De excursión a la fosa común: así
forma la Junta a profesores en memoria democrática
La ley andaluza obliga a llevar a
las aulas la Guerra Civil y la represión franquista y el Gobierno ha autorizado
ya algunas experiencias piloto en la provincia de Cádiz
Un total de 14 institutos de
distintas localidades de Cádiz tuvieron oportunidad de visitar en 2015 y 2016
la fosa común de Puerto Real (Cádiz). Allí Paco Aragón, de la CNT y responsable
de la asociación de memoria histórica de Puerto Real, los recibía a la entrada
del cementerio, en el lugar donde se han colocado las placas conmemorativas con
los nombres de los fusilados en la Guerra Civil. Iban a ver “31 metros de
largo, 2,20 metros de ancho y 1,60 metros de profundidad donde cabe toda la
barbarie de una guerra”, cuenta Aragón. Una experiencia que la Junta quiere
extender a otras fosas por toda Andalucía.
Alumnos de 14 a 16 años que
“nunca habían visto nada igual”. Solo en ocasiones, advertían los jóvenes, “en
algún reportaje en la televisión de los campos de exterminio nazi”. Allí cerca,
explicaba el ‘anfitrión’, también hubo un campo de concentración que en 1939
llegó a tener 5.000 presos. Los estudiantes llegaron de Puerto Real, Jerez,
Rota, El Puerto de Santa María, San Fernando y Cádiz capital. La asociación
convocó varias jornadas de puertas abiertas para visitar la fosa, una de las
más impresionantes que se han descubierto en Andalucía, y enviaron la misma
comunicación a los colegios e institutos de la zona.
185 cadáveres
Ahora la fosa, donde han sido
rescatados un total de 185 cadáveres, ya está cerrada y hormigonada. Cuando se
produjeron las visitas estaba abierta. “Algunos se impresionaron. Es verdad.
Hubo dos lipotimias, de un chico y de una chica. No esperaban lo que vieron”,
narra Paco Aragón a este periódico. No tenían conocimientos sobre esa etapa de
la historia. Él les contaba cómo la Asociación de Memoria Histórica de Puerto
Real había llegado hasta allí.
Todo arrancó cuando en 1985 se
recuperó el archivo histórico. Después pasaron casi 15 años, desde 2003, de
preguntas, indagaciones, testimonios de los más mayores sobre el horror de los
fusilamientos en la tapia del cementerio de la localidad y por fin un albañil,
que hizo unos trabajos en el camposanto de la localidad en el año 2000, les dijo
lo que querían saber, dónde estaba la fosa común de la que siempre se había
hablado. Una montonera de huesos que para algunos expertos en la materia sería
la prueba más evidente aparecida hasta el momento de “crímenes de lesa
humanidad” cometidos por la dictadura franquista.
La fosa de Puerto Real son
"31 metros de largo, 2,20 de ancho y 1,60 de profundidad donde cabe toda
la barbarie de una guerra"
Un georadar llegado desde Málaga
determinó la zona donde había movimiento de tierra. Un arqueólogo, dentro de un
programa subvencionado por la Junta de Andalucía, arrancó los trabajos y las
primeras catas, en 2010, dieron con un cráneo con un orificio de bala. En 2014
comenzaron los primeros trabajos de exhumación. Hoy están ya concluidos. Se
hallaron 185 cadáveres y hay 56 muestras en el laboratorio Genyo y el banco de
ADN de Granada que trabajan con la Junta de Andalucía para identificar sin
dudas quiénes son y entregarlos a sus familiares. La mayoría son de vecinos de
la zona. Quedan muy pocos hijos directos. El ADN es sobre todo de los nietos y
nietas. Un trozo de fémur y una muestra de saliva del familiar bastan para
determinar el vínculo.
Fusilados en la tapia
Todo esto, tal y como está
contado, es lo que la Asociación de Memoria Histórica de Puerto Real cuenta a
los jóvenes que les visitan, según asegura su presidente. Este responsable los
llevaba a la tapia del cementerio donde eran fusilados, recreaba el momento en
que los cuerpos quedaban expuestos al paso del tren que diariamente iba a
Matagorda, los astilleros de Puerto Real entonces. “Donde una pareja de la
Guardia Civil obligaba a los pasajeros a mirar a los fusilados”, narra. Y
después eran “arrojados en sacas” a la fosa común. Allí durante meses, en lo
que hoy está protegido como un lugar de memoria democrática, los estudiantes
andaluces han quedado “impresionados”, explica Paco Aragón, por lo que veían.
“Lo que más les llamaba la atención y preguntaban al ver la fosa era por qué
tenían las manos así. Unidas, por delante o por detrás. Los amarraban con
cuerdas o con alambres”, cuenta este portavoz.
Después un antropólogo y un
arqueólogo se encargan de terminar y completar las explicaciones desde un punto
de vista más científico sobre cómo se realizaban los trabajos, cómo era la
investigación, qué pasos había que seguir para la excavación y la exhumación.
También la comisión parlamentaria que trabajó en la Ley de Memoria Democrática
de Andalucía visitó los trabajos.
En Cádiz Diputación, Junta y
Ayuntamiento avanzan más rápido que en otras provincias y ya hay memoria en las
aulas
En Cádiz, que se pone como
ejemplo en modelo de colaboración institucional entre la Junta de Andalucía y
la dirección de Memoria Democrática, la Diputación y los ayuntamientos, la
experiencia va más avanzada que el resto de provincias.
