La situación de la plantilla de Urende —división de tiendas de electrodomésticos del Grupo Sánchez-Ramade en concurso de acreedores voluntario desde septiembre— empeoró ayer notablemente. La empresa anunció a sus representantes un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a en torno a 600 de sus 702 trabajadores. Y dejará las diez tiendas que le quedaban abiertas en cuatro.
Se esfuman así las esperanzas que UGT y CC.OO. mostraron cuando se aprobó en septiembre del pasado año un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), que tiene como fecha tope el 8 de febrero y abarca a 390 empleados. Comisiones y UGT anhelaban que el ERE final supusiera el despido de menos de los citados 390 trabajadores. Igualmente, en el citado mes, Urende procedió a cerrar 12 de sus 22 establecimientos.
El secretario provincial de la Federación de Comercio de UGT, Antonio Vacas, explicó ayer que mantendrán su empleo «entre 100 y 110 trabajadores», con lo que se verán afectados por el ERE en torno a 600. Éstos dejarán la empresa, como marca la legislación, con una indemnización de veinte días por año trabajado y cobrando un máximo de doce mensualidades.
Por su parte, el responsable provincial de Acción Sindical de Comercio de CC.OO., Francisco Ramírez, avanzó que, de las diez tiendas operativas con las que cuenta ahora —una en cada provincia andaluza; salvo en Almería donde tiene dos, y otra en Ciudad Real—, se mantendrán abiertas sólo cuatro. Serán las de Córdoba (avenida del Aeropuerto), Granada, Jaén y la ciudadrealeña.
Vacas se confesó «afligido» y reconoció que no esperaban un recorte tan fuerte. Luego, tuvo duras críticas para la banca, acreedora de Urende. Aseguró que la dirección de esta cadena les trasladó que había inversores dispuestos a participar en esta firma con «un montante importante de acciones». «El acuerdo estuvo a punto de cerrarse. Pedían una quita de la banca y ésta no aceptó, con lo que tiene gran parte de la culpa de que 600 personas vayan a la calle», acusó.
En la misma línea, se posicionó Ramírez. «Las entidades financieras no ha colaborado en el mantenimiento de la plantilla», denunció. «Hubo un operador internacional que quería comprar Urende —explicó—. Solicitó alguna quita o que le retrasaran algún pago y se quedaba con la compañía, pero la banca no ha tenido el suficiente tacto social para apoyar a la firma y mantener los empleos».
Petición de ayuda
Vacas indicó que entre hoy y mañana los centros de trabajo votarán la propuesta de la empresa. El líder de la Federación de Comercio ugetista puntualizó que será el juez de lo Mercantil quien deba autorizar primero el ERE. Si le da luz verde, al ser una firma de ámbito nacional, le corresponde aprobarlo finalmente a la Administración central.
Fue el negro colofón a una jornada que empezó, por la mañana, con la reunión de miembros del comité de empresa de esta cadena y la delegada de Economía e Innovación, Carmen Prieto. En ella, explicó Vacas, se le comentó la «posibilidad de que algún grupo empresarial o empresas locales» se puedan hacer cargo de establecimientos de Urende. Añadió que la delegada se comprometió a contactar con sus homólogos del resto de provincias «por si hay alguien interesado» en hacer alguna adquisición, aunque sea de una tienda. Y es que cualquier vía es buena para mitigar la destrucción de empleo: «Si se salvan diez puestos de trabajo, diez; si veinte, veinte. Los 702 es imposible», sentenció Vacas, en un augurio que se acabó cumpliendo.
fuente: http://www.abc.es/20120117/ciencia/abcp-urende-hara-despedira-trabajadores-20120117.html
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