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domingo, 5 de noviembre de 2017

DE EXCURSION A LA FOSA COMUN: ASI FORMA LA JUNTA A PROFESORES EN MEMORIA DEMOCRATICA


De excursión a la fosa común: así forma la Junta a profesores en memoria democrática

La ley andaluza obliga a llevar a las aulas la Guerra Civil y la represión franquista y el Gobierno ha autorizado ya algunas experiencias piloto en la provincia de Cádiz

Un total de 14 institutos de distintas localidades de Cádiz tuvieron oportunidad de visitar en 2015 y 2016 la fosa común de Puerto Real (Cádiz). Allí Paco Aragón, de la CNT y responsable de la asociación de memoria histórica de Puerto Real, los recibía a la entrada del cementerio, en el lugar donde se han colocado las placas conmemorativas con los nombres de los fusilados en la Guerra Civil. Iban a ver “31 metros de largo, 2,20 metros de ancho y 1,60 metros de profundidad donde cabe toda la barbarie de una guerra”, cuenta Aragón. Una experiencia que la Junta quiere extender a otras fosas por toda Andalucía.

Alumnos de 14 a 16 años que “nunca habían visto nada igual”. Solo en ocasiones, advertían los jóvenes, “en algún reportaje en la televisión de los campos de exterminio nazi”. Allí cerca, explicaba el ‘anfitrión’, también hubo un campo de concentración que en 1939 llegó a tener 5.000 presos. Los estudiantes llegaron de Puerto Real, Jerez, Rota, El Puerto de Santa María, San Fernando y Cádiz capital. La asociación convocó varias jornadas de puertas abiertas para visitar la fosa, una de las más impresionantes que se han descubierto en Andalucía, y enviaron la misma comunicación a los colegios e institutos de la zona.

185 cadáveres

Ahora la fosa, donde han sido rescatados un total de 185 cadáveres, ya está cerrada y hormigonada. Cuando se produjeron las visitas estaba abierta. “Algunos se impresionaron. Es verdad. Hubo dos lipotimias, de un chico y de una chica. No esperaban lo que vieron”, narra Paco Aragón a este periódico. No tenían conocimientos sobre esa etapa de la historia. Él les contaba cómo la Asociación de Memoria Histórica de Puerto Real había llegado hasta allí.

Todo arrancó cuando en 1985 se recuperó el archivo histórico. Después pasaron casi 15 años, desde 2003, de preguntas, indagaciones, testimonios de los más mayores sobre el horror de los fusilamientos en la tapia del cementerio de la localidad y por fin un albañil, que hizo unos trabajos en el camposanto de la localidad en el año 2000, les dijo lo que querían saber, dónde estaba la fosa común de la que siempre se había hablado. Una montonera de huesos que para algunos expertos en la materia sería la prueba más evidente aparecida hasta el momento de “crímenes de lesa humanidad” cometidos por la dictadura franquista.

La fosa de Puerto Real son "31 metros de largo, 2,20 de ancho y 1,60 de profundidad donde cabe toda la barbarie de una guerra"

Un georadar llegado desde Málaga determinó la zona donde había movimiento de tierra. Un arqueólogo, dentro de un programa subvencionado por la Junta de Andalucía, arrancó los trabajos y las primeras catas, en 2010, dieron con un cráneo con un orificio de bala. En 2014 comenzaron los primeros trabajos de exhumación. Hoy están ya concluidos. Se hallaron 185 cadáveres y hay 56 muestras en el laboratorio Genyo y el banco de ADN de Granada que trabajan con la Junta de Andalucía para identificar sin dudas quiénes son y entregarlos a sus familiares. La mayoría son de vecinos de la zona. Quedan muy pocos hijos directos. El ADN es sobre todo de los nietos y nietas. Un trozo de fémur y una muestra de saliva del familiar bastan para determinar el vínculo.

Fusilados en la tapia

Todo esto, tal y como está contado, es lo que la Asociación de Memoria Histórica de Puerto Real cuenta a los jóvenes que les visitan, según asegura su presidente. Este responsable los llevaba a la tapia del cementerio donde eran fusilados, recreaba el momento en que los cuerpos quedaban expuestos al paso del tren que diariamente iba a Matagorda, los astilleros de Puerto Real entonces. “Donde una pareja de la Guardia Civil obligaba a los pasajeros a mirar a los fusilados”, narra. Y después eran “arrojados en sacas” a la fosa común. Allí durante meses, en lo que hoy está protegido como un lugar de memoria democrática, los estudiantes andaluces han quedado “impresionados”, explica Paco Aragón, por lo que veían. “Lo que más les llamaba la atención y preguntaban al ver la fosa era por qué tenían las manos así. Unidas, por delante o por detrás. Los amarraban con cuerdas o con alambres”, cuenta este portavoz.

Después un antropólogo y un arqueólogo se encargan de terminar y completar las explicaciones desde un punto de vista más científico sobre cómo se realizaban los trabajos, cómo era la investigación, qué pasos había que seguir para la excavación y la exhumación. También la comisión parlamentaria que trabajó en la Ley de Memoria Democrática de Andalucía visitó los trabajos.

En Cádiz Diputación, Junta y Ayuntamiento avanzan más rápido que en otras provincias y ya hay memoria en las aulas

En Cádiz, que se pone como ejemplo en modelo de colaboración institucional entre la Junta de Andalucía y la dirección de Memoria Democrática, la Diputación y los ayuntamientos, la experiencia va más avanzada que el resto de provincias.

