LO QUE FUE JOSE MARIA PEMAN
(foto marcado con el 1 Mousolini, 2
Peman)
Responsabilidades políticas .Con
categoría de ministro, fue nombrado por Franco presidente de la Comisión de
Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado (1–10–1936/29–1–1938)
ayudado por el pediatra Enrique Suñer Ordóñez [47] como vicepresidente y por el
auditor de guerra Eugenio Vegas Latapie como secretario. Tan pronto estos
cruzados asumieron su papel de inquisidores, adoptaron con toda fidelidad los
principios antiintelectualistas del integrismo católico, en contra de los
principios republicanos, laicos y modernos, representados por la Institución
Libre de Enseñanza. Pemán desempeñó un papel destacado en la definición y
eliminación de lo que (él y los suyos) consideraron la «Anti-España» [48]. Se
empezó por la depuración del personal funcionarial docente [49]
“El carácter de la depuración que hoy
se persigue no es sólo punitivo, sino también preventivo. Es necesario
garantizar a los españoles, que con las armas en la mano y sin regateos de
sacrificios y sangre salvan la causa de la civilización, que no se volverá a
tolerar, ni menos a proteger y subvencionar a los envenenadores del alma
popular, primeros y mayores responsables de todos los crímenes y destrucciones
que sobrecogen al mundo y han sembrado de duelo la mayoría de los hogares
honrados de España… Los individuos que integran esas hordas revolucionarias
(del Frente Popular), cuyos desmanes tanto espanto causan, son sencillamente
los hijos espirituales de catedráticos y profesores que, a través de
instituciones como la llamada «Libre de Enseñanza», forjaron generaciones
incrédulas y anárquicas” [50] .
En palabras del Caudillo a los
maestros : «Tras la maravillosa creación de Pemán, ensalzando la Patria y la
Religión, sólo cabe una palabra: Amén, y así será» [51]. Aunque Pemán se
autoexculpara 17 años más tarde [52], la actuación de este equipo (monárquicos
del grupo de Acción Española) fue sumamente eficaz: entre 15.000 y 16.000
sancionados, de los que 6.000 maestros fueron separados definitivamente de la
enseñanza, 3.000 fueron suspendidos de empleo y sueldo y alrededor de 6.000
perdieron su plaza al ser trasladados forzosamente de su localidad [53] . Se
puede estimar que, aproximadamente, un tercio de los catedráticos de
Universidad fueron represaliados [54][55] .
Los libros en general fueron clasificados
como buenos o malos y éstos expurgados [56]. La enseñanza de la Historia como
vía de transmisión de valores fue uno de los pilares de la escuela del
franquismo, y precisamente, motivo de exilio de muchos maestros [57]. Aunque
tuvo el pudor de no optar a ninguna cátedra universitaria, en 1942 Pemán fue
presidente del tribunal de oposiciones a catedráticos de Instituto de Historia
de España [58] e incluso había hecho sus pinitos como historiador con un texto
oficial para las escuelas públicas de la nación [59]. La educación fascista
ocupó su lugar [60] .
En octubre de 1937 Franco creó el
Consejo Nacional de FET y de las JONS. La lista de los cincuenta consejeros
comienza por Pilar Primo de Rivera, el conde de Rodezno, el general Gonzalo
Queipo de Llano y José María Pemán [61] .
Considerado por todos como «el ingenio
del Régimen» [62], el fino andaluz que era Pemán aparentaba, sin descuidar su
producción literaria, desenvolverse como un esteta aturdido, perplejo ante los
entusiasmos que despertaba y arrastrado, malgré lui, por la vorágine política
que asumió. En toda la zona Nacional proliferaron asociaciones pemanistas
compuestas sobre todo por damas de la buena sociedad que acudían a sus
estrenos[63].
De esta época es el curioso poema que
Julio Rodríguez Puértola [64] califica como de «señoritismo andaluz
vitivinícola». Se trata de una letrilla con la que Pemán celebraba la toma de
Bilbao y la liberación de su amigo jerezano Tomás Domecq, publicada in extenso
en ABC de Sevilla.
¿ No sabes lo que ha pasao? / No sé
nada;
Pues escucha, que ha llegao / de
Bilbao
el señorito Tomás / ¡Qué alegría!
Tú dirás... / Es que Bilbao y Jerez
¡ya se vuelven a encontrá! / ¡Ya está
lograda la hazaña!
que nos vuelve a la unidá! / Y se
abrazan otra vé
la boina del Requeté / y la guitarra
con moña
y la Virgen de Begoña / besa a la de
la Mercé.
¿Y don Tomás? ¿Muy nervioso? / ¿Cómo
nervioso? / ¡Al revé!
Muy sereno y con hombría / Ya lo dice
el ABC
casi toítos los días / «Pa calidad,
Domecq» [... ][65]
Nunca luchó en los frentes. Nombrado
Alférez Provisional Honorífico [66], lo que más gustó a Pemán durante esta
época fue el turismo de guerra de pompa y circunstancia: recorrer los frentes y
pronunciar discursos, visitar a los generales en sus puestos de mando [67],
pasearse con uniforme militar o de Falange por las ciudades de la retaguardia,
deleitar dando conferencias o alternar en los hospitales con heridos y
enfermeras [61]. En mayo de 1938 viajó a Roma junto a Millán Astray. A su
vuelta, ahíto de emoción, en el mismo barco escribió un artículo titulado
"Esto os traigo de la Fuente misma..." [68] ,
"El Duce, Benito Mussolini, nos
hizo el altísimo honor a la misión de Franco, de invitarnos a presidir, con él,
la fiesta de la Levo fascista . [...] Yo, con mis ojos ilusionados de poeta, el
general con su ojo único de héroe devorábamos, nos bebíamos materialmente
aquella figura que lleva en sí el secreto del Destino ..."
Más tarde describirá al personaje :
"Un César, claro y semidivino,
con un cráneo redondo como un casco de acero y un labio prominente que arremete
al Destino".
En palabras de Carmen, su mujer,
durante la guerra, en un año, y en repetidas permanencias, sólo estuvo dos
meses en casa [69] . Según él mismo declarará más tarde en su «Confesión
General»: «...y yo creí entender cuál tenía que ser mi parte de esclavitud y de
responsabilidad. Había pasado la hora de las crónicas ligeras y de los romances
cortos. Yo creí entender que había llegado la hora de intentar un poema épico…»
Pemán fue un entusiasta reportero de
guerra destacando junto a El Tebib Arrumi (Víctor Ruiz Albéniz) y al que
después fuera famoso locutor de radio , Bobby Deglané [41]. Instalóse a las
puertas mismas de Madrid cuando parecía inminente la entrega de la capital a
las tropas rebeldes. Por orden del Generalísimo Iba en el mismo coche del
coronel Eduardo Losas Camaña, el primer jefe que se aventuró a entrar
[42][43].Tras la entrega se dirigió una vez más por Unión Radio a los
madrileños tras los coroneles Losas Camaña (que se había convertido en alcalde)
y Joaquín Ríos Capapé:
"Españoles,
madrileños, hermanos todos que me escucháis. Ante mis labios temblorosos por la
emoción más grande que he sentido en toda mi vida, tengo un micrófono
envilecido durante años por la calumnia y por la mentira. Pero me bastará
gritar ¡Viva España! y ¡Arriba España! [...] Españoles todos: Hoy ha entrado en
Madrid, por encima de todo, el Caudillo, el caudillo Franco, el Caudillo del
corazón grande, de la justicia, de la misericordia [...] [44]."
fuente: wikipedia
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