HOY HACE UN AÑO DEL FALLECIMIENTO DE NUESTRO COMPAÑERO JOSE LUIS GARCIA
RUA
COMINICADO DE LA FAMILIA
José Luis García Rúa falleció en
Granada el día 6 de Enero de 2017
HOMBRE QUE LUCHÓ POR LA LIBERTAD
SIT TIBI TERRA LEVIS
Tuvo siempre en el corazón a su
mujer Gisela y a su hijo Emilio. Con el recuerdo y agradecimiento a sus
compañeros de lucha, de la Universidad y a todos los que sufren la explotación
y la injusticia.
Toda su familia expresa su
agradecimiento a los que tanto lo quisieron y a los que dejó el recuerdo imborrable
de su vida.
PARTICIPAN a sus compañeros y a sus amistades su
perdida, siendo el velatorio hoy en la sala nº 1 del Cementerio de San José , y
la despedida tendrá lugar mañana a las 16,30 de la tarde, en las instalaciones
de dicho recinto.
BIOGRAFIA
José Luis García Rúa - filosofo, escritor y destacado militante
anarquista
El 31 de agosto de 1923 nace en
Gijón (Asturias, España) el filósofo, escritor y destacado militante anarquista
y anarcosindicalista José Luis García Rúa. Su padre, Emilio García García, fue
un afiliado de relieve de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que
asistió a congresos en representación del Sindicato de la Construcción de
Gijón, que escribió algunas proclamas y textos sindicales, y que, finalmente,
murió en el frente de Oviedo durante la Guerra Civil. Entre 1929 y 1936 estudió
en la Escuela Neutra Graduada regentada por Eleuterio Quintanilla. Luego
comenzó el bachillerato en Gijón y el continuó en Olot (Cataluña). En 1939
marchó al exilio francés, pasando a una colonia de viejos y de jóvenes, luego
fue recluido a campo de concentración de Argelers y Barcarès. A finales de 1939
regresó a la Península y Gijón trabajó en una fábrica de ladrillos y en otros
trabajitos. A partir de 1942 decidió continuar los estudios por libre,
terminando el bachillerato en dos años y comenzando la carrera de Filosofía y
Letras (Lenguas Clásicas) en la Universidad de Oviedo, que continuó entre 1945
y 1948 en Salamanca gracias a una beca del Ayuntamiento de Gijón, licenciándose
en Filosofía Clásica con premio extraordinario.
Al acabar los estudios, viajó a
Alemania y entre 1952 y 1953 amplió estudios en el Stifung Maximillaneum de
Munich y, en 1958, hizo de lector de español en la Universidad de Maguncia. En
1955 leyó una tesis sobre Séneca en la Universidad de Salamanca. Entre 1958 y
1971 dio clases de filosofía en Gijón de forma gratuita, al tiempo que
participó en la clandestinidad antifranquista. Durante los años sesenta sufrió
represalias por hacer costar los mineros en huelga: revocado su nombramiento
como profesor de la Universidad y de la Escuela de Comercio de Oviedo por
«desafecto al régimen» (1963), cese como profesor alemán en la Escuela de
Comercio de Oviedo (1964), clausura policíaca del centro cultural Gesto donde
impartía clases gratuitas con otros compañeros (1965), etc. En 1966 denunció
mediante una carta abierta dirigida a la Unesco su situación de perseguido por
el franquismo. En 1969 fue uno de los fundador de las Comunes Revolucionarias
de Acción Socialista (CRAS) y se afilió a la CNT. En 1971 se trasladó al sur,
primero dando clases en la Universidad Laboral de Córdoba, será expulsado, y en
el Instituto Séneca de la misma ciudad, del que también será puesto en marcha.
