Palabras de Ricardo Flores Magón a la mujer de 1910:
"Compañeras, no teman la catástrofe. Ustedes constituyen la mitad de la especie humana, y, lo que afecta a ésta, afecta a ustedes como parte integrante de la humanidad. Si el hombre es esclavo, ustedes lo son también. La cadena no reconoce sexos... La cadena del hombre es la de ustedes ¡ay! y tal vez más pesada y más negra y más infamante es la de ustedes. ¿Eres obrera? Por el solo hecho de ser mujer se te paga menos que al hombre y se te hace trabajar más; tienes que sufrir las impertinencias del capataz o del amo, y si además eres bonita, los amos asediarán tu virtud, te cercarán, te estrecharán a que les des tu corazón, y si flaqueas, te lo robarán con la misma cobardía con que te roban el producto de tu trabajo.
Bajo el imperio de la injusticia social en que se pudre la humanidad, la existencia de la mujer oscila en el campo mezquino de su destino, cuyas fronteras se pierden en la negrura de la fatiga y el hambre o en las tinieblas del matrimonio y la prostitución.
La condición de la mujer en este siglo varía según su categoría social; pero a pesar de la dulcificación de las costumbres, a pesar de los progresos de la filosofía, la mujer sigue subordinada al hombre por la tradición y por la ley... Humillada, menospreciada, atada con las fuertes ligaduras de la tradición al potro de una inferioridad irracional, familiarizada por el fraile con los negocios del cielo, pero totalmente ignorante de los problemas de la tierra, la mujer se encuentra de improviso envuelta en el torbellino de la actividad industrial que necesita brazos, brazos baratos sobre todo...
El salario de la mujer es tan mezquino que con frecuencia tiene que prostituirse para poder sostener a los suyos cuando en el mercado matrimonial no encuentra un hombre que la haga su esposa, otra especie de prostitución sancionada por la ley y autorizada por un funcionario público, porque prostitución es y no otra cosa, el matrimonio, cuando la mujer se casa sin que intervenga para nada el amor, sino sólo el propósito de encontrar un hombre que la mantenga, esto es, vende su cuerpo por la comida, exactamente como lo practica la mujer perdida, siendo esto lo que ocurre en la mayoría de los matrimonios...
Compañeras: este es el cuadro espantoso que ofrecen las modernas sociedades. Por este cuadro vemos que hombres y mujeres sufren por igual la tiranía de un ambiente político y social que está en completo desacuerdo con los progresos de la civilización y las conquistas de la filosofia. En los momentos de angustia, dejen de elevar sus bellos ojos al cielo; ahi están aquéllos que más han contribuido a hacer de vosotras las eternas esclavas. El remedio está aquí, en la Tierra, y es la rebelión..."
-Fragmento extraído del auténtico periódico Regeneración, septiembre de 1910.
Pensamientos Magonistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario