Adrián del Valle Costa – propagandista anarquista
El 27 de junio de
1872 nace en Barcelona (España) el periodista, escritor y propagandista
anarquista y naturista Adrián del Valle Costa, más conocido bajo el seudónimo
de Palmiro de Lidia, aunque en empleó otros (Fructidor , Hindus Fakir). Hijo de
un republicano federal que lo introdujo en la lectura con Las ruinas de Palmira
de Volney - de ahí tomó el seudónimo -, con 13 años ya se declaraba republicano
y librepensador. En sus años de estudiante, fue redactor de un semanario
estudiantil. 1886 fundó la Sociedad librepensadora «Juventud», pronto disuelta,
y el mismo año ingresó en la Asociación librepensadores «La Luz», de la junta
directiva de la que formó parte y donde conoció Gaspar Sentiñón. Hacia el 1887,
al leer el periódico anarcocol · lectivista El Productor, se decantó por el
anarquismo; se pasó por su redacción, en el Centro Obrero «Regeneración», y se
afilió a la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE ) de la
Asociación Internacional del Trabajo (AIT). Amigo de Pere Esteve y Antoni Pellicer
Paraire, líderes de esta publicación, la introdujeron en la redacción - firmó
sus artículos, entre los que destacan las celebradas "Cartas a un amigo,
sobre socialismo», con el seudónimo Palmiro - y fundaron juntos, con Fernando
Tarrida del Mármol, el grupo anarquista «Benevento».
1889 colaboró en la
organización del II Certamen Socialista celebrado en Barcelona. 1891 conoció
Errico Malatesta, que le animó a continuar en la militancia, y el año siguiente
marchó con Esteban en París y en Londres, en esta gira se relacionó con Jean
Grave, Émile Pouget, Charles Malato, Piotr Kropotkin y Louise Michel, y
Malatesta le recomendó que emigrara a Nueva York. Siguió el consejo del amigo
y, después de un tiempo en Tampa (Florida, EE.UU.), donde colaboró en la
prensa libertaria (La Revista Cubana, El Esclavo y Verdad y Tierra), se
trasladó a Nueva York, donde dirigió El Despertar y colaboró en Cultura
Obrera. En 1895 se trasladó a La Habana, pero expulsado por las autoridades
españolas volvió a Nueva York, donde fundó El Rebelde. Defensor de la
independencia cubana por escrito y oralmente, se relacionó con varios
conspiradores revolucionarios (Enrique Creo, etc.) Y cuando la isla se liberó
del colonialismo español se estableció en La Habana donde desarrolló una
intensa labor propagandística y periodística. 1899 fundó El Nuevo Ideal,
colaboró en numerosas publicaciones (Tiempos Nuevos, Cuba y América, El
Mundo, Revista y Repertorio Bimestre de la Isla de Cuba, La Última Hora,
Heraldo de Cuba, La Reforma Social, La Nación, ¡ Tierra!, El Dependiente,
Revista Bibliográfica Cubana, etc.), fue secretario de redacción de Revista
Cubana de los Amigos del País - se encargó en 1914 de la biblioteca de la
institución la que arregló según criterios biblioteconómicos modernos -, va Fue
miembro de la junta directiva de la «Sociedad del Folklore Cubano» y dirigió
algunos periódicos (El Tiempo, El audaz, etc.).
Durante la Gran
Guerra escribió artículos pacifistas y contra el conflicto bélico. El 14 de
mayo de 1917 publicó en El Dependiente un duro ataque contra el Comité
Pro-conferencias Panamericana de Trabajadores, que entonces reivindicaba el
socialista exanarquista Carlos Loveira, criticando el exclusivismo continental
del proyecto y las coincidencias con la American Federation of Labor ( AFL,
Federación Americana del Trabajo), organización autoritaria y conservadora. Fue
muy amigo de Alfredo López y de Marcelo Salinas. Entre julio y septiembre de
1927, a petición de Federico Urales, publicó una especie de memorias de sus
recuerdos barceloneses en La Revista Blanca. Destacado defensor del naturista
social e integral, 1928 dirigió la revista Pro-Vida, órgano de la Sociedad
Naturista Cubana. También defendió en sus artículos el neomaltusianisme. 1930,
después de muchos años alejado, visitó la Península y mantuvo estrechas
relaciones con la familia Urales, la cual le publicó numerosas obritas en «La
Novela Ideal» (Mi amigo Julio, jubilosa, Camelanga, Arrayán, aristócratas,
Ambición, El príncipe que no quis gobernar, Contrabando, Cero, Tiberianos, De
maestro a guerrillero, La mulata Soledad, Náufragos, etc.).
Tradujo Cuba a pluma
y lápiz, de Samuel Hazard, y, con Fernando Ortiz, Cuba antes de Colón, de Marck
Raimond Harrington. Encontramos colaboraciones suyas en numerosas publicaciones
de todo el mundo y no sólo libertarias, como Acracia, Almanaque de La Novela
Ideal, Cultura Obrera, Cultura Proletaria, El Dependiente, El Despertar, El
Diluvio, El Esclavo, Ética, Eugenia, La Ilustración Artística, inquietud,
Naturaleza, El Porvenir del Obrero, El Productor, Progreso, La Protesta, La
Revista Blanca, Revista de Filosofía, Revista Única, Suplemento de la Protesta,
Tiempos Nuevos, Los Tiempos Nuevos, ¡Tierra!, Verdad y Tierra, La Voz del
Obrero, etc. Entre sus obras podemos citar Narraciones rápidas. Marta (1894),
Fin de la fiesta.
Cuadro dramático (1898), El ideal del siglo XIX (1900),
Socialismo libertario (1902), Cuentos inverosímiles (1903 y 1921), Miedo el
camino (1907), Parnaso cubano (1908, antología), Ferrer. Recopilación de
documentos históricos que immortalizarán al caído (1909), Cultura psicofísica.
Para vivir cien años (1911 y 1920), Los diablos amarillos (1913), Jesús en la
guerra (1917), Tradiciones y leyendas de Cienfuegos (1919, con Pedro Modesto
Hernández), El mundo como pluralidad (1924), Kropotkine, vida y obras (1925),
Juan sin pan. Novela social (1926), El naturismo (1926 y 1932), Evocando el
Pasado (1886-1892) (1927), Compendio de la historia de la Sociedad Económica de
Amigos del País de La Habana (1930), Historia documentada de la conspiración de
la Gran Legión del Águila Negra (1930, obra premiada en un concurso de 1929),
Índices de las Memorias de la Sociedad Económica de Amigos del País (1893/96)
(1938), etc. Adrián del Valle Costa murió el 9 de febrero de 1945 en La Habana
(Cuba).
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