ANTONIO SOTO CANALEJO
Hoy se conmemora el fallecimiento de
un líder de la Patagonia rebelde. El Gallego Soto.
Nació el 8 de octubre de 1897 en
Ferrol, La Coruña, España. Hijo de Antonio Soto y Concepción Canalejo. Llegó a
Buenos Aires cuando tenía 13 años. Huérfano de padre comenzó junto con su
hermano Francisco, una vida de miserias y privaciones en Argentina.
Antonio pudo concurrir muy poco a la
escuela primaria. Hizo de los más diversos oficios sufriendo privaciones,
explotación y el castigo. Desde muchacho fue atraído por las ideas anarquistas
en su vertiente sindicalista. En 1914 ya con 17 años Soto se rehusa a ingresar
en la milicia española para ir a combatir a Marruecos.
En 1919 se embarcó con la compañía
teatral Serrano-Mendoza, que hacía el recorrido de los puertos patagónicos
argentinos y continuaba su periplo por Punta Arenas, Puerto Natales, Puerto
Montt, etc.
En enero de 1920 se desata una
verdadera rebelión popular en la ciudad de Trelew, Chubut. Todo comienza con
una huelga de empleados de comercio a la que se adhiere casi toda la población,
en contra del gobernador, la policía y los grandes comerciantes.
Antonio Soto, aparece arengando a la
gente y apoyando a los trabajadores en huelga. Esa actitud le valió su
detención y expulsión del territorio chubutense.
Poco después llegará a Río Gallegos.
El clima obrero que reina en la capital santacruceña lo atrae. Antes y después
de las funciones teatrales concurre al local de la Sociedad Obrera. Allí
escuchará al asesor, doctor José María Borrero, quien era un orador que
cautivaba al auditorio. Borrero lo alienta a quedarse e integrar el sindicato;
él se ha dado cuenta de que Soto es un hombre de lucha, que tiene preparación
ideológica y que sabe expresarse bien en las asambleas.
Soto abandona la compañía teatral y se
radica en la Patagonia. Se inscribe como estibador para trabajar en el puerto
(“trabajador de playa”).
El 24 de mayo de 1920 es elegido
secretario general de la Sociedad Obrera de Gallegos. En julio de ese año la
Sociedad Obrera, en acuerdo con todos los sindicatos de las otras ciudades
santacruceñas, declara la huelga del personal de hoteles de todo el territorio
y del personal de playa de los puertos. Piden mejoras salariales.
En el sector de playa se pierde la
huelga; en cambio, el gremio de mozos, peones y cocineros de hoteles,
continúan.
El 24 de octubre de 1921 se declara
una nueva la huelga general.
Con la orientación y el apoyo del
Presidente Yrigoyen el Teniente Coronel Varela emprende viaje hacia el sur del
pais con el objetivo de imponer a sangre y fuego la derrota de la lucha obrera
en la Patagonia
El 6 y 7 de diciembre, los militares
se encuentran en la puerta de la estancia "La Anita". Los
trabajadores se reúnen en una asamblea, en la que el chileno Juan Farina
propone terminar con la huelga y negociar con los militares. La otra postura la
da el alemán Pablo Schultz, quien dice que la única forma de ganar es seguir
peleando.
Soto propone que se envíen dos hombres
con bandera blanca hasta donde están las tropas y que pidan condiciones al jefe
militar: dos chilenos son los designados quienes al llegar al lugar son
automáticamente fusilados.
Los militares envían a tres soldados
con bandera blanca que les comunican a los rebeldes que lo único que les ofrece
el Ejército es la rendición incondicional a cambio de que se los respetara y se
los tratara bien. Nuevamente hay dos posiciones: la de Farina, que quiere
aceptar la propuesta militar, y la de Schultz,que propone continuar la lucha
hasta vencer.
En aquella imponente Asamblea Soto se
dirigiría a los obreros Patagonicos por última vez :
“Sois
obreros, sois trabajadores, a seguir con la huelga, a triunfar definitivamente
para conformar una nueva sociedad donde no haya pobres, ni ricos, donde no haya
armas, donde no haya uniformes ni uniformados, donde haya alegría, respeto por
el ser humano, donde nadie tenga que arrodillarse ante ninguna sotana ni ante
ningún mandón.”
La asamblea votara y se impondra la
posicion del Chileno Farina. Shultz dice que no coincide con la decisión, pero
que la acata. Soto se niega y responde: "No soy carne para tirar a los
perros. Si es para pelear me quedo, pero los compañeros no quieren
pelear". A Soto lo siguen doce huelguistas más, y huyen a caballo hacia la
cordillera.
Tras la rendicion los historicos
huelguistas de la Patagonia rebelde son torturados humillados y posteriormente
fusilados
El gallego pasara sus ultimos años en
una casa de huspedes en Punta Arena, su lucha implacable por abolir la
explotacion asalariada se recuerda en una placa en el cementerio de Punta
Arenas y una modesta calle en su localidad natal recuerdan su gesta.
En Ferrol ,España, una calle lleva su
nombre. En La Coruña, Galicia, hay una fuente de casi 100 años de antiguedad en
su nombre.
Su lucha anida como nunca en cada
obrero que se levanta en cualquier lugar del mundo cuestionando las condiciones
de explotacion y miseria a la que el capital nos busca someter.
Compañero Soto hasta la Victoria!
Nico Kobane
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