"Experiencia piloto"
El vicepresidente del Gobierno
andaluz, Manuel Jiménez Barrios, que el pasado jueves compareció en el
Parlamento para responder cómo se estaba impartiendo la memoria democrática en
las aulas andaluzas, tal y como manda la ley, señaló esas excursiones a la fosa
de Puerto Real como una “experiencia piloto” que se repetirá en otros lugares
de memoria. La ley andaluza (artículo 46) señala: “Para fortalecer los valores
democráticos, la Consejería competente en materia de educación incluirá la
Memoria Democrática en el currículo de la Educación Primaria, de la Educación
Secundaria Obligatoria, del Bachillerato y de la Educación Permanente de
personas adultas. Los contenidos deberán basarse en las prácticas científicas
propias de la investigación historiográfica”.
Ese es el objetivo en el que
insiste Podemos, explica su diputado andaluz Jesús de Manuel, que señala como
ejemplo que el monumento a las víctimas del campo de concentración nazi de
Mauthausen en Almería capital debería de ser un lugar de visita para los
jóvenes y no un espacio donde se reúnan para hacer 'botellona'. Este viernes
los miembros de la comisión parlamentaria de Memoria junto al vicepresidente
Jiménez Barrios visitaron la fosa común de Benamahoma (Cádiz) y se insistió en
la idea de convertir estos espacios en lugares de obligada visita para los
estudiantes andaluces. En Andalucía hay ahora mismo 57 fosas abiertas, según
informa la Junta.
La Junta está formando a los
profesores y creará un portal para compartir material e investigaciones
De momento, la Junta de Andalucía
incluyó a comienzos de este curso escolar la Memoria Democrática en sus planes
de formación de los centros educativos y los centros de profesorado. Poco más
cuentan desde el Gobierno andaluz a este respecto. Ni los contenidos que se
impartirán, ni las asignaturas afectadas por esta “materia transversal”, ni los
cursos, si será una materia evaluable o complementaria… Presidencia no responde
a estas cuestiones y solo avanza que trabaja de forma conjunta con la
Consejería de Educación. Habrá programas piloto de formación del profesorado y
se apoyarán investigaciones sobre la memoria. Se creará un Portal Educativo de
Memoria, para que los profesores puedan compartir sus materiales de trabajo. Se
hará, insisten desde Presidencia, “con todo el rigor científico” y con los
profesores dirigiendo los trabajos. Con Alemania o Italia como modelos.
Pioneros en Rota
La idea es trabajar la “memoria
viva” y que los estudiantes puedan tener experiencias prácticas. En este sentido,
ya hay aulas andaluzas donde se trabaja con esta asignatura. Así ocurre en
cuatro institutos y un centro de adultos de la localidad gaditana de Rota. Es
el segundo año donde se imparte memoria democrática a los alumnos de cuarto de
ESO y segundo de Bachillerato. En el Ayuntamiento de Rota hay una delegación de
Memoria Democrática que ocupa el concejal Antonio Franco y que es responsable
de que se hayan impulsado estos trabajos en las aulas. Se estudian, explica
Franco, siempre “en un contexto histórico amplio” y en el momento en el que se
aborda la Segunda República y la Guerra Civil.
La oferta, aprobada por la
Delegación de Educación de la Junta en Cádiz, es voluntaria y este año, en su
segunda convocatoria, ha aumentado de 180 a 370 alumnos. Todos los centros son
públicos aunque en la edición anterior sí que se sumó uno concertado, los
Salesianos. Los contenidos se preparan de la mano de la asociación de memoria
histórica de Rota, que años atrás editó el libro 'Memoria rota' donde se
recogen testimonios de los vecinos sobre la Guerra Civil y la represión de la
dictadura. “Una amplia investigación de todo lo que sucedió en Rota desde 1931
a 1942”. Muchos de los ancianos que dejaron sus vivencias plasmadas en ese
libro ya han fallecido.
[Consulte aquí la unidad
didáctica que se enseña en las aulas]
“A propuesta de esta asociación
de memoria se elaboró una unidad didáctica con todos los temas locales que es
lo que hoy se explica en las aulas”, cuenta el delegado municipal. Se editaron
mil ejemplares de 'Segunda República, Guerra Civil y represión en Rota', un
material didáctico donde se arranca con “Al alba” como “un himno contra la pena
de muerte durante la represión franquista”, se estudia la evolución del
callejero en la localidad, se abordan testimonios reales, el golpe a la Segunda
República, el nacimiento de la CNT o la etapa de alcaldía fascista y la
represión en la localidad, terminando con testimonios sobre algunos fusilados.
“Algunas voces críticas […] nos afean que ‘estos asuntos’ son temas del pasado
y que no merece la pena revolverlos de nuevo, nos recomiendan que miremos al
presente y al futuro y nos olvidemos de ‘las batallitas de nuestros abuelos’”.
Ese, dicen en el epílogo, es la finalidad, “aprender de los errores cometidos”.
1,7 millones de euros
La Dirección General de Memoria
Democrática de la Consejería de Presidencia cuenta en 2018 con 1,7 millones de
euros para subvenciones y señalización de lugares de memoria democrática de
Andalucía, según recoge la memoria del Presupuesto andaluz. Una cantidad
insuficiente, denuncian Podemos e IU. Esa Consejería está dotada en total con
327,4 millones y la partida más voluminosa es para Comunicación Social (149,2
millones de euros).
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