Tizón se gastó medio millón de
euros en una ganadería brava, mientras rechazaba becas de comedor
Conocida es la afición de la
derecha española por el mundo de los toros. Allí donde gobierna, el llamado
“arte de Cuchares” recibe todo tipo de ayudas y subvenciones, además de un
apoyo explícito de los líderes del PP, que no ahorran tiempo y dinero para aupar
todas las iniciativas cornúpetas. Pero una cosa es la España del “mantón de
Manila, la peineta y el olé” y otra muy distinta que con dinero público se
paguen las obras en espacios naturales para reconvertirlos en entornos aptos
para la cría y desarrollo de una ganadería brava, que muchas instalaciones
privadas quisieran para sí. Este es el caso del acondicionamiento de la finca
de El Borril, propiedad de la Diputación de Toledo, que bajo la presidencia del
polémico Arturo García-Tizón recibió ingentes cantidades de dinero dirigidas a
la construcción de una decena de chiqueros, corrales, vallados y otras
instalaciones propias de los hierros que abastecen de reses bravas a la “fiesta
nacional”, más que de una institución cuyos fines pasan necesariamente por el
servicio a los ciudadanos, sobre todo a aquellos que más lo necesitan.
Vacas bravas, sementales y calesas
Y la pregunta, todavía sin responder, es
obligada: ¿Para qué quiere una Diputación una ganadería de reses bravas y
sementales? En algún documento se habla de la adquisición de estos animales
para “el fomento y conservación de la raza avileña”. Sin embargo, en el casi
centenar de reses adquiridas por la Diputación bajo presidencia del PP, sólo
una veintena de vacas eran de esta raza, según trabajadores de El Borril, finca
en la que ELPLURAL.COM pudo comprobar en persona las grandes inversiones
realizadas por orden del expresidente “popular”, Arturo García-Tizón, amante de
los carruajes de época a cuya adquisición también destinó decenas de miles de
euros, además de otras cantidades aún por determinar para la restauración de
las mismas, y que tenían como destino este hermoso recinto enclavado en los
Montes de Toledo, aunque a día de hoy todavía no han llegado al lugar, ideado
exclusivamente como aula e interpretación de la naturaleza para dar a conocer
el bosque mediterráneo y sus problemas de conservación.
Todo lujo de detalles
El caso es que un día a Arturo García-Tizón,
apartado por su propio partido de toda responsabilidad en la Diputación, cuya corporación
presidió (2011-2015) y de la que todavía hoy forma parte, ahora en la oposición
por deseo expreso de Ciudadanos que prefirieron votar la investidura del
candidato socialista antes que al PP de García-Tizón, a pesar de ser el partido
más votado, decidió llevar a cabo un descabellado proyecto sin reparar en
gastos y acondicionando decenas de hectáreas, valladas y previstas de riego
aéreo y por aspersión, y no contento con esto construyó hasta diez chiqueros,
corrales y cerramientos metálicos de estas infraestructuras que se acercaron al
medio millón de euros de inversión, según recoge el cuadro de gatos elaborado
por este periódico a raíz de las facturas oficiales a las que hemos tenido
acceso.
Un pantano para las vacas
Pero no solo eso, los delirios de grandeza de
García-Tizón llevaron al equipo de Gobierno que presidía el también diputado
nacional de Toledo por el PP a aprobar obras para aumentar la capacidad del
embalse existente en el lugar, alimentado por dos pequeños riachuelos
(Alpuébrega y Pedro Luco o de Las Lanchas), al objeto de regar los pastos
creados para las vacas bravas. Para ello se soterró una gran tubería de cientos
metros de longitud que condujera el agua desde el pantano hasta el recinto
vallado donde hoy pastan las vacas.
Los albañiles estuvieron hasta el último momento
Y es que tan seguro estaba Arturo García-Tizón
de que Ciudadanos apoyaría su investidura, que los albañiles y pintores
estuvieron hasta el último día de mandato del “popular” trabajando en el
acondicionamiento de los chiqueros, junto a los que se preveía la construcción
de un tentadero, según trabajadores en declaraciones a ELPLURAL.COM: “Los
albañiles recogieron sus trastos el mismo día en el que el socialista tomaba
posesión de la presidencia de la Diputación”. Este periódico pudo comprobar in
situ cómo dichas instalaciones todavía no habían sido estrenadas, habiendo en
el lugar material de pintores, herreros y albañiles pendiente de su retirada.
Rechazo visceral a becas para comedor
Pero lo más innoble de este asunto es que
mientras Arturo García-Tizón ejecutaba estas instalaciones, “propias de un
capricho faraónico y del despilfarro”, dicen los socialistas, negaba a este
partido la petición de una dotación de 500.000 euros (la misma cantidad que la
invertida en la ganadería brava) para becas de comedor, o la negativa a
invertir ni un euro en la rehabilitación de la bella plaza de Tembleque, o el
rechazo a un plan de empleo, entre otras peticiones del PSOE recogidas en las
enmiendas que el grupo de García-Tizón tiraba un año sí y otro también, ya que
para el presidente era más urgente acondicionar un espacio en El Borril para
albergar a una familia de lobos esterilizados comprada a un zoo de Córdoba, que
mantener el centro de Alzheimer de Toledo abierto. Durante cuatro años intentó
cerrarlo, pero la Justicia y el PSOE se lo impidieron.
“Pisitos para el presi” y barco para los turistas
No a las becas de comedor, no a planes de
empleo, no a las ayudas a los enfermos de Alzheimer…pero sí a la rehabilitación
con dinero público de unos pisos propiedad de la Diputación para uso y disfrute
del presidente, “de forma ocasional”, reconoció Tizón. Pero para los
socialistas “fundieron” 400.000 euros en su restauración, “el equivalente a 200
contratos de trabajo, o a 700 becas de comedor”, denunció el PSOE, que desde
que ha llegado a la presidencia de la Diputación no sabe qué hacer con el
barquito (otros 400.000 euros) que mandó construir García-Tizón para que los
turistas surcaran las aguas de un pantano para contemplar los restos
arqueológicos de Ciudad de Vascos, como ya informó ELPLURAL.COM en ambos casos.
Uno de los políticos más antisociales
Con estos antecedentes es difícil encontrar en
el mapa político español a un líder más antisocial que Arturo García-Tizón, al
que los socialistas bautizaron con el sobrenombre de “El Baltar de La Mancha”
por su política de “enchufismo y amiguismo” para beneficiar a los allegados al
PP. Un rostro antisocial que dio la vuelta a España cuando obligó al PP en el
Ayuntamiento de Toledo a abandonar el pleno municipal en el momento que iban a
tomar la palabra los padres de niños con cáncer, a los que espetó la famosa y
triste frase: “ni me interesa ni mi importa” la situación de estos pequeños con
enfermedades oncológicas. Así es el taurómaco Arturo García-Tizón, un amante
del mundo de los toros y…de poco más.
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