DOS AÑOS DEL FALLECIMIENTO DE
CONCHA SERRANO
Nos deja Concha Serrano: palabras
y reconocimiento en su memoria
El 12 de diciembre 2016 nos abandonaba Concha
Serrano, y con ella una mujer excepcional e indómita luchadora libertaria.
Joven se afilia a la CNT, joven
como otros/as tantos/as de sus coetáneos compañeros/as, participa y vive la
época de la efervescencia libertaria, y “la furia” de aquellos ríos rojinegros
que desembocaban en cualquier rincón, construyendo resistencias y confrontando
con aquellos últimos suspiros prolongados del régimen militar, socio y amigo de
las herramientas medievales y homónimo del genocidio. Pero Concha es joven,
ella y sus compas son la nueva savia que brota por Madrid levantando sus
adoquines, reconstruyendo las ruinas de una organización que fue horriblemente
represaliada, y no ignora esto, es más, lo usa como una armadura que quizá ella
no podía imaginar, la acompañaría hasta el último de sus días.
Ateneos libertarios, locales
sindicales de la CNT, bibliotecas y espacios asociativos se extendían por aquel
Madrid de los 70, los hogares de una gran familia libertaria que se reencuentra
en su máxima expresión tras más de tres décadas. Viejos, jubiletas, exiliadas,
curritos, hippies, estudiantes y hasta algún “hipster” de los “auténticos”
hacían temblar sobre sus pasos, la inquina de una ciudad, corona de los
verdugos.
¿Y dónde no estuvo Concha? Qué
rincón o qué lugar no fue transitado por ella, que “movida” no se “comería” de
lleno, a veces incluso hasta rozando la cuchilla, de sí, aquellos/as
verdugos/as de la DGS. Mierda, en no tantas ocasiones fueron cazados por esas
“cucarachas asesinas”, pero se sobreponían. De nuevo en pie, la peña de la
COPEL estaba amotinada en Carabanchel, otras tantas compas del “sindi” comían
talego, otros tantos se curaban de las heridas de aquellos salvajes piquetes de
la lucha sindical en el tajo, con la bandera de la CNT, por supuesto. Agustín
Rueda fue asesinado brutalmente, de nuevo otra vez, por los verdugos en la
prisión de Carabanchel. El mitin de San Sebastián de los Reyes, y otras tantas
militancias confederales: el V Congreso, el Caso Scala, su Sindicato de
Enseñaza, la escisión y otros tantos hechos de la cartografía confederal de
aquellos años, en los que Concha estuvo y participó activamente.
En el Ateneo Libertario de
Villaverde, el local de la CNT, al que Concha llega tras la recuperación de
este emblemático espacio de Patrimonio Sindical, en el 1º Mayo de 1980. Milita
en CNT y Mujeres Libres, además del proyecto cooperativo, la escuela “Pequeño/a
compañero/a”. Casi tres décadas de militancia en este local, que reunía y
acogía sus sensibilidades políticas, desde diferentes espacios, y también en
estrecha colaboración con las entidades sociales y vecinales de Villaverde, y
con la diversidad de grupos y colectivos que han habitado durante años el
Ateneo Libertario.
Ah, no lo dudéis, en todos esos
rincones y en esas callejuelas de este viejo Madrid, siempre estuvo acompañada
de sus dos aliados ideológicos, el anarquismo y el feminismo, este último
impregnaba todo lo que en esencia era Concha, una Mujer Libre. Participó de la
reconstrucción de Mujeres Libres, y militó en esta organización, en el grupo de
Madrid hasta su deconstitución a finales de los 2000. Concha era alma y
espíritu feminista, de esas Mujeres Libres que llevaban lo libertario a otros
espectros y espacios del movimiento feminista en Madrid, contagiando e
influyendo y tejiendo redes con otras tantas feministas. Portaba el feminismo
en la práctica totalidad de sus análisis y discursos en espacios mixtos (el
sindicato y otros movimientos sociales) donde las resistencias a la cuestión
del género son si cabe más complejas y también más duras.
La huella que nos deja Concha
está inserta en las calles de Madrid, la ciudad que tantas y tantas causas e
ideales la hicieron protestar por sus calles, transitar espacios y lugares
libertarios, participar en sensibilidad con otros movimientos, todos ellos de
causa común: la libertad.
Esta breve semblanza, no es más
que una pincelada a toda su intensa y rica trayectoria libertaria en Madrid. Es
un reconocimiento a quien, con un sentido de la solidaridad excepcional,
siempre estuvo ahí, en primera fila. Nunca le gustó pasar desapercibida, era
dinámica, propositiva, y entusiasta, tomaba partido porque nunca la gustaron
las gradas. Concha siempre alzaba el puño ante las adversidades, o ¿acaso
alguna vez lo bajó?
En tu recuerdo y en tu memoria,
va por ti, Concha. ¡Salud!
Federación Comarcal Sur
CNT-AIT Puerto Real Diciembre 2018
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