La Seguridad
Social reconoce que el amianto provocó cáncer a dos exempleados de Luzuriaga
PAMPLONA- La
Seguridad Social ha reconocido como enfermedad profesional el cáncer de pulmón
provocado por la exposición al amianto de dos extrabajadores de la antigua
Luzuriaga (actual Fagor Ederlan). Los afectados, fallecidos este año,
desarrollaron su labor durante casi cuatro décadas en la factoría de Tafalla,
dedicada a la fundición de bloques y culatas para motores. El gabinete jurídico
de ELA se ha encargado de estos dos casos que permitirán una mejora de la
pensión de viudedad de sus parejas.
David Pena,
abogado del sindicato, valoró ayer de manera positiva “ambas resoluciones, que
califican las patologías como enfermedad profesional, y evitan a los familiares
procedimientos judiciales adicionales para su reconocimiento;además de
posibilitar el inicio de la tramitación de las solicitudes de recargo de
prestaciones y responsabilidad civil en su favor”. Uno de estos exempleados de
Luzuriaga inició su trayectoria en la fábrica en 1972 hasta 2011;y el otro
extrabajador comenzó en 1974 hasta 2010. Al primero le diagnosticaron el cáncer
de pulmón en abril de 2018 y al segundo, en junio de ese mismo año, y ambos han
fallecido en 2019. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra elaboró
un informe en el que concluía que estas patologías “estaban directamente
relacionadas a la exposición al amianto”, recordó el letrado laboralista David
Pena.
El amianto es un
mineral de composición química variable, cuya rotura o trituración libera
fibras con importantes efectos negativos sobre la salud. La liberación de
fibras provoca un riesgo que no existe si el material no se maneja. Durante
décadas, este material, ya prohibido, se utilizó por sus propiedades en sectores
como la construcción;la reparación de barcos;la fabricación de trenes,
embragues y zapatas de freno;en talleres de reparación de automóviles;en
actividades de recubrimientos de tuberías y calderas;en cerámica, vidrio,
aislamiento de juntas de cartón, baldosas vinílicas, masillas y mazarotas de
fundición;en la producción de placas y tuberías de fibrocemento;en material de
construcción para el tejado, conocida como uralita;en depósitos de agua o en la
industria, sobre todo, en la siderúrgica como aislante frente a las altas
temperaturas en hornos de fundición. Estos dos extrabajadores de Luzuriaga “se
protegían del calor en los hornos con manoplas de amianto, unos hornos que
estaban recubiertos con chapa de asbesto”, detalló David Pena.
La inhalación de
las fibras de este mineral produce enfermedades diversas, que se manifiestan
décadas después de haber estado expuesto -como ocurrió a estos dos
extrabajadores de la antigua Luzuriaga (actual Fagor Ederlan)-. Entre las
patologías vinculadas se encuentra el cáncer, mesotelioma, asbestosis y
fibrosis de la pleura. Estos dos exempleados fallecidos de la planta de Tafalla
padecieron cáncer de pulmón. Después de que la Seguridad Social ha reconocido
su enfermedad profesional, ELA ha solicitado el recargo de prestaciones del que
se benefician sus familias, que consiste en una prestación adicional de hasta
un 50% sobre la pensión de viudedad que debe asumir Fagor Ederlan. Estas
familias también pedirán una indemnización por daños a la empresa vía judicial
.
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