Entre 1972 y 1975 dio clases de
Historia de la Filosofía en el Colegio Universitario Santo Reino de Jaén. A
partir de 1975 ejerció de profesor de Historia de la Filosofía en la
Universidad de Granada, llegando a ser catedrático. Tras la muerte del dictador
Francisco Franco, se volcó en la militancia confederal, destacando como orador
y conferenciante. En 1977 fue nombrado secretario de la CNT de Andalucía, cargo
que renovará entre 1981 y diciembre de 1983 y, más tarde, en 1992. En el Pleno
de Regionales de marzo de 1988 fue elegido secretario general de la CNT, cargo
en el que fue reelegido en el Pleno de diciembre de 1988 y hasta 1990.
Representó Granada en las Conferencias de Sindicatos de 1987 y 2000, y en el
Pleno de noviembre de 1992 fue nombrado director del periódico CNT. En 1993
intervino en los debates internacionales sobre anarquismo de Barcelona y en la
V Conferencia de Sindicatos. Entre 1997 y 2000 ejerció de secretario general de
la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT). Durante los años noventa
defendió la línea anarcosindicalista ortodoxa y antireformista en la CNT e
intervino en numerosos mítines y conferencias.
Encuentran artículos suyos en
multitud de publicaciones libertarias y especializadas en filosofía, como
Adarga, Cenit, CNT, Emérita, Espoir, Euroliceo, Icaria, Ideas-Orto, El Libertario,
Martillo, El Olivo del Búho, La Protesta, Revista de Filosofía, Revista de
Fomento Social, Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad, Voluntad, etc. Es autor
de De los Matic del interés existencial romano ta el siglo I de Cristo (1955),
Los máticos de la interiorización en la historia helénica (1956), Sobre animus
/ anima en un texto de Séneca (1956), Política y pedagogía liberadora (1974),
El sentido de la interioridad en Séneca. Contribución al estudio de los
conceptos de «modernidad» (1976), Mis Ciudades I. Gijón (En la marea del siglo)
(1993), A vueltas con la ley (1995, con otros), El sentido de la naturaleza en
Epicuro (1996), Reflexiones para la acción (1997-2008, tres tomos), etc. En
1991 tradujo del francés la obra de Paul Ricoeur Los caminos de la
interpretación.
En 1996 fue creada en Gijón el
Aula Popular José García Rúa, asociación cultural que sigue los pasos de quien
está dedicada.
QUE LA TIERRA TE SEA LEVE Y SIEMPRE ESTARAS EN NUESTROS CORAZONES
Sindicato Oficios Varios de CNT-AIT de Puerto Real
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NOTICIA EN EL PERIODICO LA NUEVA ESPAÑA
El filósofo García Rúa es
despedido en Granada con el himno "A las barricadas"
Palabras emocionadas, versos que
Antonio Machado dedicó a Francisco Giner de los Ríos, música del grupo
asturiano "Mus", banderas anarcosindicalistas y el himno libertario
"A las barricadas". El filósofo gijonés José Luis García Rúa fue
despedido ayer en Granada, ciudad de cuya Universidad era catedrático emérito y
en la que falleció el pasado viernes, por familiares, amigos, discípulos,
admiradores y una nutrida representación de la CNT, sindicato del que fue
secretario general entre 1986 y 1990. Una ceremonia sencilla y cálida a la vez,
como le hubiera gustado al profesor, en la que intervinieron desde la emoción
sus hijos Francisco y Héctor. También su nieto Héctor García, que dejó una
última enseñanza del abuelo y maestro: "Quería compartir las últimas
palabras que pude escuchar de su boca. Estaba con él y me dijo:'Yo ya no puedo
hablar; háblame tú de la vida".
A García Rúa, ejemplo de una vida
orientada por la noción y la práctica de la ayuda mutua, le hubiera gustado lo
que dijo ayer su nieto Héctor en el cementerio granadino de San José: "Y
eso es lo que yo creo que debemos hacer: hablar todos de nuestras vidas,
porque, al fin y al cabo, aunque yo soy muy joven, creo que eso es el mundo,
compartir nuestras vidas".
