Lucha sin líderes ni jerarquías.
Sobran los motivos para luchar. Y desde luego no para
dignificar las condiciones de explotación y sometimiento de antes de la crisis.
Ni queremos paro, ni queremos vernos obligados a vender nuestro tiempo y
esfuerzo para enriquecer a un empresario. No queremos mayor control sobre la
clase política, ni más votaciones, ni consultas ciudadanas; queremos destruir
el Poder y la Autoridad y construir la organización de la vida social y
económica de abajo a arriba, de forma horizontal, a través de la libre unión y
la federación de las personas para organizar conjuntamente y de forma solidaria
sus vidas y dar respuestas colectivas a las problemáticas que surjan en nuestro
día a día. No queremos una tibia igualdad política, como concepto abstracto:
luchamos por la igualdad económica y social, por la destrucción de las clases
sociales que se cimientan sobre el robo legal (la propiedad privada), creemos
en la necesidad de atacar al sexismo, el racismo y cualquier forma de dominio
como pilares del Estado y el Capital.
Igual que aspiramos a eso, empezamos desde nuestra propia
lucha diaria a intentar funcionar tal y como queremos: sin líderes, ni
jerarquías, mediante la acción directa de los propios implicados en las luchas
sin delegar en nadie (ni jueces, ni políticos, ni liberados sindicales, ni
policías) desde la solidaridad y el apoyo mutuo como base.
Por eso nos asquea tanto ver aspirantes a líderes de masas,
como el Alcalde Gordillo o el liberado Cañamero darse baños de masas y chupar
cámaras. ¿Qué hace un Alcalde, que participa en la estructura del Estado que
sirve para mantener el orden establecido y que ostenta un cargo de poder, o un
liberado sindical, que participa en el sistema de delegación que ha destruido
al movimiento obrero a través del voto en elecciones sindicales, comandando
luchas? La respuesta es sencilla: carrera política. Para ellos y sus
seguidores, solo podemos decirles, que como anarquistas, nos negamos a ser
partícipes del colorido de siglas que marchen al son de sus intereses.
No nos importa la masividad de una protesta donde prima el
espectáculo y el salir en la tele, donde partidos políticos y sindicatos
disfrazados de alternativos dan colorido a un carnaval que disfraza la lucha,
para pescar adeptos y conseguir rédito electoral. Lucharemos contra el Estado y
el Capital como origen de las injusticias y
las desigualdades, y lucharemos contra sus gestores y CONTRA LOS ASPIRANTES a gestionar un
capitalismo y un dominio autoritario más tibio y difuminado.
¡Organízate y lucha sin líderes ni jerarquías!
¡Contra toda autoridad! ¡Por la anarquía!
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