El 20 de noviembre de
1930 nace en Bràfim (Tarragona, Cataluña) el guerrillero anarquista
antifranquista Antoni Miracle Guitart. En 1939, con el triunfo franquista, se
exilió en Francia con su familia. 1950 residía en el barrio de Collblanc de
Hospitalet de Llobregat (Barcelona, Cataluña) y trabajaba como empleado en una
entidad bancaria de Santos. En la capital catalana, con Gaspar Lloret y Manuel
Llatser Tomás, formó un grupo anarquista que reorganizó las Juventudes
Libertarias. En 1954, con Lloret y Llatser, se encargó de la imprenta
clandestina que editaba CNT y Solidaridad Obrera en Barcelona. El 9 de mayo de
1955, cuando esta imprenta fue descubierta por la policía, fue detenido y
encerrado con otros (Juan Vicente Castells, Antonio Ramia Antequera, Llatser,
etc.) en la cárcel de esta ciudad.
Después de muchos
meses de prisión preventiva salió en libertad provisional bajo fianza y fue
despedido de su trabajo en el banco. En 1957 una conferencia sobre botánica en
Montcada. Sin trabajo ya la espera de juicio, en noviembre de 1957 se exilió en
Francia. Se estableció en Clermont-Ferrand (Occitania), donde trabajó como peón
en la construcción, e impartió clases de castellano y de esperanto a los
compañeros. 1958 colaboró en el Boletín Ródano-Alpes y ocupó la secretaría de
Propaganda de las Juventudes Libertarias en Lyon (arpitan). 1959 fue delegado
al Pleno de Vierzon y fue nombrado secretario de las Juventudes Libertarias de
Clermont-Ferrand. Ese mismo año, a pesar de su pacifismo, aceptó la solicitud
de Francesc Sabaté (Quico Sabaté) para que lo acompañara con su grupo
guerrillero en la Península. Durante la noche del 28 al 29 de diciembre de 1959
cruzó la frontera franco con Quico Sabaté, Francisco Conesa Alcaraz, Regelio
Madrigal Torres y Martín Ruiz Montoya.
Las fuerzas
represivas franquistas se enteraron de la llegada del grupo guerrillero. Antoni
Miracle Guitart fue acribillado el 4 de enero de 1960 en una emboscada de la
Guardia Civil en el Mas Clarà de la aldea de La Mota (Sarrià de Ter, Girona,
Cataluña), al igual que todos los demás compañeros, salvo Quico Sabaté que
consiguió escapar.
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