Un poco de historia, para los integristas católicos, los
"pro-vida" y su puta calavera. "EL DESGARRADOR".
Un poco de historia, para los integristas católicos, los
"pro-vida" y su puta calavera.
"EL
DESGARRADOR". Con esta herramienta, los inquisidores cristianos,
ARRANCABAN LOS PECHOS de las mujeres sospechosas de haber abortado. Obtenían la
confesión de las pobres desdichadas
ACERCÁNDOLAS HIERROS AL ROJO VIVO A LA VAGINA.
Dios es amor...
(Fuente: Catálogo del museo de la tortura. Santillana del
mar.)
Querido Gallardón: Le escribo esta carta con la esperanza de
que caiga en las manos de alguno de sus múltiples asesores y se la traduzcan.
Es castellano, lo sé, pero al escucharle, me queda siempre la duda de si es
usted realmente un bàrbaro o un hombrecillo de carne y hueso. Iré al grano, su
tiempo, cuesta muy caro, qué cosas, seguro que cuando le dan la paga no mira si
los billetes tienen clítoris o si con ellos sus amigos pagaron en Londres algún
embarazo. En fin. Después de pensar mucho, sobre lo que quiere hacer con los
abortos, o la interrupción de embarazo, o como quiera llamarlo en su idioma
carcelario, he encontrado solución factible para este problema: Hacer la
vasectomía a los hombres zurdos, a todos aquellos que follan libertinamente, a
aquellos que les falla el condón, a los que usted sospeche con su
extraordinario criterio que pueden preñar a una mujer que luego no desee tener
una criatura, pida investigaciones, averigüe quienes tienen sexo con demasiada
frecuencia, quienes son los ateos, los libres, los insumisos, los empobrecidos,
los endeudados, los enfermos… Cuando tenga el inventario completo, lo envía a
los hospitales y ordena sus vasectomías, con cualquier disculpa. Qué mas da lo
que diga, usted es quien manda. Con esto que le propongo evitará que las
mujeres, tan torpes históricamente para manejar su cuerpo y dominar los
placeres, tan inútiles para decidir, para pensar, para conducirse por el camino
recto de dios y de la patria se vean obligadas a acudir a cualquier lugar para
arrancarse de las entrañas un embarazo no deseado. Así pues, termino, no sin
antes pedir bendiciones para su pito, deseándole, cómo no, que tenga tantos
hijos como esperma.
Un abrazo, casto,
virginal, anorgàsmico.
Silvia Delgado
Fuentes
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