.- Uno de los barcos de la France Navigation, el
"Winnipeg", se fletó por el S.E.R.E. (entidad de auxilio a los
expatriados establecida por Negrín) para transportar exiliados a Chile,
aumentando de esa manera sus ingresos los comunistas franceses, mediante el
novísimo sistema de arrendar a alto precio a los españoles un buque que
pertenecía a los españoles.
8.- Parte del tesoro español sacado de nuestro territorio al
evacuarse Cataluña estaba custodiado por comunistas franceses.
En cuanto al lucro de Rusia, el relato que
ahora reitero aquí es ciertamente asombroso.
El 25 de Octubre de 1936 se
embarcaron en Cartagena con destino a Rusia siete mil ochocientas cajas llenas
de oro, amonedado y en barras, oro que constituía la mayor parte de las
reservas del Banco de España.
Previamente, el señor
Negrín, como ministro de Hacienda
(todavía no era presidente del Consejo), obtuvo el acuerdo del Gobierno y la
firma del Presidente de la República para un decreto autorizándole las medidas
de seguridad que estimara indispensables en cuanto al oro del Banco de España.
Como miembro de aquel Gobierno, acepto la responsabilidad que me corresponde
por el acuerdo, aunque ni los demás ministros ni yo conocimos el propósito
perseguido. Ignoro si llegó a conocerlo el entonces Presidente del Consejo,
Francisco Largo Caballero.
El embarque se verificó con gran
misterio. Si yo me enteré fue por pura casualidad, a causa de haber llegado a
Cartagena para asuntos del servicio --era yo ministro de Marina y Aire- cuando
el embarque se efectuaba bajo la dirección personal de los señores Negrín y
Méndez Aspe.
Cuatro empleados del Banco embarcaron
en el buque que conducía el precioso cargamento. No se les dijo a dónde iban.
Creyeron que desembarcarían en Port Vendres, Sete o Marsella y aparecieron...
en Odesa. El 6 de noviembre llegaron con nuestro oro a Moscú. Y allí, ocurrió
algo que también merece ser narrado. Los funcionarios del Grosbank miraban y
remiraban minutos enteros cada pieza y la pesaban y repesaban. Los empleados
del Banco de España, acostumbrados a gran celeridad en operaciones semejantes,
no se explicaban tamaña lentitud, por la cual se invirtieron varios meses en el
recuento. Pero esta lentitud obedecía al deseo de justificar la permanencia en
Rusia de quienes habían ido custodiando la mercancía. A toda costa se quería
impedir su regreso a España para que no se divulgara el enorme envío de oro.
Las familias de los viajeros se inquietaban por desconocer el paradero de
éstos, y para calmar su intranquilidad se las embarcó también, sin decirles
adónde iban, _y se las llevó a Rusia.
La entrega del oro, tan
meticulosamente pesado y medido, había de concluir algún día, y concluyó. Los
bancarios creyeron entonces que, terminada ya su misión, tornarían a España.
Mas sus reclamaciones en ese sentido ante nuestro Embajador, don Marcelino
Pascua, eran inútiles. No se les consentía salir; estaban confinados con sus
familias en Rusia. Al cabo de dos años, cuando la guerra se extinguía, el
Encargado de Negocios, don Manuel Martínez Pedroso, logró romper aquel
confinamiento. Pero a los cuatro bancarios no se les repatrió. En España podían
hablar más de la cuenta. Y con objeto de evitarlo se les desparramó por el
mundo: uno fue a dar con sus huesos a Buenos Aires, otro a Estocolmo, otro a
Washington y otro a México. Al mismo tiempo desaparecían de la escena los altos
funcionarios soviéticos que intervinieron en el asunto: el ministro de
Hacienda, Grinko; el director del Grosbank, Marguliz; el subdirector, Cagan; el
representante del ministerio de Hacienda en dicho establecimiento de crédito,
Ivanoski; el nuevo director del Grosbank, Martinson... Todos cesaron en sus
puestos, varios pasaron a prisión y Grinko fue fusilado.
Entre tanto, una revista gráfica,
"La URSS en Construcción", dedicaba un número especial al aumento de
las existencias de oro en Rusia, atribuyéndolo al desarrollo de la explotación
de los yacimientos auríferos de Rusia. Era el oro de España. Rusia no ha
devuelto ni una sola onza.
fuente: fundacion andres nin Indalecio Prieto México, D. F., Marzo de 1953.
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