Fernández Villa, el histórico
líder minero, cobró al menos medio millón de Hunosa
Las piezas del puzle comienzan a encajar. Aunque las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción sobre el origen del patrimonio de Fernández Villa –1,4 millones de euros– son todavía muy incipientes, el testimonio de un antiguo dirigente minero de UGT apunta en una doble dirección.
Las piezas del puzle comienzan a encajar. Aunque las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción sobre el origen del patrimonio de Fernández Villa –1,4 millones de euros– son todavía muy incipientes, el testimonio de un antiguo dirigente minero de UGT apunta en una doble dirección.
Por un lado, el exlíder del SOMA
habría recibido hasta 450.000 euros de la empresa pública Hunosa durante los
años en que ejerció como máximo responsable del sindicato de mineros. La otra
vía de financiación apunta hacia los fondos que gestionaba la Fundación Infide,
de la que el propio Villa fue presidente.
Infide –vinculada a UGT-Asturias–
percibió durante muchos años aportaciones procedentes de Cajastur y de las
instituciones de Asturias en momentos en que el exlíder minero –ahora recluido
en su domicilio por voluntad propia– ejercía como mandamás de la región. Eran
los tiempos, como sostiene el director de la revista asturiana Atlántica XXII,
Xuan Cándano, en que "nadie le pedía cuentas porque generaba miedo a su
alrededor".
Quien ha desvelado la procedencia
de la fortuna es un viejo enemigo político de Fernández Villa, el
exsindicalista Antón Saavedra, quien la semana pasada fue interrogado en Oviedo
por la fiscal Carmen García Cerdá. La fiscal se desplazó a la capital asturiana
junto a dos miembros de la UCO –la Guardia Civil– y dos funcionarios de la
Agencia Tributaria.
En esa comparecencia, Saavedra
desveló que, según documentos oficiales de Hunosa, la empresa pública pagó tan
sólo entre 1985 y 1986 nada menos que 328.000 horas sindicales con un coste de
486 millones de pesetas (2,9 millones de euros) para financiar la actividad de
201 liberados sindicales. Ese pago se produjo, según Saavedra, cuando el coste
de las dietas que percibían los sindicalistas procedía de la tesorería de
SOMA-UGT. Sin embargo, Hunosa le hacía llegar a Fernández Villa cheques a su
nombre que entre 1980 y 2012 habrían ascendido a unos 450.000 euros.
Esta versión de los hechos
coincidiría con la que ha ofrecido el actual secretario general del
SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi, quien en el parlamento asturiano ha dicho
este lunes, según Europa Press, que el sindicato no tiene constancia de los
243.462,46 euros que Hunosa pagó en cheques nominativos al exsecretario general
del SOMA por dietas de asistencia de representantes del sindicato a las
reuniones del Comité Intercentros de Hunosa entre 1989 y 2001.
Rodiezmo lo paga Hunosa
"No constan en el sindicato
esos ingresos, como tampoco existe soporte documental del acuerdo con Hunosa
que fijase esa retribución", dijo durante su comparecencia ante la
comisión de investigación sobre la gestión en Asturias de los Fondos Mineros.
Villa, hay que recordar, fue dado
de baja de Hunosa en 1997 por accidente laboral. Y se da la circunstancia de
que ha sido la propia Hunosa quien ha financiado durante años parte de los
costes de la fiesta minera de Rodiezmo, que congregaba a políticos y
sindicalistas socialistas al comienzo de cada curso. Esas asignaciones han
dejado de pagarse desde 2011.
La existencia de esos 243.462
euros abonados en cheques nominativos fue revelada la semana pasada por la
actual presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, durante su comparecencia en
la comisión de investigación. A partir de 2001, se pasó a realizar los pagos
directamente al SOMA, como se hacía con otros sindicatos, con una aportación
total de 297.594 euros entre 2001 a 2012. "Villa ya mandaba cuando yo iba
a parvulitos", dijo gráficamente la presidenta de Hunosa.
La otra fuente de financiación,
como se ha dicho, procedería de Infide, la fundación vinculada al sindicato
minero de UGT. Según Saavedra, esta se ha financiado con aportaciones de
Cajastur, Hidroeléctrica del Cantábrico o procedentes de los cursos de
formación, además de haber obtenido suculentos ingresos derivados de la gestión
de los fondos mineros. No debe tratarse de una cantidad pequeña teniendo en
cuenta que los fondos mineros absorbieron en el periodo 1998-2005: 1.604
millones de euros, y otros 2.880 millones entre 2006 y 2012. En total, 4.484
millones de euros en tres lustros en los tiempos en que Fernández Villa era el
auténtico capo de la política asturiana.
Subvenciones a la fundación
Según ha publicado el diario El
Comercio, entre los años 2010 y 2013 la Fundación Infide tenía a José Ángel
Fernández Villa de presidente y logró además recursos del sector privado. En
las cuentas ante el Registro de Fundaciones declaró 529.500 euros aportados por
la Fundación HC y la Obra Social de Cajastur. La fundación solicitó también
auxilio a la Consejería de Cultura. En esos ejercicios le concedió 25.000 euros
en convocatorias públicas y otros 40.000 más en una ayuda directa.
La tercera vía de investigación
de la Fiscalía Anticorrupción tiene que ver con la obra del macrogeriátrico de
Felechosa, que supuso una inversión de 31 millones de euros pagada con los
fondos mineros, como publicó la revista asturiana Atlántica XXII.
El escándalo Fernández Villa
llegó a la Fiscalía Anticorrupción durante el pasado verano después de una
denuncia realizada por el Sepblac, el departamento encargado de luchar contra
el blanqueo de capitales, dependiente del Banco de España y del Ministerio de
Economía. Esa denuncia se produjo después de que el antiguo sindicalista se
acogiera a la regularización fiscal tras depositar en una entidad fondos por
valor de 1,4 millones de euros.
A raíz de esa investigación, se
creó una comisión de investigación en el Parlamento asturiano. Entre los
comparecientes ha estado el propio Saavedra, quien en su declaración recordó
que ya hace años presentó denuncias antes la fiscalía por la existencia de una
“trama carbonera” que afectaba a Minas de la Camocha, Teverga o la propia
Hunosa.
"¿No se enteraban ustedes
–les preguntó a los diputados–, o no querían enterarse, cuando los barcos
descargaban a la vista de todo el mundo el carbón de importación que era
trasladado a las térmicas de Aboño o Soto de Ribera, haciéndolo pasar como
carbón extraído de las explotaciones asturianas para cometer un multimillonario
fraude, permanentemente consentido, a la Hacienda española? ¿De verdad que no
se enteraban”, remachó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario