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domingo, 3 de enero de 2010

Concentración contra los accidentes laborales en Tenerife


Un grupo de afiliados y afiliadas de la CNT en tenerife, procedió el día 30 de diciembre a realizar una concentración a las puertas de la sede de la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias, en su compaña permanente de denuncia de los accidentes patronales, verdadero terrorismo patronal amparado por los gobiernos, tanto autonómicos como estatal y europeo, junto a los sindicatos colaboracionistas.
Las cifras están muy claras: según la Organización Mundial de Salud, se producen más de 2 millones de muertes al año por accidentes laborales, lo que supone que cada año muera una cantidad de personas igual a toda la población de Canarias. A un nivel local, el número de muertes por accidentes laborales también son terribles, con más de 150 muertos en el último quinquenio.
Obviamente, ante esta realidad, de poco vale hablar de campañas institucionales que pretenden engañarnos para dar la sensación de falsa seguridad cuando sabemos muy bien que para el empresariado, sólo somos una herramienta más que puede sustituir en cualquier momento, y que le resulta más barrato pagar alguna indemnización (cuando lo hace, que no es siempre) que cumplir con las medidas de salud e higiene en el trabajo. Como ejemplo de esta situación, de la escasa importancia dada a la seguridad en el trabajo, y doblemente dolorosa por ser divulgada en la revista publicada por el Instituto Canario de Seguridad Laboral es la siguiente imagen, en donde se incumple la mayoría de las medidas de prevención de riesgos laborales. Nos preguntamos si esto es lo que hace un organismo dedicado por velar por la seguridad laboral, qué no hará cualquier empresario más interesado en llenar sus bolsillos que en prevenir posibles accidentes.

Por sólo citar algunas de las irregularidades detectadas en esta portada:
No hay línea de vida en donde cada trabajador debe estar asegurado.
No existen redes para parar cualquier caída de objetos o personas.
Hay obreros trabajando en zonas sin ningún tipo de valla de protección, etc.
Ante esta realidad, sólo nos queda a los trabajadores y trabajadoras organizarnos para que cada día en el tajo no suponga una sentencia de muerte para alguien. Organizarnos para imponer las medidas de seguridad necesarias; organizarnos para evitar el trabajo a destajo, terriblemente perjudicial para la salud del trabajador; organizarnos para impedir llevar a cabo trabajos para los cuales nos estamos cualificados; organizarnos, al fin y al cabo, para imponer nuestra dignidad como personas.
Ante el terrorismo patronal, autogestión y acción.

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