Partidos para qué
Disculpadnos pero no nos convencéis. Podéis llamarnos
utópicos, pero en ningún caso somos ingenuos ni inocentes, y mucho menos
carecemos de memoria ni como trabajadores ni como organización.
Parece ser que los partidos políticos e instituciones varias
de este país se han visto obligadas a contagiarse de un virus que les causa
regeneración política, renovación de caras, mecanismos de participación,
medidas anticorrupción, afán de transparencia...
Como uno es lo que hace y no lo que dice, disculpadnos de
nuevo si no nos fiamos ni de los partidos políticos ni de instituciones como la
Monarquía. Siendo educados, como poco, sois unos "artistas" de
primera fila.
Habéis sido, y sois,
parte responsable y cómplice de la mayor destrucción de derechos laborales y
sociales en décadas, de un recorte de libertades brutal en nombre de vuestra
democracia, de provocar una crisis que solo pagan los trabajadores a costa de
empeorar sus vidas, de desahuciar a las personas y rescatar a los bancos, de precarizar
los servicios públicos, de reformar vuestra sagrada constitución para asegurar
los privilegios y beneficios de la banca y los grandes capitales financieros,
de crear y mantener la red de corrupción y clientelismo para enriqueceros
robando del erario público, de tener vuestro dinero a salvo (por supuesto) en
vuestros paraísos fiscales.
Pero ahora, cuando habéis cambiado el escenario social y las
reglas del juego a favor del capitalismo más feroz, como buenos cristianos os
arrepentís y, para que no os acusen de falta de pluralidad (religiosa) en plan
hinduista, pretendéis reencarnaros en lo que nunca seréis: una opción real y
honrada que sirva a los intereses de la clase trabajadora. Vuestros líderes
pasados (sentados en las juntas de las multinacionales) o presentes (salidos de
la nada para llevárselo todo) nos producen serios ataques de desconfianza.
Vuestros nuevos formatos y discursos no esconden más que
prácticas viejas que todos conocemos y sentimos duramente en nuestro día a día.
Vuestras flamantes «nuevas promesas» no nos convencen, ni nos convencerán. A
pesar de vuestras grandes campañas de lavado de cara, de vuestras magníficas
puestas en escena ante los grandes medios de desinformación, no lograréis
ocultar que a quien realmente servís es al capital. Pretendéis volver a
traicionar a los trabajadores una y otra vez, y al parecer las que haga falta.
Confiamos en que vuestra estrategia de manipulación esta vez no os funcione,
porque muchas personas son ya conscientes de la realidad.
En la CNT, puestos a confiar, depositamos nuestra confianza
en las personas que están luchando y alzando la voz. En el tajo, en las plazas,
en los barrios, en los espacios okupados, en los movimientos sociales,
intentando de una manera real y horizontal construir herramientas para un
cambio social profundo, a partir del cual podamos recuperar el terreno perdido
y obtener nuevas conquistas sociales.
En fin, cada uno a lo suyo. Vosotros a lo de siempre, que,
como dijo alguien; «pobrecitos los políticos de oficio, que trabajan para el
pueblo en su propio beneficio». Y nosotros a lo nuestro, a luchar y a construir
desde abajo una herramienta de lucha al servicio real de los trabajadores.
Por eso nunca votamos ni al PSOE ni a sus traidores, ni a
ninguno de los demás.
Secretariado Permanente del Comité Confederal CNT-AIT
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