Abel Paz (Almería, 12 de agosto de 1921 - ) es el pseudónimo de Diego Camacho, escritor, historiador autodidacta y militante del movimiento libertario. Hijo de de una familia de jornaleros del campo, condición que le hizo aproximarse a ideologías anarquistas al observar las diferencias de clases entre obreros y burgueses en su infancia y juventud. Entró a formar parte de las Federación Ibérica de Juventudes Libertarias y la Confederación Nacional del Trabajo.
Se trasladó a Barcelona cuando sólo contaba ocho años de edad, estudiando en la escuela nocturna del Clot. En 1936 luchó en los grupos de defensa confederales del Clot y participó en el grupo Los Quijotes del Ideal. En 1938 combatió con las milicias confederales en el frente de Artesa, en Lérida, durante la Guerra Civil Española, refugiándose en Toulouse, Francia, en 1939 al caer la Segunda República Española. Fue internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, y en los de Bram, Saint-Cyprien, y Le Barcarès, y posteriormente forzado a trabajar en el muro del Atlántico para el Partido Nacionalsocialista hasta 1941.
Regresó a la España franquista y fue encarcelado dos veces. Luego volvió a Francia, y no regresó nuevamente a España hasta 1977 estableciéndose definitivamente en el barrio de Grácia en Barcelona.
Colaborador en la prensa libertaria, conferenciante en múltiples actos, también destaca como un prestigioso escritor, convirtiéndose en el biógrafo oficial de Buenaventura Durruti. Su biografía sobre Durruti ha sido traducida a catorce idiomas.
Él mismo se define como anarquista y su significado en la entrevista concedida en 1997 a "Espai de Llibertat" con estas palabras:[1]
Soy anarquista y ser anarquista es ser una persona coherente (paz espiritual, la tranquilidad, el campo, trabajar lo menos posible, el suficiente para poder vivir, disfrutar de la belleza, del sol. Disfrutar de la vida con mayúsculas, ahora se vive en minúsculas). Tener una conducta personal. Llevar las ideas a la práctica al máximo, sin esperar que haya una revolución. Eso se puede hacer ahora. Es una concepción filosófica, es un estado de espíritu, una actitud ante la vida. Pienso que esta sociedad está muy mal organizada, tanto socialmente, como políticamente, como económicamente. Hay que cambiarlo todo. El anarquismo invoca una vida completamente diferente. Trata de vivir esta utopía un poco cada día.
Abel Paz, 1997
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