El coche fúnebre con el cuerpo
del filósofo llegó al camposanto granadino hacia las cuatro y media de la
tarde. Entre los ramos de flores y las coronas, una de los compañeros de la CNT
de Asturias y León. También hubo representación de la familia gijonesa de
García Rúa. Un emocionado Pelayo García Rodríguez, sobrino del catedrático,
viajó durante la madrugada de ayer hasta la ciudad andaluza para asistir a la
despedida de su tío. Un hijo del también desaparecido filósofo y escritor
anarquista Agustín García Calvo quiso estar presente en la despedida de García
Rúa.
Se leyeron comunicados de la
Asociación Internacional del Trabajo (AIT), de la que el anarcosindicalista
gijonés fue secretario general. Intervino asimismo el político socialista José
Antonio Pérez Tapias, quien llegó a disputar la dirección del PSOE a Pedro
Sánchez en 2014. Habló en calidad de decano de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad de Granada, donde García Rúa, de quien hizo un ceñido
elogio, se jubiló como profesor en 1988 y en la que siguió impartiendo clases
como catedrático emérito quince años más.
Fue una ceremonia de la palabra
concurrida, con presencia también de militantes de las Juventudes Libertarias.
García Rúa, que falleció a los noventa y tres años, ejerció a lo largo de su
vida un renovado magnetismo sobre sucesivas generaciones. Muchos jóvenes veían
en el filósofo y escritor (también fue poeta) un ejemplo de coherencia ética. Y
no sólo por su activo compromiso con la lucha por las libertades durante el
franquismo, que le represalió de manera sistemática forzando su despido de
varios centros académicos (de la Universidad de Oviedo, por ejemplo), sino
también por su visión social del futuro.
De ahí que a muchos de los
asistentes a la ceremonia granadina de ayer les pareciera del todo acertada,
ajustada a la ocasión, la lectura de los versos que Antonio Machado dedicó a
Francisco Giner de los Ríos. Es un poema incluido en el libro "Campos de
Castilla", donde su autor homenajea a su manera al ilustre pedagogo,
creador y director de la Institución Libre de Enseñanza: "Como se fue el
maestro,/ la luz de esta mañana/ me dijo: Van tres días/ que mi hermano
Francisco no trabaja./ ¿Murió?... Sólo sabemos/ que se nos fue por una senda
clara,/diciéndonos: Hacedme/ un duelo de labores y esperanzas". El texto
fue leído por el filósofo y catedrático universitario Pedro Cerezo, académico
de la de Ciencias Morales y Políticas.
Durante la ceremonia se escuchó
asimismo la versión musical que "Mus" hizo de "Adiós",
poema de García Rúa que éste recita en la grabación que firmó en 2010 el grupo
gijonés. Un texto en el que su autor habla de su Asturias natal. Nacido en
Gijón el 31 de agosto de 1923, ciudad en la que el pensador libertario mantiene
una notable ascendencia por su papel fundamental en la academia obrera de la
calle Cura Sama o en las Comunas Revolucionarias de Acción Socialista, la
familia ha querido que descanse en Granada. No sólo porque fue la ciudad cuya
Universidad le acogió haciéndole justicia, sino porque en ella reposan también
su mujer, Gisela, y su hijo Emilio José.
"¡Viva la anarquía!",
se escuchó ayer en el cementerio de San José cuando se selló el nicho que acoge
los restos del filósofo. Éste consagro gran parte de su vida a un ideario y a
un compromiso político al que llegó, según relató cuando dictó sus memorias para
LA NUEVA ESPAÑA, por el testimonio de un muchacho que sobrevivió a los
fusilamientos en Gijón en la Guerra Civil. Pasó por los campos de concentración
en los que Francia recluyó a los exiliados españoles; trabajó en la
construcción y en Mina La Camocha; fue adjunto de Antonio Tovar en la
Universidad de Salamanca y lector en la de Maguncia, en Alemania; hizo la tesis
sobre Séneca y escribió libros sobre las ciudades que amó y los días en los que
no dejó de expresar su amor por la libertad. Y de todo ello se habló ayer en
Granada al darle el último adiós.
SOV CNT-AIT Puerto Real 6 Enero
2018
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