"Experiencia piloto"

El vicepresidente del Gobierno andaluz, Manuel Jiménez Barrios, que el pasado jueves compareció en el Parlamento para responder cómo se estaba impartiendo la memoria democrática en las aulas andaluzas, tal y como manda la ley, señaló esas excursiones a la fosa de Puerto Real como una “experiencia piloto” que se repetirá en otros lugares de memoria. La ley andaluza (artículo 46) señala: “Para fortalecer los valores democráticos, la Consejería competente en materia de educación incluirá la Memoria Democrática en el currículo de la Educación Primaria, de la Educación Secundaria Obligatoria, del Bachillerato y de la Educación Permanente de personas adultas. Los contenidos deberán basarse en las prácticas científicas propias de la investigación historiográfica”.

Ese es el objetivo en el que insiste Podemos, explica su diputado andaluz Jesús de Manuel, que señala como ejemplo que el monumento a las víctimas del campo de concentración nazi de Mauthausen en Almería capital debería de ser un lugar de visita para los jóvenes y no un espacio donde se reúnan para hacer 'botellona'. Este viernes los miembros de la comisión parlamentaria de Memoria junto al vicepresidente Jiménez Barrios visitaron la fosa común de Benamahoma (Cádiz) y se insistió en la idea de convertir estos espacios en lugares de obligada visita para los estudiantes andaluces. En Andalucía hay ahora mismo 57 fosas abiertas, según informa la Junta.

La Junta está formando a los profesores y creará un portal para compartir material e investigaciones

De momento, la Junta de Andalucía incluyó a comienzos de este curso escolar la Memoria Democrática en sus planes de formación de los centros educativos y los centros de profesorado. Poco más cuentan desde el Gobierno andaluz a este respecto. Ni los contenidos que se impartirán, ni las asignaturas afectadas por esta “materia transversal”, ni los cursos, si será una materia evaluable o complementaria… Presidencia no responde a estas cuestiones y solo avanza que trabaja de forma conjunta con la Consejería de Educación. Habrá programas piloto de formación del profesorado y se apoyarán investigaciones sobre la memoria. Se creará un Portal Educativo de Memoria, para que los profesores puedan compartir sus materiales de trabajo. Se hará, insisten desde Presidencia, “con todo el rigor científico” y con los profesores dirigiendo los trabajos. Con Alemania o Italia como modelos.

Pioneros en Rota

La idea es trabajar la “memoria viva” y que los estudiantes puedan tener experiencias prácticas. En este sentido, ya hay aulas andaluzas donde se trabaja con esta asignatura. Así ocurre en cuatro institutos y un centro de adultos de la localidad gaditana de Rota. Es el segundo año donde se imparte memoria democrática a los alumnos de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato. En el Ayuntamiento de Rota hay una delegación de Memoria Democrática que ocupa el concejal Antonio Franco y que es responsable de que se hayan impulsado estos trabajos en las aulas. Se estudian, explica Franco, siempre “en un contexto histórico amplio” y en el momento en el que se aborda la Segunda República y la Guerra Civil.

La oferta, aprobada por la Delegación de Educación de la Junta en Cádiz, es voluntaria y este año, en su segunda convocatoria, ha aumentado de 180 a 370 alumnos. Todos los centros son públicos aunque en la edición anterior sí que se sumó uno concertado, los Salesianos. Los contenidos se preparan de la mano de la asociación de memoria histórica de Rota, que años atrás editó el libro 'Memoria rota' donde se recogen testimonios de los vecinos sobre la Guerra Civil y la represión de la dictadura. “Una amplia investigación de todo lo que sucedió en Rota desde 1931 a 1942”. Muchos de los ancianos que dejaron sus vivencias plasmadas en ese libro ya han fallecido.

[Consulte aquí la unidad didáctica que se enseña en las aulas]

“A propuesta de esta asociación de memoria se elaboró una unidad didáctica con todos los temas locales que es lo que hoy se explica en las aulas”, cuenta el delegado municipal. Se editaron mil ejemplares de 'Segunda República, Guerra Civil y represión en Rota', un material didáctico donde se arranca con “Al alba” como “un himno contra la pena de muerte durante la represión franquista”, se estudia la evolución del callejero en la localidad, se abordan testimonios reales, el golpe a la Segunda República, el nacimiento de la CNT o la etapa de alcaldía fascista y la represión en la localidad, terminando con testimonios sobre algunos fusilados. “Algunas voces críticas […] nos afean que ‘estos asuntos’ son temas del pasado y que no merece la pena revolverlos de nuevo, nos recomiendan que miremos al presente y al futuro y nos olvidemos de ‘las batallitas de nuestros abuelos’”. Ese, dicen en el epílogo, es la finalidad, “aprender de los errores cometidos”.

1,7 millones de euros

La Dirección General de Memoria Democrática de la Consejería de Presidencia cuenta en 2018 con 1,7 millones de euros para subvenciones y señalización de lugares de memoria democrática de Andalucía, según recoge la memoria del Presupuesto andaluz. Una cantidad insuficiente, denuncian Podemos e IU. Esa Consejería está dotada en total con 327,4 millones y la partida más voluminosa es para Comunicación Social (149,2 millones de euros).


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