No más de seiscientos liberados sindicales. Es el número de empleados que en Asturias dedican todo su tiempo en la empresa a representar a los trabajadores manteniendo sus derechos salariales. Es la cifra que reconocen tener las centrales sindicales Comisiones Obreras y UGT. Ninguno de los dos sindicatos posee «datos exactos» porque «es difícil de cuantificar», aseguran, aunque sí accedieron a ofrecer estimaciones.
Así, la secretaria de organización de Comisiones Obreras, Emilia Escudero Robles, explicó ayer que la cifra de liberados sindicales en su sindicato ronda los 300, especificando que, aunque no se trata de datos actualizados, un centenar de personas se reparte por las federaciones regionales y unos veinte por las uniones comarcales. Por su parte, el secretario de organización y comunicación de UGT, Pedro García, asegura que en su sindicato son «un poco menos de 300» los liberados sindicales.
Ambos dirigentes se mostraron ayer muy críticos con el anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de ajustar el número de liberados sindicales como medida de ahorro. Para Escudero, las palabras de Aguirre suponen «poco respeto a las leyes de este país que regulan la organización de la libertad sindical». Para la secretaria de organización de Comisiones Obreras, el anuncio de Aguirre es una «cortina de humo para desviar la atención sobre lo que está pasando en su casa». Escudero argumentó que «la dictadura también sale más barata que una democracia, pero nadie en su sano juicio la querría». También señaló que «los sindicatos vivimos de las cuotas de los afiliados» y que «si tenemos subvenciones, igual que cualquier asociación u organización, están reguladas».
Por su parte, el secretario de organización de UGT, Pedro García, valoró la postura de Esperanza Aguirre como «pura demagogia para generarse determinadas adhesiones de un determinado perfil de elector». García también apuntó que se trata de «una campaña orquestada para cargarse las organizaciones sindicales». El dirigente de UGT explicó, además, que también existen «liberados políticos, liberados religiosos y demás mangantes que tienen más peso que los sindicatos en los medios de comunicación».
De momento, en Asturias, los sindicatos pueden estar tranquilos porque no existe ningún plan del Gobierno para ajustar las horas sindicales. La portavoz del Ejecutivo regional, Ana Rosa Migoya, declaró ayer en una visita a Piloña que «el Gobierno del Principado no recortará los liberados sindicales». Según especificó Migoya, «hay que adoptar otras medidas que signifiquen ahorro». La portavoz del Gobierno del Principado de Asturias también aclaró que el recorte de más de ochenta puestos de empleo público denunciado por los sindicatos «persigue una amortización en los plazos con los recursos públicos».
Lne.es
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