Rafael Farga Pellicer - anarquista de la sección barcelonesa de la AIT
El 14 de agosto de 1890 muere en
Barcelona (Cataluña) el miembro de la Internacional y una de las figuras más
importantes del anarquismo catalán Rafael Farga. Había nacido hacia 1840 en Barcelona
(Cataluña). Estudió para maestro de obras y aprendió tipografía, en la que
sería un genio y profesional de gran influencia, dirigiendo la imprenta La
Academia; tenía dotes musicales y un tiempo hizo de bibliotecario. Con 20 años
comenzó a militar en el republicanismo federal, desde el Centro Federal de
Sociedades Obreras de Barcelona, en la Dirección General de las Sociedades
Obreras de Barcelona (octubre de 1868) y en el Ateneo Catalán Obrero, hechos
que tras la su evolución hacia el anarquismo favorecieron enormemente la
integración del obrerismo catalán en la naciente Asociación Internacional de
los Trabajadores (AIT).
En diciembre de 1868 participó y presidir un
congreso obrero barcelonés de tipo republicano donde defendió el cooperativismo
y la República federal. Conoció Giuseppe Fanelli en Barcelona y participó en la
reunión de la que surgirá la sección barcelonesa en enero de 1869 de la AIT. En
enero de 1869 tiene carcasa federales, pero en agosto del mismo año es un
decidido partidario de los principios bakuninistas de la Alianza Internacional
de la Democracia Socialista. Con Gaspar Sentillón, representará el Centro
Federal de Sociedades Obreras en el Congreso de Basilea del mismo año, donde
conocerá Bakunin, de quien se convertirá en amigo íntimo, participando
activamente en las comisiones sobre la herencia y sobre las sociedades de
resistencia. En febrero de 1870 en un mitin en Reus expone ya los principios
apolíticos y colectivistas, y desde las páginas de La Federación, que dirige
desde su fundación en agosto de 1869, influye para que se celebre el Congreso
Obrero de la Lengua Española en Barcelona. En abril de 1870 forma parte del
grupo inicial de la Alianza barcelonesa y asiste al citado Congreso de 1870,
donde luchó, representando Cartagena y Cádiz, con éxito, para decantarlo hacia
el anarquismo y el internacionalismo; fue él quien redactó la adhesión a la
AIT, firmó con otros el Manifiesto a los trabajadores portugueses y cerró el
mitin de clausura. Su prestigio entre los internacionalistas fue enorme y fue
elegido varias veces por sufragio universal para representar la sección
española en congresos.
Fue delegado por Barcelona en Valencia en la
Conferencia de 1871 y en el Congreso de La Haya de comienzos de septiembre de
1872 rechazó, como delegado de la Federación de la Región Española (FRE), los
ataques del consejo general marxista de Londres dirigidos contra Bakunin y
Guillaume. También estuvo presente en la reunión de Saint Imier del 15 de
septiembre de 1872, donde se rubricó la línea bakuninista del obrerismo
peninsular, y donde conoció Errico Malatesta y fue elegido corresponsal en
España del Boletín que se acordó editar . En diciembre de 1872 tomó parte en el
Congreso de Córdoba en representación de Barcelona, que aprobó por unanimidad
las resoluciones tomadas en Saint Imier. Posteriormente, en el Congreso
antiautoritario de Ginebra de 1873, presentó un plan de organización obrera por
oficios, que se había aprobado en el Congreso de Córdoba. 1873 la República fue
proclamada en España, pero el movimiento federalista republicano fue
rápidamente superado; el proudhoniano Pi y Margall fue obligado a dimitir de la
presidencia mientras que el movimiento revolucionario en Andalucía, en Valencia
y Cartagena, era aplastado por la reacción en 1874 y las organizaciones obreras
lanzadas a la clandestinidad. En septiembre de 1874, en el Congreso de
Bruselas, al que acudió con el seudónimo de J. Gómez, recalcó la línea
anarquista y firmó la Llamada a los trabajadores del mundo. Cuando empezó la
represión antiinternacionalista en España, mantuvo sus posiciones en las
reuniones en 1874 con Anselmo Lorenzo y García Viñas con el fin de reforzar la
Alianza. Entre 1875 y 1877, y luego en 1879, fue miembro del Consejo Federal de
la AIT.
Parece seguro que fue uno de los
que preparó la reaparición de la Federación de Trabajadores de la Región
Española (FTRE) 1881 y formó parte de la comisiones federales entre 1881 y
1883. Se le atribuye, junto con Pellicer Paraire, Josep Llunas y otros, el
triunfo de la tendencia legalista y anarcocol·lectivista frente a la
insurreccionalista que representaría Anselmo Lorenzo, que acabó llevando la
eliminación de este último de la Comisión Federal en febrero de 1881 y la
reconstrucción de la FTRE. Entre 1872 y 1877 escribió en La Revista Social y
entre 1886 y 1888 publicó la influyente revista Acracia, inventando este
sinónimo de anarquía. Colaboró en Naturaleza ya instancias sus fundó en El
Productor. Mantuvo correspondencia con Bakunin, De PAEP, Fanelli, Malon, Brousse
y Guillaume, y su casa se alojó Kropotkin.
Con Serrano Oteiza fue partidario
de una federación no clandestina. Es autor de Garibaldi. Historia liberal del
siglo XIX (Barcelona, 1882) y de Prolegómenos a la composición tipográfica.
Firmó con otros el folleto Cuestión de la Alianza (Barcelona, 1872) y para
algunos escritos utilizó el seudónimo Justo Pastor de Pellico. Rafael Farga
perteneció también a la mampostería y fue pariente de los también anarquistas
José Luis Pellicer y Antonio Pellicer y Peraire.
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