Un
Juzgado de Bilbao reconoce el origen profesional de la muerte de un trabajador
por exposición al amianto
El
Juzgado de lo Social número 4 de Bilbao ha reconocido el origen profesional de
la muerte de un trabajador por mesotelioma pleural, tras estar expuesto al
amianto en Industrias Reunidas de Elorrio y Fundiciones San Eloy.
El
Juzgado, de esta forma, ha dado lugar a la demanda de la viuda del trabajador,
fallecido en febrero de 2017, con 57
años, debido a un mesotelioma metastático, patología directamente derivada de
la exposición al amianto y otros tóxicos en ambas empresas. En la primera de
ellas trabajó durante 315 días a partir de 1985 y, en la segunda, 7.068 días a
partir de 1994, según ha informado Asviamie, Asociación vasca de víctimas del
amianto.
Fue
en septiembre de 2016 cuando el Hospital de Galdakao diagnosticó a M.G.B. un
adenocarcinoma pulmonar, con engrosamiento pleural, placas calcificadas e
insuficiencia respiratoria. Mas tarde, tras un nuevo ingreso hospitalario, se
modificó el diagnostico, por tratarse de un mesotelioma metastásico, enfermedad
que deriva casi exclusivamente de la inhalación de fibras de amianto y recogida
en el cuadro de enfermedades profesionales.
No
obstante, el Instituto de la Seguridad Social de Bizkaia rechazó, en dos
ocasiones, que la pensión de viudedad fuera derivada de enfermedad profesional.
Según señala Osalan, «se tiene conocimiento de trabajadores que trabajaron en
fundiciones con patologías relacionadas con la exposición al amianto y, dada la
presencia de signos clínicos pleurales (engrosamiento y placas), hace aumentar
la probabilidad de que se haya dado esa exposición al amianto».
El
patólogo apunta, en su informe pericial, que el amianto «ha estado presente en
la casi totalidad de los hornos de fundición como aislante térmico» y los
trabajadores de fundiciones «constituyen un conocido grupo profesional de
riesgo, según consta en las matrices de exposición laboral». Por ello, descarta
expresamente que el «tabaquismo sea un factor de riesgo del mesotelioma».
En
el proceso, un trabajador de Industrias Reunidas de Elorrio, que trabajó con el
fallecido, afirmó que «éste echaba el caldo en la fundición, que estaba en la
línea de fusión, llenaba la cuchara y la tapaba con amianto para que mantuvieran
el calor». Además, subrayó que el amianto, en rollos grandes, lo cortaban con
tijeras o un cuchillo.
Otro
trabajador también aseguró que el uso del amianto era habitual, algo que
negaron otros testigos presentados por Fundiciones San Eloy, la sentencia
estima la demanda de la viuda, y declara que M.G.B. falleció a consecuencia de
una enfermedad profesional.
Asviamie
ha mostrado su satisfacción por esta una nueva resolución judicial, «que
desbarata los escandalosos» intentos de ocultar el origen profesional de la
epidemia de cáncer y enfermedades respiratorias en los trabajadores expuestos
al amianto. «Las autoridades laborales y sanitarias no pueden continuar
cerrando los ojos ante el crecimiento de la epidemia de cáncer, convertida en
Euskadi en la principal causa de muerte», concluye.
Fuente:
Prensa, Agencias
Kaosenlared
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