La dirección de la multinacional Cadbury España informó ayer al comité de empresa del cierre de su planta de chicles Trident de El Prat de Llobregat (Barcelona), lo que supone el despido de los 170 empleados.
La compañía transferirá la producción de la planta catalana a otras instalaciones del grupo en Europa, principalmente a Polonia, aunque también a Francia y Rusia. En Barcelona, se quedarán cerca de un centenar de trabajadores pertenecientes a la estructura comercial, financiera y de marketing de la multinacional, y el centro de toma de decisiones en España.
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