Enrique Barberá Tomás – anarquista fusilado en Alicante
El 11 de abril de
1908 nace en Alcoy (Alcoyano, Valencia) el anarquista y anarcosindicalista
Enrique Barberá Tomás, conocido como Carrasca. Después de hacer los estudios
primarios en Agres (Condado, Valencia), donde habían nacido sus padres, entró a
trabajar en una fábrica de sombreros en Alcoy y, cuando ésta cerró, como
camarero en un café, momento en que se afilió a la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT), llegando a ser delegado sindical en su empresa. Anarquista de la
tendencia naturista y vegetariana, creó una sociedad anarconaturista que
disponía de una pequeña biblioteca y donde se organizaban excursiones, cursos,
conferencias, audiciones musicales, etc.
En un lugar alcoyano
llamado Los Canalones, los miembros de la sociedad, a golpe de pico, hicieron
una explanada, construyeron una presa en el arroyo y montaron un trampolín en
la roca, además de plantar árboles frutales y flores, convirtiendo el paraje en
un idílico vergel donde practicar el naturismo. También fue un entusiasta de la
gimnasia y del deporte, ejerciendo de profesor de educación física y
consiguiendo una extraordinaria resistencia física, comparable a la resistencia
de una carrasca, de ahí el mote. Fue íntimo amigo del militante anarconaturista
y escritor alcoyano Agustín Belda Carbonell. En julio de 1931 participó en un
mitin con Ángel Ferrer, Mira y otros. Durante los años republicanos, con Rafael
Martí, fue el animador del Sindicato de Oficios Varios (SOD) de la CNT
alcoyana. En enero de 1932 fue delegado por SOD de Alcoy al Pleno Regional
confederal y en julio de 1934 en el Pleno Nacional de la Federación
Sindicalista Libertaria (FSL).
A raíz del
levantamiento fascista de julio de 1936, se hizo miliciano de la Columna
Alcoyana que partió el 7 de agosto de 1936 hacia el frente de Córdoba, para
luchar en las zonas de Pedro Abad, Espejo, Castro del Río y Cerro Muriano.
Cuando regresó a Alcoy, fue nombrado vicepresidente de la Consejería de
Avituallamiento del Ayuntamiento, cargo que ejerció hasta su movilización para
combatir el frente de Levante. Después de hacer un curso en la Academia Militar
de Bétera (Valencia, Valencia), fue nombrado teniente del Ejército republicano
y el 15 de enero de 1939 capitán de la 82 Brigada Mixta. En marzo de 1939, con
el triunfo fascista, se encontraba de permiso en Alcoy donde su compañera
Francisca Llorens, ante el peligro de una detención, le animó a huir, lo que
rehusó argumentando que no había hecho nada malo y que la Lo único que se le
podía reprochar era haber ido al frente. Después de unos días en Valencia en
casa de un amigo, volvió a Alcoy, donde fue reconocido, detenido y encerrado en
la cárcel valenciana de la cartuja de Porta Coeli.
Más tarde fue
trasladado a Alcoy y luego en Alicante. El 6 de junio de 1941 fue juzgado en
consejo de guerra acusado de varios delitos (participación en el ataque del
cuartel de Alcoy, simulacro de ejecución de una persona, organización de la
Columna Alcoyana confederal y haber dado conformidad a la ejecución de seis
personas de derechas en la población cordobesa de Pedro Abad) y, a pesar de
varios testigos favorables, condenado a muerte. Tras un nuevo juicio de
apelación el 5 de septiembre de 1942 en Alicante, donde testigos del exculpar -
como el del seminarista Antonio García Sánchez, al que Barberà había salvado la
vida -, su condena de muerte fue reafirmada. Entre el 5 de junio de 1941 y el
14 de septiembre de 1942 escribió clandestinamente, usando papel higiénico, un
diario en su celda de la prisión de Banalua de Alicante, donde describe con
crudeza las sacas, la angustia de las familias de los presos, el sufrimiento de
los condenados, etc.
Enrique Barberá Tomás
fue fusilado el 16 de septiembre de 1942 en Alicante (Alacantí, Valencia) y
enterrado en el cementerio de esta ciudad - veinte años más tarde sus restos
fueron trasladados al Cementerio Municipal de Alcoy. El diario llegó a su viuda
disimulado a fardo de su compañero y la escondió en una botella herméticamente
cerrada que enterró por miedo a represalias. En 1994 este diario fue transcrito
y publicado modestamente en Alcoy para su hija Marcela y en 2003, gracias al
interés de la escritora Rosa Montero, publicado en Barcelona por la editorial
RBA bajo el título Estampas de luz. Diario de un condenado a muerte
(1941-1942).
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