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domingo, 15 de mayo de 2022

CARLOS SORIANO AGUILA - FERROVIARIO ANARQUISTA



Carlos Soriano Águila  –  ferroviario anarquista

El 14 de mayo de 1980 muere en Granada (Andalucía, España) el anarquista y anarcosindicalista Carlos Soriano Águila. Había nacido el 2 de abril de 1905 en Palenciana (Córdoba, Andalucía, España). Hijo de un comerciante socialista de clase media, cuando tenía 12 años dejó el pueblo y se fue a vivir con su tío Miguel, ferroviario y jefe de la estación de Las Mellizas (Álora, Málaga, Andalucía, España), viudo y sin hijos.

En Alora conoció la que luego sería su primera esposa en 1930. Entre diciembre de 1921 y 1923 estudió en la Academia de Factores Ferroviarios y entre 1923 y 1925 trabajó como factor provisional en la Compañía de Ferrocarriles Andaluces en Écija (Sevilla, Andalucía, España), donde entró en contacto con el movimiento anarquista. Los servicios en Écija le sirvieron para hacer el servicio militar. A partir de 1925 pasó a trabajar en la estación de Bobadilla (Antequera, Málaga, Andalucía, España) y 1928 se afilió al Sindicato Autónomo de Factores (SAF), bastante influido por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). En 1928 el SAF ingresó en la CNT.

Destacó en las huelgas ferroviarias de entonces y se le ascendió de categoría para así poderlo enviar, y que no molestara, a una estación secundaria cerca de Utrera (Sevilla, Andalucía, España), donde sólo había cuatro trabajadores . Lejos de las grandes luchas obreras, apoyó las reivindicaciones campesinas, especialmente la llamada «Huelga de las Bombas". En estos años colaboró ​​en La Tierra y entre 1932 y 1936 presidió el Ateneo Libertario «Luz y Armonía» de Antequera. En julio de 1936, cuando era miembro del Comité Regional Ferroviario de Andalucía, luchó contra el levantamiento militar en Antequera, donde, con el apoyo del guardia civil anarcosindicalista Bernabé López Calle detuvo el fascismo, organizó trenes con agricultores para defender Málaga, impulsó el comunismo libertario entre los campesinos de Antequera y formó el Comité Revolucionario. También encabezó el Comité de Guerra que tomó Loja (Granada, Andalucía, España) y combatió en la provincia de Sevilla en una columna de milicianos. Después se incorporó al ferrocarril en Málaga y fue enviado a Jaén como miembro de los Comités Regionales Ferroviarios de la CNT.

Durante algunos meses representó la Federación Anarquista Ibérica (FAI) en el Frente Popular. Cuando cayó Málaga en manos fascistas, dejó todos los cargos y se enroló en la columna confederal comandada por Antonio Raya González («Columna de Raya»), combatiendo en Pozoblanco (Córdoba, Andalucía, España). Herido en el brazo derecho, pasó un tiempo convaleciente a la colectividad agrícola de Torredelcampo (Jaén, Andalucía, España). Después en Lorca (Murcia, España), donde conoció Carmen Parra, sano segunda compañera y madre de sus hijos Pedro y Carmen, ocupó cargos en el sector ferroviario, como miembro del Comité Regional Ferroviario. Más tarde pasó a Valencia (Valencia) donde fue nombrado secretario político de la Sección Social del Consejo Nacional de Ferrocarriles, hasta el final de la guerra. Detenido por las tropas franquistas, fue internado en el campo de concentración alicantino de Albatera. De allí consiguió salir, pero al llegar a Antequera fue denunciado por dos vecinos y detenido el 5 de agosto de 1939. Llevado en la prisión de Málaga instruyó procedimiento judicial por «adhesión a la rebelión militar» y el 12 de junio de 1940 fue condenado a la pena de muerte, que fue conmutada por la de cadena perpetua. Después de un tiempo en la cárcel de Sevilla, fue trasladado al penal del Puerto de Santa María (Cádiz, Andalucía, España) y durante el invierno de 1941 asistió a la celda 67 al Pleno Regional clandestino que se celebró.

El 19 de noviembre de 1944 se le concedió la libertad provisional "con destierro», obligándole a fijar su residencia en Sevilla y durante dos años tuvo que trabajar en la colonia penitenciaria del Canal de los Presos en el Bajo Guadalquivir. 1946 reinició su vida en Sevilla con Carmen Parra y ese mismo año era secretario provincial de la CNT clandestina de esta ciudad. Durante los años cincuenta le tocó el gordo de la lotería y, como no podía salir al extranjero, se dedicó a viajar por la Península, representando la CNT ortodoxa en Andalucía. Después regresó a Sevilla y montó una tienda de tejidos, que no tuvo éxito; también montó una fábrica de capazos de esparto para la industria aceitera en Jódar (Jaén, Andalucía, España), que tampoco tuvo éxito. De Sevilla, tras una corta estancia en Antequera, se instaló en Granada, ciudad donde se estableció definitivamente. 1959 asistió al Pleno de Vierzon (Centro, Francia) como delegado andaluz. 1963 estuvo presente en una reunión en Toulouse (Languedoc, Occitania) que recogió todas las tendencias del Movimiento Libertario Español (MLE) y, en este año también, formó parte del Comité Regional clandestino de Andalucía. 1968 participó en el Congreso Mundial Anarquista de Carrara (Toscana, Italia), donde intervino informando sobre la situación que vivía España.

De vuelta en Granada se le diagnosticó una enfermedad del corazón. Tras la muerte del dictador Francisco Franco, participó en la reconstitución de la CNT y militó junto a José Luis García Rúa en Granada. En mayo de 1977 sufrió un infarto de miocardio gravísimo y tuvo que permanecer hospitalizado cinco meses. 1978 publicó el libro Anarquía, comunismo libertario. Carlos Soriano Águila murió el 14 de mayo de 1980 en un hospital de Granada (Andalucía, España) y fue enterrado en el cementerio del Campo del Príncipe de esta ciudad.

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