viernes, 18 de agosto de 2006
Federico Garcia Lorca in memorian
Federico García Lorca In Memoriam. Nueva York, oficina y denuncia En el 70 aniversario del asesinato de Federico García Lorca, de su libro Poeta en Nueva York Kaos.Memoria histórica [18.08.2006 09:31] - 8 lecturas - 0 comentarios
NEW YORK(Oficina y denuncia) Debajo de las multiplicacioneshay una gota de sangre de pato.Debajo de las divisioneshay una gota de sangre de marinera.Debajo de las sumas, un rio de sangre tierna;un rio que viene cantandopor los dormitorios de los arrabales,y es plata, cemento o brisaen el alba mentida de New York.Existen las montañas, lo sé.Y los anteojos para la sabiduria,lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.He venido para ver la turbia sangre,la sangre que lleva màquinas a las cataratasy el espíritu a la lengua de la cobra.Todos los dias se matan en New Yorkcuatro millones de patos,cinco millones de cerdos,dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,un millón de vacas,un millón de corderosy dos millones de gallos,que dejan los cielos hechos añicos.Más vale sollozar afilando la navajao asesinar a los perros en las alucinantescaceríasque resistir en la madrugada los interminables trenes de leche,los interminables trenes de sangrey los trenes de rosas maniatadaspor los comerciantes de perfumes.Los patos y las palomas,y los cerdos y los corderosponen sus gotas de sangredebajo de las multiplicaciones,y los terribles alaridos de las vacas estrujadasllenan de dolor el valledonde el Hudson se emborracha con aceite.Yo denuncio a toda la genteque ignora la otra mitad,la mitad irredimible , que levanta sus montes de cementodonde laten los corazonesde los animalitos que se olvidany donde caeremos todosen la última fiesta de los taladros.Os escupo en la cara. La otra mitad me escuchadevorando, cantando, volando en su pureza,como los niños de las porteríasque llevan frágiles palitosa los huecos donde se oxidanlas antenas de los insectos.No es el infierno, es la calle.No es la muerte, es la tienda de frutas.Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasiblesen la patita de ese gato quebrada por el automóvil,y yo oigo el canto de la lombrizen el corazón de muchas niñas.Oxido, fermento, tierra estremecida.Tierra tú mismo que nadas por los números de la oficina.Qué voy a hacer, ordenar los paisajes? Ordenar los amores que luego son fotografías,que luego son pedazos de madera y bocanadas de sangre?No, no; yo denuncio. Yo denuncio la conjurade estas desiertas oficinasque no radian las agonías,que borran los programas de la selva,y me ofrezco a ser comido por las vacas estrujadascuando sus gritos llenan el valledonde el Hudson se emborracha con aceite. Federico Garcia-Lorca
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