Dicen que en los pueblos todo se sabe y que la familia unida jamás será vencida. La Unidad Operativa de Blanqueo de Capitales de la Agencia Tributaria ha lanzado sus investigaciones por esos derroteros con notable éxito: ha descubierto desfases entre los ingresos y los gastos del equipo de Gobierno de Castro Urdiales (Cantabria) y su entorno familiar de varios millones de euros en los últimos años.
En el centro de las pesquisas están José Miguel Rodríguez López (Kyk en el pueblo), actual teniente de alcalde, concejal de Hacienda y ex edil por el PP; Rufino Díaz Helguera, concejal y ex alcalde con el PSOE; el anterior secretario municipal, César Saiz, y la esposa del actual alcalde, el tránsfuga Fernando Muguruza.
Castro Urdiales es una población que ha crecido exponencialmente en las última décadas –ha cuadruplicado su población en 15 años–, alentada por su conexión por autopista con el País Vasco. Tras años de expansión desaforada, ahora hay que pagar las facturas. En un proceso generalizado contra la corrupción, la Guardia Civil ha detenido, por orden del juez Luis Acayro, a 23 personas relacionadas con el Ayuntamiento, entre ellos el actual alcalde y sus dos predecesores en el cargo. Se investiga una decena de delitos.
La Agencia Tributaria recibió el encargo de investigar los patrimonios de los acusados y sus familias. Entre los ingresos declarados y los pagos efectuados por la familia del teniente de alcalde José Miguel Rodríguez hay 607.709 euros en los últimos años, “sin tener en cuenta las propiedades a nombre de sociedades”. La Agencia Tributaria ha detectado que sus propiedades están a nombre de una sociedad familiar, Maroljoba, con un valor catastral de más de 1.250.000 euros (inferior al de mercado). Hacienda calcula que el valor real es de cerca de 3.000.000 de euros y que “parece apreciarse que existe intención de ocultar el mismo”. Los inspectores subrayan que para acumular buena parte de este patrimonio “no se ha recurrido al endeudamiento”.
A nombre de esta sociedad del concejal de Hacienda constan once inmuebles, a pesar de que declara una cifra de negocios igual a cero. No sólo el político es investigado, sino también su mujer, Pilar Barquín. Hacienda constata que la esposa de Rodríguez “oculta operaciones inmobiliarias a la Agencia Tributaria”. Así, un sinfín de operaciones que la propia Agencia Tributaria califica de “dudosas”: compras por personas desconocidas cuyos NIF coinciden con el de los hijos de Kyk o adquisiciones y transmisiones sin que conste DNI.
De la investigación al alcalde, el tránsfuga Muguruza, Hacienda concluye que su clínica tiene irregularidades, aunque el desfase entre ingresos declarados y gastos llamativo en este caso es el de su mujer, y asciende a más de 121.000 euros.
El expediente de Rufino Díaz Helguera, ex alcalde por el PSOE, ocupa más de cien folios. El ex alcalde asegura que vive con 800 euros mensuales. Sin embargo, sólo en el año 2000 gastó más de 54.000 en productos financieros, que pagó en efectivo. Pese a sus magros ingresos, es titular de 15 cuentas corrientes, en las que dispone de un saldo de 60.000 euros. Su hermano Enrique, peluquero, declara ingresos nada despreciables (236.000 euros), pero tiene un desfase con sus gastos de 456.264 euros.
Casi todos los hermanos reciben emolumentos del Ayuntamiento o de inmobiliarias que construyen allí.Es uno de los denominadores comunes descubiertos por los inspectores de la Unidad de Lucha contra el Blanqueo: la presencia desaforada de familiares e intereses inmobiliarios asociados con el Ayuntamiento entre los políticos investigados.Un ejemplo es el del ex concejal de Hacienda y primo de Díaz Helguera, Joaquín Antuñano Helguera, cuya esposa, Milagros Colina, fue candidata municipal también por el PSOE.
Los inspectores de Hacienda abren el círculo y descubren que el cuñado de Antuñano, Daniel Colina, es un genio de las finanzas. Desde su trabajo en una conservera ha pasado a duplicar su patrimonio y tener en sus manos y las de su mujer unos 21 inmuebles, muchos en la Costa del Sol. Lo interesante es que su esposa no trabajó hasta 2003. Una trayectoria ejemplar, ya que entre 2004 y 2006 sus ingresos procedieron de la conservera, de una empresa de frigoríficos y del Inem.
En ese tiempo fue en el que duplicó su patrimonio hasta más de dos millones de euros. A Daniel Colina se le han intervenido también movimientos de capitales a Luxemburgo. Según los registros oficiales de la Agencia Tributaria, tiene un desfase superior a los 433.000 euros, un millón si se incluye el de su esposa e hija.Los ojos de Vigilancia Aduanera se han fijado también en el secretario del Ayuntamiento, César Saiz, ya jubilado, y su familia.
Él y su hija muestran unos desfases entre ingresos y gastos de casi medio millón y 177.000 euros, respectivamente.A los inspectores les llama la atención su “capacidad de compra”, teniendo en cuenta que perciben ingresos de funcionarios. Entre 1987 y 2007 compraron inmuebles por 2.300.000 euros, “sin recurrir al endeudamiento”, subrayan los investigadores. En resumen, Saiz tiene 21 inmuebles registrados a su nombre. Las cuentas de Blanqueo de Capitales le adjudican un patrimonio no inferior a los 2.300.000 euros. Así de rentables son los negocios de familia.
fuente: Interviu
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