Tragsa y Ministerio apuntan, SEPI
dispara
Tras las declaraciones del
presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón
Aguirre, en las que transmitió que no ve “muy de recibo” que las Brigadas de
Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) pidan un aumento salarial en torno
al 20 o el 30%, durante su comparecencia de presentación del proyecto de ley de
Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016.
Los trabajadores de la BRIF nos
vemos en la obligación de contestarle que, ante la carencia real de valorar
nuestro trabajo, usted se ha descubierto la máscara haciendo notar que su único
objetivo e interés se basa en sus porcentajes económicos. Sin embargo de
nuestro trabajo, salud y vida, no entiende ni quiere entender. Así mismo, usted
junto con su equipo de trabajo, tampoco entienden la realidad de nuestro día a
día, de nuestro tan necesario servicio prestado a la sociedad.
Si bien es triste que solo le
preocupen los porcentajes, le animamos a que hable de números reales. Entonces
lo entenderá todo, porque tratara unas cifras tan ridículas, que le harán
sentir vergüenza ajena. Sobre todo cuando según sus declaraciones ha anunciado
que “en 2016, el Grupo SEPI logrará un beneficio neto de 171 millones de
euros”.
Aquello que los miembros de la
BRIF solicitamos no es una subida de la masa salarial exclusivamente, sino que
con esta negociación en la que se nos ha empojado a convocar una huelga
indefinida a causa de las constantes negativas a nuestras reivindicaciones,
buscamos alcanzar el reconocimiento de un oficio o profesión. Con todo lo que
ello conlleva. Si hasta ahora no ha sido valorado como tal, en todo caso, ese
no será problema de los trabajadores ni
de los porcentajes. Aquí hablamos de futuro y dignidad y eso es, lo que
no están dispuestos a darnos, y lo que nosotros no nos vamos a dejar arrebatar.
Cabe citar, que el presidente de
la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre,
recibe un sueldo superior a 200.000 € brutos anuales con un curriculum
académico incompatible a dicho cobro. Sin embargo se digna a nombrar nuestro
incremento salarial. ¿Acaso no es razonable que por exponer nos asumiendo
riesgos y nuestra salud ante una emergencia estemos cobrando 16.600 € brutos al
año? Siendo que no se trabaja todo el año y teniendo en cuenta que de dicha
cantidad, si aplicamos las deducciones fiscales se traduce en unos 900 € netos
mensuales.
Llegados a este punto donde el
mayor y principal problema, es que las elites no quieren ni desean hablar
nuestro idioma, y lo peor, que no quieren hacer por entenderlo. No nos queda
otra que repetirlo más alto, pero no más claro. No somos mercancía ni un
número. Somos profesionales que asumimos muchos riesgos para velar por las
vidas, los bienes y los bosques. Nosotros cuidamos vidas, ellos descuidan y
menos precian la nuestra.
¡Aquí no hay miedo, aquí hay
dignidad!
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