Vicente Cuervo Calvo
El 10 de febrero de 1980 es asesinado en
Madrid el anarcosindicalista Vicente Cuervo Calvo. Había nacido el 24 de junio
de 1958 en Madrid. Era el hijo primogénito de Manuel Cuervo, y de Rogelia
Calvo. Después de estudiar Maestría Industrial de Electrónica en la Escuela
Técnica de Ingeniería de Madrid, se ganó la vida como electrónico en la fábrica
Telefunken, en el número 109 de la calle Antonio López de Madrid.
Militó en el Sindicato del Metal de la
Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y fue representando a este sindicato
en su puesto de trabajo. Vivía, con su compañera Paz León, en la calle
Calatrava de Madrid. En esa época colaboró en la revista libertaria Ajoblanco
y en el semanario satírico Hermano Lobo. También se integró en el proyecto
contracultural Laboratorio Colectivo de Chueca (LACOCHU).
El 10 de febrero de 1980 la organización
fascista Fuerza Nacional del Trabajo (FNT), sindicato afín a Fuerza Nueva (FN)
de Blas Piñar López, organizó un mitin ilegal –el Gobierno Civil madrileño no
autorizó el acto para evitar disturbios – junto al Cine París de Vallecas,
donde debía realizarse primeramente, y varias organizaciones de izquierda,
entre ellas la CNT y los grupos anarquistas, montaron un acto de protesta a
esta provocación al grito de «¡No pasarán!».
En los enfrentamientos entre los grupos de
izquierda y la gente del barrio contra los fascistas y la policía, Vicente
Cuervo Calvo, que iba con su compañera Paz León, resultó herido de un disparo
de uno de los fascistas; llevado por lo pronto a la Casa de los Socorros del
Bulevar y después a la Residencia Sanitaria Provincial de Madrid, y tras dos
horas de intervención quirúrgica, murió ese mismo día de «hemorragia interna aguda
traumática».
Fue enterrado al día siguiente, 11 de
febrero de 1980, en el cementerio madrileño de La Almudena en la más estricta
intimidad familiar. Dos fascistas (Félix del Yelmo Sánchez e Ignacio Ortega
Villalón) fueron detenidos con posesión de una pistola –de salva según la
policía– que fue disparada, pero
finalmente fueron puestos en libertad; nadie se procesó y el caso fue
sobreseído tres meses después.
La familia recibió numerosas amenazas
telefónicas anónimas y pintadas cerca de su domicilio. En 2020 se colocaron
unas placas en su recuerdo en la calle Carlos Martín Álvarez donde fue herido
de muerte.
ALEN
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